SE ACABARON LOS ABRAZOS
La política pública de los “abrazos, no balazos” aplicada durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y que en los hechos se ve que no funcionó, por la expansión de los cárteles de la droga y de la narcoviolencia, están dando paso a un nuevo modelo de seguridad pública, condicionado en gran medida por la presión del presidente electo de los Estados Unidos.
Humberto Melgoza Vega
SAN LUIS RÍO COLORADO.-La guerra que se vive en Sinaloa entre las organizaciones de Los Chapitos y La Mayiza, específicamente en la zona urbana y serrana de la capital Culiacán, “se encuentra a tope” y está teniendo repercusiones en entidades vecinas como Sonora y con impacto hasta Baja California, consideró Marco Paz Pellat, vocero del Comité Ciudadano de Seguridad Pública con sede en Hermosillo.
Son varios los factores que inciden para que el problema mantenga los focos de alerta encendidos en el gobierno mexicano, tanto internos por la inestabilidad social que causan entre los sectores productivos de la población; como externos, por la presión política del gobierno electo de los Estados Unidos.
El especialista en la materia enumera los factores que están presionando para que haya un cambio en la estrategia de seguridad del gobierno de México que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum.
El problema de fondo, dice, es la transición en la industria del narcotráfico hacia las drogas químicas como el fentanilo, por encima de la cocaína y la mariguana, situación que ha venido a agravar el problema.
“Estamos hablando de otro modelo de negocios, que dependen de diferentes precursores con origen en distintos países que se necesitan para la fabricación del fentanilo, en especial de China, pero la DEA dice que Los Chapitos tienen relaciones de proveedores con más de 30 países y que se ha vuelto el más rentable hasta por diez veces”, destaca.
Expone que para fabricar el fentanilo, que el presidente AMLO siempre negó que se procesara en México, se requieren menos extensión territorial y mano de obra para su elaboración en la que según nota reciente del New York Times están reclutando a jóvenes químicos mexicanos para que aporten sus conocimientos.
“Con el conflicto que se vive en Sinaloa los agricultores temían que no llegara mano de obra del sur del país para poder levantar las cosechas, pero resulta que no tuvieron problema porque estos jornaleros han sido expulsados del negocio del narcotráfico tradicional, este cambio de fondo está obligando que dos o tres bandas sean las que tienen el control, entre ellos Los Chapitos y Los Mayos”, subraya.
La ruptura entre ambas facciones a raíz de la entrega de Ismael “El Mayo” Zambada al gobierno de los Estados Unidos por parte de Los Chapitos “es de tal profundidad que ellos están dispuestos a aniquilarse y esto está generando inestabilidad en toda la cadena de control que tienen estas bandas, incluyendo Sonora”.
El conflicto por el control de las plazas y la aparente embestida de las fuerzas armadas, que se reflejan con la detención de algunos cabecillas de las bandas y el decomiso de 1.5 toneladas de fentanilo esta semana con la llegada del secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch a Culiacán para tratar de apagar las llamas, los están sacando de balance y están permitiendo que se dediquen a otro tipo de delitos para poder mantener la nómina, menciona.
“Por eso está creciendo la extorsión, el secuestro y el robo de alta gama, eso es muy peligroso. Este conflicto armado dentro del cártel está generando un efecto multiplicador entre sus diferentes socios…eso crea una tremenda inestabilidad, ahorita la guerra está a tope y no es tan fácil resolver el problema de Sinaloa”, explica.
De acuerdo a la experiencia del especialista en temas de seguridad pública para que baje de intensidad o se apague este conflicto pueden pasar meses, incluso años.
Señala que el sector empresarial sinaloense estima que esta guerra que va para tres meses les ha significado pérdidas por mil 800 millones de pesos “está destruido Culiacán, están cerrando restaurantes, comercios, industrias y eso tiene una repercusión en Sonora, que es hacia donde se está moviendo mucha gente que ya no soporta esa situación”.
“García Harfuch tendrá muy buenas credenciales como policía pero es parte del mismo sistema, recordemos que era parte de la gente de (Genaro) García Luna y su nombre salió relacionado con el tema de Ayotzinapa…claro tiene, tiene el perfil policiaco, es más técnico y algo muy importante, que cuenta con todo el apoyo de la presidenta, pero lo que necesitamos son resultados”, manifestó.
Dice que esta semana el secretario de Seguridad se mudó temporalmente a Sinaloa para tratar de resolver el conflicto interno entre las facciones del cártel pero esa será una batalla de largo plazo, considera.
El otro factor se llama Donald Trump, quien advirtió que a partir del 20 de enero que asuma el poder sellaría la frontera para el tráfico ilegal de personas y de droga y esto impactaría directamente a Sonora por su amplia franja fronteriza con Arizona.
“El tráfico de personas es tan grande por Sonora que los traficantes se están quedando con todas las provisiones de los pueblos porque tienen que darles de comer, medicamentos, necesitan combustible, entonces hay una sobrepresión que está provocando problemas de abastecimiento y las cosas se están poniendo muy complicadas”, apunta.
Marco Paz considera que el aumento de las recompensas que ofrece el gobierno de los Estados por los principales capos mexicanos como el Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación y los cabecillas de La Chapizza, entre otros, no tiene un efecto sustancial “es propaganda pura del gobierno de los Estados Unidos”
Mando Único
En el caso de San Luis Río Colorado, Paz Pellat considera que finalmente comienzan a verse los resultados de la implementación del Mando Único Policial, ante la sensible baja en los delitos de alto impacto que se han registrado en las últimas semanas.
Comenta que la presencia de tantos elementos de las fuerzas del orden patrullando las calles terminan por inhibir la presencia de los grupos de sicarios haciendo sus ajustes de cuentas en la plaza que se disputan entre las ramificaciones de Chapitos y Gente Nueva Salazar con la banda de Los Rusos, que tienen el control de la plaza en Mexicali.
Resalta que hay una gran diferencia entre la capacidad de armamento y de adiestramiento entre las fuerzas del orden y los grupos de pistoleros en donde invariablemente, cuando hay enfrentamientos, quienes salen con mejores dividendos son las corporaciones policiacas y militares.
Pero les faltan helicópteros artillados para poder combatirlos también por aire, así como la utilización de drones que ayuden en las labores de inteligencia.
Lo que se necesita también es mayores recursos económicos, “por eso le estamos apostando desde el sector empresarial a la creación de un fideicomiso para la seguridad pública…con este se tendrían recursos extraordinarios para crear nuevas estrategias…esa zona de San Luis y el valle de Mexicali está muy compleja porque además dependemos de la coordinación de dos que nunca ha sido buena…”.
“El Mando Único está comenzando a dar resultados, el secretario de Seguridad Pública así nos lo ha comentado, que se está fortaleciendo a la Policía Municipal que se quedará al frente una vez que termine la vigencia que es por un año, junto con otras estrategias de fortalecimiento institucional para que inhiban que el crimen organizado se instale de manera permanente en esa zona”, opina.
El vocero del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Sonora destaca que se van a necesitar más recursos, por eso se está planteando la creación de este fideicomiso para la competitividad con seguridad “para aplicar medidas específicas que se requieren para lograr mejores resultados en el combate a la violencia y el crimen organizado
“Tenemos que reaccionar, estamos en un momento muy complejo a nivel nacional y particularmente en Sonora, reaccionar de manera contundente nos va a ayudar para que en el futuro tengamos mejores condiciones de seguridad pública”, sostuvo. @