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La clave de la información

Donde arde la ciudad

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El Eslabón Perdido

Humberto Melgoza Vega

Lo que hemos venido diciendo en CONTRASEÑA, la evidente limpia en la plaza y la llegada de una nueva generación de narcos, quedó de manifiesto con el ataque armado en pleno velorio del “Cuate” Lara.

Ayer, pasadas las 5:00 pm, hasta la funeraria del valle de Libertad y 17 llegó un comando de sicarios abriendo fuego en busca del otro cuate, balacera en la que murió Gerardo, residente del Golfo de Santa Clara y Araceli, su hermana, quien vive en San Luis Río Colorado, se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Phoenix a donde fue trasladada por vía aérea.

En el velorio, atrincherados, como esperando la embestida, la gente de los Cuates repelió el ataque y lograron sacar con vida a su jefe, quien se dice era blanco de la emboscada.

En la refriega, uno de los atacantes resultó herido y se encuentra resguardado por la policía.

Entre cuatro y cinco pistoleros fueron los que participaron en el atentado, equipados con armas largas y cortas, preparados para la guerra.

Además de los hermanos golfeños una tercera persona del sexo masculino resultó con impactos de bala pero hasta el cierre de esta edición se desconocía la gravedad de las heridas y la identidad de la víctima.

Un día antes de que lo estuvieran velando, el Cuate Lara fue asesinado a las puertas de su casa, en la colonia Ruiz Cortinez de San Luis, por un pistolero solitario que lo estaba cazando.

Herido de muerte fue trasladado a un hospital privado de la localidad pero no pudo sobrevivir a los balazos, más de diez, algunos apuntados directos a la cabeza.

Inédito en la historia de San Luis, ausente en los anales de la sección policiaca, nunca se había registrado una agresión armada en pleno funeral, esas notas las habíamos leído porque se han presentado, esporádicamente, en otras partes del país.

El enfrentamiento entre los locales y los venidos de fuera, a plena vía pública, causando pánico entre la población, es un atrevimiento al que no estamos acostumbrados los habitantes de esta otrora tranquila ciudad.

También, hay que decirlo, denota un rotundo fracaso en la estrategia de seguridad pública implementada por el gobierno federal y adoptada por el gobierno municipal, reuniones mañaneras a diario a las que acuden militares, marinos, federales, estatales, gendarmes y próximamente la Guardia Nacional sin que se logre frenar la escalada delictiva.

Que se peleen la plaza, el lucrativo negocio de las drogas, en una frontera privilegiada, que conecta igual Arizona con California y Baja California, la ruta dorada de Baja California, es entendible, es el alto precio que se paga por vivir a tope en el mundo del narcotráfico, el problema es cuando se meten con la sociedad civil.

 Ahora sí, luego de una escalada en la criminalidad es impostergable revisar la estrategia de prevención al delito y hacer los ajustes necesarios antes de que la situación se salga de control.

En redes sociales se ha desatado una verdadera sicosis por la imágenes donde se logra el arresto de algunos de los participantes en el enfrentamiento, dos de cada bando, y los agentes en plena acción, trepados en la azotea de la farmacia de la avenida Libertad y 16.

También andan circulando videos donde se ve a uno de los sujetos disparando su arma, le dan, se levanta y sigue tirando.

Mientras que se refuerza la estrategia anti-crimen, la famosa coordinación entre los tres niveles de gobierno, no está por demás cuidarnos.

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