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Manuel Garibay, cuatro penales en una semana

Humberto Melgoza Vegapenal1

La noche del pasado miércoles, bajo un impresionante dispositivo de seguridad, Manuel Garibay Espinoza fue trasladado e internado en el Cereso de San Luis Río Colorado, sujeto a proceso penal, acusado de la autoría intelectual en el homicidio del comandante José Antonio Pineda Rodríguez.

Antes, apenas al inicio de la semana, había sido llevado del penal de alta seguridad en Matamoros, Tamaulipas, al de mediana seguridad, en El Hongo, municipio de Tecate, Baja California.

Garibay Espinoza, identificado por las autoridades como presunto líder de un grupo de la delincuencia organizada con epicentro en el valle de Mexicali, permaneció por espacio de cuatro años en el penal federal, a donde fue trasladado por su alto grado de peligrosidad.

Garibay fue detenido en junio de 2010  en un operativo implementado por agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) cuando circulaba a bordo de un pick-up Toyota Tacoma gris, con placas de Jalisco .

Quizás por sus primeras declaraciones, en las que confesó que trabajaba con línea directa para el Chapo Guzmán y El Mayo Zambada, en el tráfico de cocaína desde Cali, Colombia, fue que las autoridades bajacalifornianas decidieron sacarlo del estado.

En menos de una semana, Manuel Garibay Espinoza, ubicado como máximo líder de la banda delictiva de Los Garibay, ha estado en cuatro diferentes penales, librando uno a uno los delitos por los que se le acusa, que van desde delincuencia organizada hasta homicidio calificado, como el caso del comandante José Antonio Pineda Rodríguez.

Allá permaneció encerrado estos últimos años, en donde compartió espacio con capos legendarios como Rafael Caro Quintero; ahí también se enteró en febrero de 2013 de que su hijo y junior, Manuel Garibay Félix había sido ejecutado a las afueras de Zapopan, Jalisco, asesinato que la agencia de inteligencia estadounidense Stratfor atribuyó al Chapo Guzmán.

Luego de eludir los cargos por delincuencia organizada, acopio de armas y delitos contra la salud gracias al amparo concedido por el Juez Cuarto de Distrito en la ciudad de Toluca, don Manuel fue traslado vía aérea a Tijuana de donde fue traslado de inmediato por carretera al penal de El Hongo en espera de ser juzgado por asociación delictuosa y el homicidio del agente ministerial Federico Alvídrez Viramontes.portada

En El Hongo Garibay permaneció apenas un par de días y ya se disponía a recuperar su libertad gracias a que la juez Consuelo Elizondo Navarrete, adscrita al poblado Guadalupe Victoria, no encontró elementos suficientes para condenarlo por el homicidio del Federico Alvídrez, cuando se enteró que afuera lo estaban esperando agentes ministeriales para trasladarlo a San Luis Río Colorado.

La juez Consuelo Elizondo ordenó la libertad de Garibay Espinoza a pesar de que el cuerpo del agente ministerial fue encontrado sepultado en una fosa clandestina en uno de los ranchos propiedad de “El Meño” en el ejido Chiapas III, del valle de Mexicali.

Durante las investigaciones, las autoridades ministeriales de Baja California organizaron un “narco-tour” con periodistas de ambos lados del Río Colorado en el rancho de los Garibay en donde mostraron las excavaciones donde el clan presuntamente inhumaba a sus enemigos a quienes ejecutaban y donde tenían guardado un poderoso arsenal que incluía rifles, granadas y hasta una bazooka antiblindaje. 

La noche del pasado miércoles, en medio de un aparatoso dispositivo de seguridad, que incluyó una decena de patrullas de las distintas corporaciones, incluido el Ejército mexicano, Garibay fue encerrado en el Cereso de San Luis, a donde llegó a bordo de un vehículo blindado especial para el traslado de reos de alta peligrosidad.

La estancia de Manuel Garibay en el Cereso de San Luis fue de apenas unas horas, prácticamente nada más vino a pasar la noche, ya que ayer, alrededor de las 10:00 de la mañana vino un por él un avión del Gobierno del Estado para trasladarlo al Cereso de Hermosillo en donde se encuentra recluido Alfredo Valenzuela Valenzuela, autor material del crimen de Antonio Pineda, donde desahogarán las diligencias correspondientes, como declaraciones ministeriales y careos.

*El crimen del comandante

La tarde del 2 de marzo de 2002, hasta el domicilio del comandante Pineda en avenida Jazmín “B” y 7, llegaron un par de sujetos preguntando por una camioneta Cherokee que el jefe policiaco tenía en venta en el patio de su casa.

Pineda no se encontraba en esos momentos en su casa por lo que los tipos le dejaron dicho con su esposa que más tarde regresarían. Y así fue. Apenas comenzaba a caer la noche cuando el par de sujetos ingresaron a la propiedad, el comandante Pineda subió a la Cherokee para encenderla, para que escucharan el motor y fue cuando uno de los sicarios, identificado como Alfredo Valenzuela Valenzuela, le disparó un par de tiros en la cabeza.

Tras una rápida movilización, luego de que su esposa reportó la agresión por el aparato de radiocomunicación, Alfredo Valenzuela y su acompañante fueron detenidos antes de cruzar la caseta de peaje, en su huida hacia Mexicali.

Luego se sabría que el valioso tiempo que perdieron lo emplearon en dirigirse a una casa de la avenida Puebla 17 y 18, donde escondieron las armas, ese mismo domicilio había sido proporcionado semanas antes por “Alfonso Esparza Dueñas” cuando fue detenido por agentes municipales por exceso de velocidad.

Al detenido le encontraron entre sus ropas una pistola escuadra con cachas de oro y un escorpión del mismo material incrustado en cada costado. Hasta el lugar de la detención, como jefe operativo que era, llegó José Antonio Pineda quien, a pesar de que “Alfonso Esparza” le ofreció dinero a cambio de que lo dejara ir, ordenó que fuera arrestado y fichado.penal

Después que se publicó la foto en los periódicos bajo el nombre ficticio, las autoridades de BC supieron que en realidad se trataba de Manuel Garibay, para entonces ya con algunas órdenes de aprehensión pendientes de cumplimentar. Era demasiado tarde, para entonces ya había sido soltado de la PGR tras pagar una fianza de 10 mil pesos.

Durante los últimos 12 años ya no se había mencionada nada del crimen de Toño Pineda y de los presuntos responsable de su muerte hasta el pasado miércoles, que trascendió el traslado de don Manuel a Sonora para ser juzgado por el crimen del jefe policiaco. @

 

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