Calor extremo. Los primeros estragos
Para evitar la muerte o el riesgo de lesiones permanentes por deshidratación severa, una persona que camine por el desierto de Arizona en el calor del verano debe consumir no menos de dos galones de agua por día. También en la mancha urbana el astro rey causa estragos en la salud y dispara los consumos de energía eléctrica, entre otras afectaciones.
Juan José Razzo
SAN LUIS RÍO COLORADO.- El calor extremo es una realidad en el noroeste de Sonora y el suroeste de Arizona, la frontera común, pero, aunque es un añejo amigo casi nadie está acostumbrado a los sinsabores que genera, entre ellos peligro de muerte, en especial para los migrantes, hasta los altísimos recibos mensuales por consumo eléctrico en los hogares, producto del uso amplio de los aparatos de aire acondicionado.
En el caso de la migración ilegal, dentro del año fiscal 2021 hasta mayo, los elementos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos habían rescatado en las inmediaciones del límite internacional a 6 mil 898 personas.
Con frecuencia los reportes de la Border Patrol mencionan las lamentables condiciones en que se encuentran los indocumentados, quienes corren la desgracia de perderse en el desierto y sin agua, con temperaturas extremas, sufren el deterioro de sus órganos internos, al grado que algunos requieren hospitalización y tendrán secuelas de por vida.
Apenas el 23 de mayo pasado, dicha corporación recordó el 20 aniversario de la tragedia en la que 14 paisanos perdieron la vida víctimas de la deshidratación y el golpe de calor, en un paraje localizado entre San Luis Río Colorado y Sonoyta, ya dentro de territorio de Arizona, al norte del lugar conocido como Los Vidrios.
Ahora con el uso de la tecnología nueva, como GPS y Carbyne, el Centro de Comando C5i y la Patrulla Fronteriza coordinan esfuerzos para rescatar a las personas en zonas remotas, pero no es posible hacerlo con todas y las bajas continúan.
Peligro
Tomar las debidas precauciones ante la ola de calor que se está presentando en la región, es la alerta que lanzó a mediados de junio, el director de Salud Pública Municipal, Pedro Torres Rivera, en tanto que hubo registros de 48 grados centígrados a la sombra en esta frontera de Sonora.
Por el riesgo de golpe de calor y deshidratación que, en casos extremos, pueden poner en peligro la vida de las personas, sobre todo si se trata de adultos mayores o de menores de edad, que son los grupos más vulnerables.
El golpe de calor es un cuadro clínico grave que afecta a personas sanas o enfermas, y se manifiesta con síntomas como el incremento de la temperatura del cuerpo hasta 39 grados, palpitaciones, sudoración o pérdida de la sudoración o hasta convulsiones, precisó.
Señaló que se sugiere evitar salir si no es necesario, permanecer en lugares refrigerados y en resguardo de los rayos del sol, beber agua en abundancia o sueros, en particular si se ha expuesto a varias horas de calor y se han perdido líquidos, además de vestir con ropa ligera y fresca.
En caso de presentar estos síntomas, se sugiere llamar al número de emergencias 911 de inmediato, llevar a la persona a un lugar fresco y tratar de bajarle la temperatura con agua o hielo e hidratarlo lo más posible, indicó Torres Rivera.
Durante las últimas semanas, también se han colocado puntos de hidratación en distintos puntos de la ciudad al igual que cada temporada de verano.
Por su parte, la Patrulla Fronteriza en Arizona, señaló que con altas temperaturas pronosticadas muy por encima de los 100 grados Fahrenheit (38.8 centígrados) a quienes cruzan la frontera a no esperar hasta que sea demasiado tarde, llamar al 911 y vivir para ver otro día.
Puntualizó que el desierto es vasto y traicionero, y cuando una persona cruza ilegalmente, pone su vida en un peligro increíble.
Para evitar la muerte o el riesgo de lesiones permanentes por deshidratación severa, una persona que camina por el desierto de Arizona en el calor del verano debe consumir no menos de dos galones de agua por día.
Un galón de agua pesa más de tres kilogramos (más de 8 libras), por lo tanto, es físicamente imposible para una persona promedio llevar suficiente agua para evitar una deshidratación potencialmente mortal en el transcurso de varios días en el desierto.
En mayo murieron cinco migrantes
El 1 de junio pasado agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector Yuma encontraron a dos personas fallecidas en lugares separados en el desierto al sureste de la comunidad Foothills, Arizona.
El agente jefe de patrulla del Sector Yuma, Chris T. Clem, dijo que este es un ejemplo trágico de cómo los traficantes explotan a los migrantes. “Los contrabandistas no tienen respeto por la vida humana. Los agentes de la Patrulla Fronteriza continuarán haciendo todo lo posible para mitigar las entradas y rescatar a los migrantes que necesitan su ayuda”.
Lenin Padilla, coordinador del Programa de Migrantes Desaparecidos del Sector Yuma, dijo que la Patrulla Fronteriza está trabajando con el gobierno mexicano y otras organizaciones no gubernamentales para tratar de evitar que ocurran incidentes como este.
Al publicar anuncios de servicio público en México, esperan que los migrantes eviten cruzar la frontera en áreas áridas del desierto, especialmente durante el verano, “lo más importante es la prevención. Estamos tratando de evitar que la gente cruce el desierto, especialmente en los meses de verano”.
Padilla también trabaja en estrecha colaboración con consulados, médicos forenses y forenses para ayudar a localizar a los migrantes desaparecidos e identificar a los migrantes fallecidos con el fin de notificar a los miembros de la familia.
Para aquellos que eligen ignorar las advertencias, existen las torres de rescate y los carteles del 911, están ubicados en todo el desierto para que los migrantes puedan pedir ayuda si lo necesitan.
Durante el mes de mayo, agentes del Sector Yuma respondieron a 47 llamadas al 911 y rescataron a 126 migrantes, pero también se recuperaron cinco cadáveres, tres de los cuales fueron identificados y dos cuyas identidades se desconocen.
Calor más el tema del momento: Covid-19
Aunque estén subiendo las temperaturas no significa que disminuyan los casos por Covid-19, ya que el riesgo de contagio es el mismo, resaltó el titular de la Secretaría de Salud en Sonora, Enrique Clausen Iberri.
Debido a la falsa creencia de que al igual que las enfermedades respiratorias disminuyen durante el verano, también lo hará la pandemia, el funcionario llamó a la población a seguir manteniendo las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, el lavado contante de manos y el distanciamiento social.
“Recuerda también que el aumento de las temperaturas no disminuye los contagios por Covid, el riesgo de contagio es el mismo, el virus es resistente, usa cubrebocas, lávate constantemente las manos y guarda la distancia social”, indicó.
Clausen Iberri añadió que la ciudadanía debe cuidarse del calor y evitar la exposición prolongada a los rayos del sol, además de consumir mucha agua para mantenerse hidratados.
“El calor ya está pegando con todo, hay que cuidarse de las altas temperaturas, evita la exposición prolongada a los rayos del sol; busca la sombra y lugares frescos; usa ropa ligera y de colores claros, y sobre todo toma mucha agua para mantenerse constantemente hidratado”, señaló.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el virus del Covid-19 ha resultado más resistente de lo esperado, así como su capacidad de adaptación ante temas como las elevadas temperaturas de esta región, por lo que hay que cuidarse de ambos. @