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La clave de la información

Un año para el olvido

El Eslabón Perdido

Humberto Melgoza Vega

Vaya año 2020 que nos hemos aventado, prácticamente en balde, con la baja de miles de mexicanos, muchos familiares, amigos y conocidos, que perdieron la batalla a causa de la pandemia.

Desde marzo y hasta la fecha, el nuevo coronavirus no ha dado tregua, en esta segunda oleada invernal se ha manifestado con mayor intensidad, provocando hasta la fecha casi 4 mil muertes en Sonora y más de 120 mil en todo el país.

Cuando iniciaba el año nadie imaginaba que vendría una peste maligna que enfermaría al mundo y que colapsaría el sistema sanitario global.

La ciencia emprendió una carrera contra el tiempo para atacar al virus, hasta ahora de origen desconocido, y descubrir una vacuna que ya se empieza a aplicar de manera emergente en el mundo, aun con serios efectos colaterales.

La historia de nuestros tiempos será medida antes del Covid (aC) y después del Covid (dC)

–con el perdón de Cristo–, cuando éramos felices y no lo sabíamos hasta que tuvimos que confinarnos, perder el  empleo, ver a gente enfermarse y morir.

Ver a médicos y enfermeras en la línea de fuego, “cayendo como moscas”, frase que hizo “célebre” el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, tronados por el esfuerzo físico, quemados por el impacto emocional, descorazonados por ver a tanta gente irresponsable que no sabe ni cómo se usa la mascarilla y no dejan de hacer vida social.

La pandemia también vino a desnudar las añejas carencias en el sector salud, aunadas a un mal manejo de la crisis, tanto en la parte técnica, sin los insumos e infraestructura necesarios; como en la parte política, con cifras que no corresponden con la tragedia nacional.

Esto, acentuado con líderes que nunca pusieron el ejemplo tan simple y básico como el uso de cubre-bocas –empezando por el presidente López Obrador–, controversia llevada a tribunales contra el sub-secretario Hugo López Gatell, quien pasó en pocos meses de héroe a villano.      

Mientras que los gobiernos tratan de maquillar las cifras, algo tan difícil como querer tapar el sol con un dedo,  a nivel de calle la historia es mucho más complicada.

Nos lo habían advertido y no hicimos caso. Ahorita estamos viendo las consecuencias:

Hospitales saturados, el personal médico fundido, los medicamentos comienzan a escasear y la búsqueda para encontrar tanques de oxígeno se ha convertido en un tesoro muy preciado.

Todos los días sabemos de familiares, amigos, gente cercana que andan batallando con la enfermedad, buscando el medicamento, que de pilón el tratamiento es bastante caro, morir mil veces para quienes no tienen manera de pagarlo.

 Luego del primer lockdown, el cierre de actividades no esenciales y la cuarentena obligatoria, la economía, desde lo global hasta la microempresa quedó temblando.

Otro encierro similar aseguraría que miles de empresas tronaran como palomitas el próximo año.

Con la Navidad cancelada, al menos como estábamos acostumbrados –con pachanga, baile, comelitona, pleitos, balazos y abrazos– como nunca preservar la salud se ha convertido en lo más importante.

Queriendo que este año termine de una vez y nunca regrese, tenemos fe en que 2021 tiene que ser mucho mejor, porque no debemos dejar de ser optimistas.

En este panorama, con salir el año ya será ganancia, mientras tanto y para no perder la buena costumbre, a nombre de CONTRASEÑA les deseamos Feliz Navidad. 

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