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[El Eslabón Perdido] A salto de mata

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Humberto Melgoza Vega

Conforme pasan los días, siguen emergiendo a la luz pública todo tipo de atrocidades cometidas por la administración estatal anterior.

De nueva cuenta fue el fiscal anticorrupción, Odracir Espinoza, el que se llevó la nota al informar sobre cinco gavilanes que se dedicaban a la venta de plazas de maestros, para quienes ya se giró la respectiva orden de aprehensión.

Odracir, Ricardo al revés, informó que de estos cinco tres de los presuntos responsables se encuentran prófugos de la justicia, mientras que dos ya fueron detenidos.

Uno de los evadidos se llama Agustín Antonio Padrés, quien ha sido señalado en los medios de comunicación como primo del ex gobernador Guillermo Padrés, pero ya el flamante diputado federal Agustín Rodríguez, quien fuera secretario particular, se encargó de aclarar vía Twitter que no son parientes y que lo del apellido es mala coincidencia.

Otro de los implicados es Ramón Alberto Valencia López –al rato van a decir que sobrino de Juan Valencia, ex dirigente estatal del PAN—quien conoció a Agustín Padrés cuando éste se desempeñaba como subdirector en Dirección General de Vinculación y Participación Social de la Secretaría de Educación y Cultura, entre septiembre de 2011 y febrero de 2013.

Entre los dos se pusieron de acuerdo para buscar personas interesadas en hacerse de una plaza, a quienes les cobraban desde 60 mil y hasta 100 mil pesos, por hacer toda la tramitología.  A ellos pronto se les sumaron Juan Pablo Gastélum, Mario Valenzuela Guerrero y Gustavo Adolfo Vega Reyes, quienes vieron la oportunidad de hacerse de dinero sin mucho esfuerzo.

Los últimos en integrarse a este grupo se dedicaban a recabar la información, les pedían la mitad por adelantado a los incautos y se daban el lujo de entregarles un nombramiento que resultó apócrifo.

En el colmo del cinismo, según lo relatado por el implacable fiscal anticorrupción, en algunos casos Agustín Padrés se aventó la puntada de tomar protesta a los nuevos “maestros” o funcionarios del sistema educativo estatal.

Esta nueva raya al tigre viene a confirmar el desorden que hubo durante la pasada administración, en la que varios funcionarios no hicieron bien su trabajo.

Otro que se encuentra a salto de mata es el ex secretario de Gobierno, Roberto Romero López, quien ya tiene dos órdenes de aprehensión acumuladas, una por parte de la Fiscalía Anticorrupción y la otra por parte de la Procuraduría General de la República.

El estado lo anda buscando por cielo, tierra y mar para que responda por el delito de tráfico de influencias, el cual presuntamente cometió al gestionar millonarios recursos ante la Secretaría de Agricultura para su beneficio personal. En el mismo paquete va incluida su esposa, la ex diputada local

“Nosotros estamos ubicando ahorita todos los lugares donde se podría encontrar, si lo tuviéramos ubicado ya la hubiéramos detenido, también estamos en colaboración con instituciones americanas por si lo ubican allá”, comentó Odracir Espinoza a los medios.

Hace apenas un par de semanas fue detenido quien fuera secretario de Comunicación Social, Jorge Morales Borbón, a quien posteriormente se le dictó el auto de formal prisión.

El ex subdirector editorial de El Imparcial está siendo acusado por empresarios de los medios de comunicación de extorsión, ya que supuestamente les pedía mochada a cambio de gestionarles los pagos por la publicidad.

De los más de 200 expedientes integrados en la Fiscalía todavía falta que salgan a relucir los nombres de otros funcionarios, desde secretarios, subsecretarios y directores generales, la gran mayoría ya deben andar debidamente amparados.

El que no ha vuelto a dar la cara es nuestro amigo el ex gobernador Guillermo Padrés. Se supone que el nada debe, nada teme.

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