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INMINENTE, CAMBIO DE MANDOS EN LA COMANDANCIA

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Rebasados por la inseguridad, sin el respaldo de la corporación y envueltos en señalamientos de supuestos “arreglos” con la delincuencia que le han generado una gran presión social al gobierno municipal, los días de Luis Edgar Labra y su segundo de abordo, Juan Antonio Sillas, están contados al frente de la Dirección de Seguridad Pública. El alcalde Santos González ya tiene una terna sobre su escritorio.  

Humberto Melgoza Vega

SAN LUIS RÍO COLORADO.- En cuestión de días, muy posiblemente antes del primer informe de gobierno, programado para la noche del domingo 15 de septiembre, deberá concretarse el necesario cambio en los mandos de la Policía Municipal, agobiados por la criminalidad que no cesa, su imagen desgastada ante la opinión pública.

Los días del comisario Luis Edgar Labra Zárate y de su segundo de abordo, Luis Antonio Sillas Amavizca, están prácticamente contados al frente de la corporación policiaca.

La presión de la sociedad, que se manifiesta a ras de tierra y en redes sociales, por la incesante ola de crímenes, el más reciente el lunes pasado, el del carrocero Efraín N, mejor conocido como “Chaín”, ha creado la sensación de que algo no se está haciendo bien en seguridad pública.

A pesar de que en el combate a la delincuencia también deberían tener responsabilidad la Policía Estatal, la Policía Federal, la Fiscalía General de la República (FGR), el Ejército, la Marina y hasta la famosa Guardia Nacional, es en la Policía Municipal donde se resiente directamente el impacto por la falta de resultados en el combate al delito.

A los jefes de la Policía Municipal la situación se les salió de control, sin liderazgo ni carisma ante la tropa.

Aparte de la delincuencia común, que comete robos y asaltos a mano armada, de las pandillas, algunas también involucradas en el negocio de la droga, la Municipal no ha podido lidiar con la delincuencia organizada, que es la que está generando los crímenes de alto impacto.

Siempre se decía que San Luis estaba tranquilo porque el negocio estaba arreglado, las rutas y territorios definidos y porque a los jefes ni a nadie les conviene que se “caliente la plaza” porque la casa pierde.

Parece coincidencia, pero con la caída en desgracia del Chapo Guzmán y la llegada del nuevo gobierno federal, la gente de Sinaloa con sus aliados de Sonora, sanluisinos y golfeños, han tenido que compartir en contra de su voluntad parte del enorme pastel que representa el universo de usuarios en esta frontera con la gente de Navojoa.

En días recientes, en entrevista con el corresponsal del semanario Zeta en Mexicali, Eduardo Villa, el comandante Alejandro Monreal –quien regresa al cargo en lugar de Alonso Ulises Méndez, quien renunció para irse a la National Police Foundation de los Estados Unidos–  señaló que la gente de Jalisco estaría ganando presencia en San Luis y que estarían generando parte de la violencia en el valle de Mexicali.

La información que se menciona en los corrillos policiacos y en la calle es que el pleito de la plaza es por el narcomenudeo, la venta de todo tipo droga, en especial mariguana, cocaína y cristal, por eso han estado asesinando a personas relacionadas con el negocio de los llamados “carritos felices”, sobre todo a los que no se quieren “alinear”.

Como hace mucho no se veía, se ha reportado la presencia de hombres armados que circulan en convoy, grupos organizados que realizan labores de contrainteligencia para ubicar a los blancos rivales y evadir la acción de la justicia.

Este ambiente enrarecido ya le ha costado la vida a tres policías, Jorge Ramirez Sierra, Daniel Armenta Santos e Iván Gámez Navarro así como a decenas de sujetos que se dedicaban a actividades ilícitas.

La inusual actividad de las bandas criminales han dado al traste con la tranquilidad de la sociedad, multiplicada en redes sociales, a veces con mala intención.

Desde hace meses un grupo de regidores de “oposición” han insistido en la destitución de Edgar Labra como jefe de Policía como una medida para ver si mejora la situación, reclamo al que esta semana se sumó el comité municipal del PAN en San Luis:

“Creemos que urge un cambio de estrategia para la prevención del delito…por lo que es fundamental que se reestructuren lo mandos de policía y se proponga una nueva terna para sustituir al comandante. Sr. Alcalde, de sobra sabemos que si la cabeza está mal, todo el cuerpo está mal, por lo que instamos a que se actúe de manera inmediata…”, escribieron en la página de Facebook.

Lo peor que puede pasar es que hasta la seguridad pública se politice.

Candidatos

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso este Semanario, sobre el escritorio del alcalde ya se revisan una serie de currículums para buscar el mejor perfil para sustituir al jefe de la Policía Municipal, rebasado hace rato por las circunstancias, desgastada su imagen ante la opinión pública.

Existe una terna que está siendo evaluada y analizada con lupa, uno de ellos será propuesto ante Cabildo, ya “palomeado” por el alcalde, cual es su facultad, para que los regidores aprueben o desaprueben.

Entre los candidatos se encuentra Luis Manuel Lugo Durón, policía estatal de carrera, quien ya ha sido jefe de Seguridad Pública en Nogales y en Puerto Peñasco, en los tiempos de mayor violencia, cuando Gonzalo Inzunza Inzunza “El Macho” Prieto tomó como centro de operaciones el puerto hasta que fue abatido por la Marina en diciembre de 2013.

Nativo de San Luis Río Colorado, hace 51 años, Lugo Durón ingresó a la entonces Policía Judicial del Estado (PJE) —luego llamada Policía Estatal Investigadora (PEI) y hoy Agencia de Investigación Criminal (AMIC) – en septiembre de 1987 como agente.

Desde que el 16 de agosto de 2003 fue nombrado Jefe de grupo y ha estado a cargo en varias bases operativas de todo el estado, incluido San Luis Río Colorado.

El comandante “Puntillas”, como le llaman sus cercanos, se desempeñó como subdirector operativo de la PEI y fue director de Seguridad Pública Municipal en Puerto Peñasco del 16 de septiembre de 2013 al 16 de enero de 2014. Antes ya había sido director de Seguridad Pública Municipal en el municipio de Nogales, Sonora del 31 de agosto de 2010 al 20 de septiembre de 2012.

En diciembre de 2014, el entonces procurador de Justicia, Carlos Navarro Sugich, lo nombró director de la PEI y hace un par de semanas, la alcaldesa de Guaymas, la morenista Sara Valle Dessens lo había propuesto ante el Cabildo como jefe de la Policía en el puerto que vive la peor racha de narco-violencia, pero no alcanzó a tomar el cargo.

A punto de jubilarse, Lugo Durón es quien mejor se perfila para ocupar el cargo, respaldado por algunos personajes influyentes de la localidad, a la espera de llenarle el ojo al alcalde y su círculo cercano y obtener el visto bueno de la Sedena.

Villalobos

En la terna aparece también el comandante de la Policía Estatal, Luis Carlos Villalobos Chávez, quien ingresó como novato en 1992 a la Policía Judicial del Estado, la temible PJE, y para 1995 ya lo habían hecho Jefe de Grupo.

Como Jefe de Grupo de la PJE estuvo primero en Cananea, luego en la base de Hermosillo, de donde es originario y en 1998, con el procurador Miguel Ángel Cortés Ibarra se desempeñó como jefe del Grupo Especial Antisecuestros y luego como jefe del Departamento de Investigaciones.

El comandante Villalobos fue jefe de grupo de la Policía Estatal Investigadora (PEI) en San Luis Río Colorado y de 2004 a 2006 ocupó el cargo como jefe de la Policía Municipal, en la administración del finado José Inés Palafox. Roló por Caborca, Altar, Sonoyta, en 2008 estuvo al frente en Puerto Peñasco, el 2010 en Santa Anna, Magdalena…

Luego en 2014 regresó como jefe de grupo de la PEI en esta frontera y también estuvo al frente de la base operativa de Luis B. Sánchez.

Más recientemente estuvo como jefe de Grupo de la Policía Estatal Preventiva,  pasó un tiempo en Nogales y el último y más alto cargo que ocupó hasta el 2018 fue como director general operativo de la Policía Estatal Preventiva.

Campa Lastra

Hasta hace un par de semanas, Luis Alberto Campa Lastra no aparecía entre los posibles candidatos porque aún despachaba como comisario de Seguridad Pública en Hermosillo, hasta que vino que el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del gobierno federal, Alfonso Durazo, y “recomendó” la colocación de mandos militares tanto en la capital del estado como en Ciudad Obregón, Navojoa, Empalme y Guaymas, sede del evento de alto nivel donde participó la gobernadora Claudia Pavlovich y los alcaldes de los citados municipios.

A pesar que la violencia en Hermosillo no se pudo contener, Campa estaba siendo respaldado por la alcaldesa Célida López pero a Alfonso Durazo no le puede decir que no y acató sin chistar que fuera relevado por el General de División Diplomado de Estado Mayor (DEM), en situación de retiro, Gilberto Landeros Briseño.

Tras dejar la jefatura de la Policía Municipal en Hermosillo, Luis Campa es agente libre y podría considerar su regreso a San Luis Río Colorado, de donde es originario.

A pesar de no ser policía de carrera, el ingeniero Luis Alberto Campa se ha venido especializando en la materia desde que debutó como jefe de la Policía Municipal en San Luis, de 1997 al 2000 en la administración del panista Florencio Díaz Armenta.

Luego, de 2007 a 2009 regresó como jefe de la Policía a esta frontera, con Rubén Espino Santana como alcalde y de 2009 a 2013 se desempeñó como el director operativo en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado cuando Ernesto Munro fue secretario en el sexenio de Guillermo Padrés.

Luis Alberto Campa ocupó dos veces el puesto de jefe de la Policía en Hermosillo, primero de 2004 a 2006 en la administración de la alcaldesa María Dolores del Río, cuando militaba en el PAN, y regresó en octubre de 2018, donde permaneció hasta el pasado 15 de agosto cuando llegaron los nuevos mandos militares. @

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