Aduana tortuga. Roba tiempo y afecta actividad comercial en la frontera
Primero fue la inseguridad, luego la pandemia y ahora las filas kilométricas que se forman para salir de Estados Unidos a México que inhiben la visita a San Luis se deben a la parsimonia con la que el personal militar realiza las revisiones, tanto en la fila vehicular, donde el semáforo fiscal es relativo, como en la peatonal, en donde se forman tumultos que podrían provocar una tragedia.
Humberto Melgoza Vega
SAN LUIS RÍO COLORADO.-Las filas tanto para cruzar a los Estados Unidos como para salir a México históricamente han sido un caos en San Luis Río Colorado, pero en los años, meses y semanas recientes se ha vuelto un verdadero caos.
Y esto demuestra al menos dos cosas: que la garita internacional se ha vuelto obsoleta y poco funcional para la importancia y tamaño de una región como la de San Luis y el Condado de Yuma; y que las revisiones están siendo lentas como tortugas.
En especial, las quejas que han sido públicas se deben a las colas que se generan para salir hacia México, las cuales llegan hasta la Walmart de San Luis, Arizona, y la peatonal hasta el McDonalds.
Esta situación está generando una importante inconformidad entre los residentes locales que cruzan a diario por cuestiones de trabajo, sobre todo los emigrados que laboran en los campos agrícolas; y por parte del comercio organizado, ya que las largas filas para cruzar hacia este lado de la frontera, que duran hasta dos horas, les quitan las ganas de venir.

“Esto de las largas filas para salir nos está afectando y mucho”, manifestó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de San Luis, Leonardo Limón Ceja.
“Antes, los fines de semana, los emigrados venían a San Luis de visita con la familia, a lavar sus carros, a comer a los restaurantes y las mujeres a las estéticas o a hacerse las uñas, había una importante derrama, pero hemos tenido muchas quejas”, reconoció.
Con la militarización de las aduanas del país por orden presidencial, so pretexto de desterrar la ancestral corrupción, los policías fiscales pasaron a segundo plano, y ahora el teniente coronel José Cruz Butrón Pérez es el nuevo administrador del recinto aduanal en San Luis Río Colorado.
También, como una manera de enfrentar la violencia que se extiende por todo el país, en las aduanas han endurecido las revisiones para evitar el contrabando y tráfico de armas de Estados Unidos a México sin que se haya sabido de algún decomiso, al menos en la vieja garita que divide los dos San Luises.
Mientras que el cruce fronterizo sigue generando caos para los residentes de ambos lados de la frontera, sobre todo por la pérdida de tiempo –el tiempo es oro–, el proyecto para la remodelación del Puerto de Entrada San Luis 1 que el gobernador Alfonso Durazo, el alcalde Santos González y un grupo de empresarios locales han adoptado como prioritario no avanza al mismo ritmo que del lado americano…
De ida y vuelta
Miles de emigrados cruzan todos los días en ambos sentidos de la frontera, de las 3:00 a las 5:00 am para trabajar en los campos del Condado de Yuma, y de 4:00 a 5:00 pm cuando regresan todos “madreados”. Ahora hacen fila hasta para salir de 15, 30 minutos, una hora y hasta más.
El motivo por el que se están tardando tanto es porque los militares que están en el recinto fiscal los obligan a que pasen cada uno la mochila que usan para el trabajo.

Hace unas semanas la banda donde está el scanner de rayos X se descompuso y las revisiones las estuvieron haciendo de manera manual por lo que el proceso fue todavía más lento.
Ahora que sí funciona están pasando de tres en tres, para que no se dañe la banda. Los tumultos que se generan para salir en la fila peatonal se han vuelto peligrosos, por los empujones, el riesgo de asfixia y por la cercanía de los alambres con filosas navajas que los americanos tienen en toda el área.
Hace poco más de una semana una mujer que venía con su bebé de brazos estuvo a punto de ser aplastada. A pesar de que en la cola les dan el paso a quienes no traen mochila o vienen cargando bolsas, cuando la mujer llegó al recinto se desvaneció y tuvo que ser auxiliada por los militares.
“Uno viene cansado y enfadado del trabajo, con ganas de llegar a la casa a descansar y resulta que todavía nos aventamos una hora para salir, esto es cosa de todos los días y los soldados no son nada amables”, comentó otro de los “mochilones” al reportero de Semanario CONTRASEÑA.

“A la gente que no trae mochila se puede adelantar en la fila, pero hay veces que otros se aprovechan y se meten porque quieren pasar más rápido y es cuando han estado a punto de armarse los chingazos”, me dijo otro de los trabajadores del campo, ya del lado mexicano.
Las filas más allá de la Walmart para salir a México en carro han irritado a muchos residentes locales que cruzan con frecuencia en ambos sentidos de la frontera por cuestiones de trabajo quienes ya hasta proponen una “Sentri” de regreso.
“Qué mal pero al menos en la fila en carro no toca ver a los trabajadores mexicanos peleándose a golpes, empujándose entre ellos así como a mujeres y niños peleándose también verbalmente para poder cruzar de regreso a México”, publicó en redes la abogada sanlusina Ángela Olua, “cada vez está peor la cosa pero lo que da más coraje es que en las oficinas de la Aduana no hacen nada para agilizar este proceso”.
“Y mi hijo una hora y media para salir a pie, ¡es ridículo! Y la gente que viene de sus trabajos después de jornadas laborales de 10-12 horas, horas ahí atorados en la fila. Y no solo eso, además horas madrugando para entrar al vecino país…”, publicó Angélika Serna Partida en la red social Facebook, entre muchos otros comentarios por el estilo.
A la cola
Las largas filas para salir de Estados Unidos a México iniciaron en tiempos de la pandemia, cuando estaba prohibido el cruce a los residentes locales con visa y la aduana se cerraba en ambos sentidos a las 10:00 de la noche.
Pero en los meses recientes la situación se ha agudizado, admite Leonardo Limón, presidente del comercio organizado de San Luis Río Colorado.
“Esta situación ha repercutido muy fuerte en el comercio local porque las filas llegan hasta más allá de la Walmart, filas de una hora y media dos horas para poder ingresar a México, ya lo estamos viendo también entre semana y el sábado ni se diga”, resaltó.
Los fines de semana se daba una derrama muy importante, “las economías de Arizona y México están muy ligadas y nosotros dependemos en gran medida de los emigrados, que vienen y gastan sus dólares”, destacó.
Limón Ceja menciona que muchas de estas personas se están absteniendo de venir hacia este lado de la frontera “a menos que sea una urgencia”.
Todo esto inhibe que el residente o ciudadano americano venga a consumir a San Luis, México, insistió. “La gente piensa `no voy a hacer dos horas para salir a México y dos horas para regresarme´…”.
Los militares están en un proceso de adaptación, consideró el presidente de la Canaco, y será cuestión de tiempo para que agilicen los cruces tanto peatonales como vehiculares.
La remodelación de la garita 1 “es un proyecto altamente prioritario, porque va a ser de un gran beneficio para la economía no solo de ambas ciudades, sino también de ambos estados y ambos países”.

Considera que la iniciativa privada debe presionar a los gobiernos de México y Estados Unidos para que se le dé prioridad al proyecto de remodelación de la garita internacional de San Luis Río Colorado.
“Estamos dejando de percibir ganancias desde los que tienen un puesto semi-fijo hasta los comercios grandes de tiendas auto-departamentales o de conveniencia es muy fuerte el impacto, no tengo el porcentaje a la mano pero sí sabemos que hay mucha gente que por este motivo no está cruzando hacia México”, sostuvo.
Esta debería ser una preocupación binacional, ya que el comercio de Yuma y San Luis, Arizona también dependen en gran medida de los consumidores sanluisinos “porque la gente tampoco está yendo para allá, porque serían dos horas de entrada más dos horas de salida…”, consideró el líder de la Canaco. @