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¿Toque de queda en San Luis?

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El Eslabón Perdido

Humberto Melgoza Vega

A estas alturas, con apenas un par de semanas de haber designado a Miguel Sandoval en el cargo como presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, el alcalde Santos González Yescas ya debe estarse arrepintiendo del nombramiento .

Luego de hacerse popular en el Facebook y en medios digitales, con sus famosas etiquetas colectivas, donde señala lugar y hora de la publicación, como buen abogado; y de formar junto con otros personajes un grupo para atender la problemática sobre la inseguridad en la ciudad, Santos consideró que sería buena idea tenerlo cerca, incluso de su lado, para que aportara sus conocimientos, ideas y hasta ocurrencias.

Qué caso tiene contar con un presidente del Consejo honorario si nomás va a estar de adorno, haciéndole reverencias al alcalde, sin una posición crítica, consideró.

Pues resulta que, como iniciativa es lo que lo que le sobra, en coordinación con un grupo de regidores de oposición Sandoval Arvizu está desempolvando y busca llevar a la práctica un reglamento municipal para aplicar el llamado “toque de control y advertencia”, en la práctica un toque de queda para menores.

Este martes, acompañado de los principales opositores en el Cabildo, en primer plano, Manuel Santeliz “El Chilakil”, la piedra en el zapato de Santos; Luis Humberto Valtierra, de Movimiento Ciudadano, el “independiente” Marco Antonio Luna Espíndola y otros que quién sabe cómo se llaman, presentaron el nuevo bando, que según el inquieto abogado se debe aplicar de inmediato.

Según la propuesta, los menores de 18 años, así sean de 17, 11 meses y días, no podrían andar en la calle, ya sea dando la vuelta en algún vehículo, o en los parques y plazas públicas después de las 11:00 de la noche, de lo contrario podrían ser detenidos y sus padres multados con miles de pesos, además de sancionarlos con trabajo comunitario y a los más pequeños remitirlos al DIF.

La medida, un tanto extrema para mi gusto, se plantea como una opción ante el problema de la reciente oleada  de inseguridad que prevalece en San Luis, con la extraña lógica de que quienes generan la criminalidad y delincuencia son los menores de edad, algo así como la diputada morenista de Veracruz que propuso toque de queda para las mujeres para evitar los feminicidios.

“Dicen que estoy mal de la cabeza, mucha gente que me dice que sus hijos se van al antro a las 11:00 de la noche y que son menores, entonces ¿cómo sus padres les permiten que salgan a esa hora a un lugar al que ni siquiera pueden ingresar…?”, mencionó Sandoval en la entrevista que Bibiana García escribió en la reciente edición de CONTRASEÑA.

En la desesperación, con la añoranza de aquella ciudad apacible en donde la gente se dormía con las puertas de la casa abiertas o en el patio sobre unos catres, curiosamente mucha gente apoya la propuesta ultraconservadora, “los menores no tienen nada que andar haciendo en la calle a altas horas de la noche…”. Y sí,  todos quisiéramos tener niños bien portados en casa, aunque en el verano el sol se mete casi a las 8:00 de la noche y ya nomás les quedarían dos horitas para echar novio, para festejar algún cumpleaños o dar la vuelta con los amigos.

Fue tal la difusión que se le dio al acuerdo tomado por un grupo de regidores, asesorados por Sandoval, que el alcalde tuvo que salir al quite para aclarar que no es una decisión aprobada por el Cabildo y que tampoco es ni será política del gobierno municipal imponer “toques de queda”.

“Cuando Seguridad Pública ve a un sospechoso en la vía pública tiene la tarea de interactuar con él, pero cuando es un sospechoso, no es ni será cacería contra los menores; es un tema de derechos humanos, no podemos coartar la libertad de circular de nadie con la amenaza de una multa económica”,   manifestó al reportero Luis Carlos Bravo, alarmado, Santos González Yescas.

En el fondo, la idea no es mala, es importante fomentar los valores, extraviados en las nuevas generaciones, el respeto y la educación son primordiales para hacerse gente de bien, el problema es la forma, el talante restrictivo de las libertades individuales propio de regímenes autoritarios y el agravante coercitivo de la multa.

El abogado Miguel Sandoval no es malintencionado y, aunque es priista, procura ser objetivo al momento de emitir sus posicionamientos, solo que esta semana le ganó la emoción contra los panistas que montaron una campaña en redes por la reciente oleada de inseguridad –“las calles de San Luis son un cementerio”, titularon al boletín que emitió el PAN Municipal–, a quienes llamó sinvergüenzas porque nunca se quejaron cuando gobernaba su partido y ocurrían iguales o peores matanzas.

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