[Diálogo] Un paso adelante, dos atrás
[vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_column_text]
David Figueroa
Un paso adelante y dos atrás es el mensaje sobre la intención de poner al día a México en temas importantes como es la transparencia y paridad de género.
Por un lado celebramos que en nuestro estado la paridad horizontal y vertical en materia electoral pareciera haber llegado a feliz término en cuanto a legislación se refiere, si así se aprobara conforme se tiene previsto en el Congreso local esta semana.
Y por otro lado lamentamos que se haya atorado la iniciativa ciudadana de ley anticorrupción conocida como “Ley 3 de 3” en el Senado justo a una semana de que concluya el período ordinario de sesiones por una repentina diferencia entre PRI y PAN cuando se decía todos estaban de acuerdo.
El PRI anunció que no avalaría en los términos del dictamen la iniciativa que firmaron más de 630 mil ciudadanos, cuando el requisito era de 120 mil firmas validadas para su discusión, pero insistimos: esto a una semana de que concluya el período de sesiones cuando durante meses el discurso fue en positivo.
Recordemos que la propuesta fue originalmente redactada por organizaciones civiles y empresariales, así como académicos y posteriormente presentada ante la opinión pública para recabar las firmas que la avalaran.
Ante la nueva postura del PRI en contra de este dictamen, el PAN ha condicionado la aprobación de la Ley de Mando Único que impulsa el tricolor, y el PRD acusa al PRI de intentar crear un clima de temor y rechazo social a la propuesta.
Así es como de pronto está en riesgo lo que se veía hasta hace una semana como un gran paso en el remedio a la corrupción en México.
Lo delicado de este anuncio conocido el fin de semana, es que la Reforma Constitucional del Sistema Nacional Anticorrupción fija el próximo 30 de abril como fecha límite para que quede lista la ley reglamentaria.
Entonces surgen las dudas de cuánto tiempo tuvieron los legisladores que hoy se oponen para conocer la propuesta de los ciudadanos y argumentar su aprobación o rechazo y cuánto tiempo en discurso celebraron esta iniciativa, para que justo a menos de una semana del plazo expongan su desacuerdo.
Curiosamente y dato aparte, Sonora es uno de los estados donde la Gobernadora Claudia Pavlovich y parte de su gabinete, así como el alcalde de la Capital han presentado su declaración 3 de 3 contrario a la hoy postura de su partido, entre otros diputados locales y federales del tricolor.
De igual forma legisladores y personajes de Acción Nacional que impulsan esta medida de origen ciudadana no han presentado su 3 de 3, como sí lo han hecho el senador Francisco Búrquez y Moisés Gómez Reyna por ejemplo.
Legisladores del PRI exponen que de aprobarse dicha ley anticorrupción en México habría una cacería de brujas, cosa que no precisamente rechaza el ciudadano, pues por el contrario fue la razón de la iniciativa: el hartazgo de la sociedad anta la corrupción e impunidad que ahogan nuestro país.
Mientras que su aliado, el Partido Verde Ecologista de México se sumó al rechazo por considerar anticonstitucional algunas medidas como intervención de llamadas telefónicas y supuestos cateos domiciliarios sin una orden judicial.
Ambos argumentos válidos sin duda. Ambos representan un grado de riesgo, pero insistimos en que el hecho de dar a conocer estos motivos a escasos días de que termine el período de sesiones y del plazo para la Ley Reglamentaria del SNA, hacen pensar que nuevamente la clase política se impone por sus propios intereses ajenos a los del ciudadano.
Esto es lo que hay que rechazar como sociedad sin duda alguna, pues si algo se puede hacer para cambiar cosas que están mal en nuestro país es primero en los congresos, y después con la voluntad de la autoridad ejecutora.
Todo tiene un límite y la sociedad también. La clase política debe entender esto cuanto antes y trasladar sus discursos y acciones a atender los reclamos de los mexicanos.
Si más de 630 mil firmas sin colores partidistas no son un mandato que tanto diputados como senadores deben considerar como nuestros representantes -y me incluyo al haber firmado esta petición-, no entiendo qué otra cosa puede serlo.
Los políticos deben dejar de jugar con el país y con la esperanza de los mexicanos. Si hay dudas que se planteen en tiempo y forma con responsabilidad pues bien dicen que la burra no era arisca.
Los legisladores de cualquier color son empleados de los mexicanos y se les olvida con una facilidad asombrosa. Aquí el tema no es de partidos, es de acabar con el gran cáncer que tiene herido de muerte a este país: la corrupción y la impunidad. ¿Hasta cuándo escucharemos sólo pretextos?[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]