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INFLACIÓN. Se come al salario mínimo

A noviembre de 2021 se ha registrado en México una inflación superior al 7 por ciento, la más alta en los últimos 20 años, de acuerdo a cifras del Inegi. Ante este panorama de alza galopante en los precios de la canasta básica el aumento al salario mísero prácticamente se pulveriza.   

Manuel Cuen y Carina Arguilez

SAN LUIS RÍO COLORADO.- La inflación, es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios.

De acuerdo al INEGI, la tasa de inflación anual de 2021 fue de 7.37 por ciento. En diciembre de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador asumió el poder, la inflación rondaba el 4.83 por ciento. Durante 2019 el gobierno pudo conseguir bajar los niveles hasta el 2.10 que se registró el abril de 2020, pero a partir de esa fecha, en la que también hay que decirlo, empieza el cierre de empresas y la cuarentena sanitaria por el COVID 19, la inflación lleva un ascendente de 4.0 por ciento en agosto de ese mismo año.

Aunque descendió para diciembre, ya la inflación anual llevaba un 6.0 por ciento de promedio, hasta llegar a este momento, que de acuerdo a datos oficiales tasa en el 7.37 por ciento anual, la más alta en 20 años.

Cuando el nivel general de precios sube, menos bienes y servicios podemos adquirir con nuestro dinero.

Es cierto, el salario mínimo en México ha tenido aumentos. Se habla de otro aumento para 2022 con lo que el mínimo en la frontera sería superior a 200 pesos diarios, que sigue siendo una verdadera miseria.

Pero ustedes ¿cómo sintieron 2021, en cuanto a los precios de los productos básicos?, fue la pregunta que lanzamos vía redes sociales a los lectores de CONTRASEÑA.

“Por las nubes, todo, todo subió”, dijo Rosalva González F., residente en Ensenada.

El contador público Reynaldo González Ruelas dijo que “la Comisión Nacional de Salarios y los gobernantes no se dan cuenta que entre más aumenten el salario, los precios de todos o de la mayoría de los productos, suben más del incremento autorizado, y es una cascada de subir y subir precios. Dice el presidente que no hay nuevos impuestos, pero pagas más de impuestos incluidos en los precios y en los pagos al IMSS, Gobierno del Estado y Municipio”.

La inflación nos ahorca

Para el maestro Adán Romero Valencia, quien reside en Hermosillo, donde labora para la Universidad de Sonora “lo peor del caso es que para cuando llega el nuevo salario, los productos ya subieron desde un mes o más y todo queda más caro y los que tenemos aumento de revisión salarial, se alarga hasta seis meses ahorcándonos más que a otros”.

En la opinión de Mauricio Meza, que reside en esta ciudad “de lo único que sirve el aumento es que hay menos puestos de trabajo. Con la inflación, quedamos peor y las pequeñas empresas prefieren contratar menos personal”.

En información recaba por el Banco de México, en agosto del 2021 “los precios al consumidor tuvieron un aumento de 0.19 por ciento, cifra inferior al incremento que se observó un año atrás (0.39%), pero superior al estimado para ese mes por el sector privado (0.18%)”.

“El comportamiento de los precios en el mes de agosto se explica sustancialmente por el alza en el precio de las frutas y verduras (chile serrano, aguacate, cebolla), que contribuyeron con 0.187 puntos porcentuales (pp) del nivel de la inflación mensual; los alimentos procesados (tortilla de maíz y aceites y grasas vegetales comestibles)”, de acuerdo con BANXICO.

Manuel Sánchez González, ex director del Banco de México, dijo que “en octubre de 2021, la variación mensual del INPC ascendió a 0.8 por ciento, el ritmo más elevado para ese mes en 23 años. Este dato implica una inflación anualizada de más de diez por ciento”.

La inflación es un fenómeno que se observa en la economía de un país y está relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en sus mercados.

Cuando hay inflación en una economía, es muy difícil distribuir nuestros ingresos, planear un viaje, pagar nuestras deudas o invertir en algo rentable, ya que los precios, que eran una referencia para asignar nuestro dinero de la mejor manera posible, están distorsionados.

Para Lety Cano, quien reside en Mexicali, lo del aumento del salario mínimo “es una forma de engañar. Incrementas precios (negativo). Incrementas sueldo para callar, estrategia. No incrementos en combustibles, alimentos y servicios básicos, que es lo que ahorca a la población y dispara la inflación”.

Para Maya López, empleada “todo subió espantosamente. Es importante guardar precios de principio de año, para ver en realidad cuanto porcentaje sube a fin de año. Una cosa espantosa. Este año la canasta básica, la gasolina, los impuestos, todo. No puede uno esperar nada bueno el 2022. Si sube el sueldo mínimo, la canasta básica ya se disparó tres veces. Es una cortina de humo. No hay quien crea en eso”.

Para el ama de casa y activista social María Robles: “Estos dos años, la realidad sin maquillaje, es que los ricos amasaron millones en ganancias, alzaron los precios abusivamente y sin control. Todo sube y piensan que el salario es elástico, pero a nadie le interesa tocar temas que hablen de la realidad, porque se lastima al poder”.

Fenómeno global

Dice Alejandro Jiménez, quien reside en Hermosillo: “No creo que los empresarios multifacéticos en la gama de productos que abastecen todas las tiendas (conformando la canasta básica) de alimentos nutritivos inculcados al pueblo. Lala, Bimbo, Tecate, Coca Cola, Gamesa, Sabritas, Bachoco, Maseca, Maruchan, Bud, Nestlé, Rosarito, Peñafiel, Jumex, Ciel, Zuko y cuanto producto chatarra excesivamente dañino, existe, quieran ponerse del lado del representante del pueblo para no perjudicar a sus clientes. Los 33 grados que tiene la pirámide de la muerte, agrupado frenéticamente en una asociación de organismo doble equis. Atentar contra la vida en exceso, es un abuso. P. D. (No creo que ellos consuman sus productos)”.

Kevin Rueben, reside en Puerto Peñasco y estudió en la Facultad de Economía de la UNAM: “El aumento del salario mínimo ha sido absorbido de forma inmediata por la inflación. Y si bien la inflación es un fenómeno global, hacia dentro, se debería pensar más allá de un ajuste de tasas de interés (que es lo que normalmente de hace en estos casos). Todo parece indicar el 2022 será un año inestable en lo económico”.

En la opinión de Fernando Laborín, quien reside en San Luis Río Colorado, pero trabaja en Estados Unidos: “A lo mejor no se trata de querer controlar los precios, sino que existan incentivos empresariales para que sigan saliendo empresas que puedan producir el mismo producto de manera más económica. Deberíamos de apoyar las marcas genéricas pero que se esfuercen a darnos la misma calidad que las marcas originales. Así forzamos a las empresas a competir entre sí y no permitir que las empresas se involucren en nuestra política, ni con nuestros políticos”.

Para el pequeño comerciante Rigoberto García Espitia “el dinero cada vez vale menos y se necesitan más pesos para comprar los mismos kilos. Por eso, qué bueno que AMLO nos trata de defender de esa manera, sin cortar los apoyos”.

En opinión de Ignacio López Ahumada “lo más malo de todo esto, es que los aumentos de precios se sienten o repercuten en el estómago”.

¿Qué hacer?

Cuando les preguntamos a nuestros lectores, ¿qué sugieren que se deba hacer para controlar el incremento de precios? Estas fueron sus respuestas:

Para Mauricio Meza, “lo que el gobierno debe hacer es promover el libre mercado, cobrar menos impuestos y dejar de ahuyentar las inversiones”.

Le respondimos a Mauricio que libre mercado ya hay y que  los impuestos no han subido significativamente, pero que sin embargo, sigue habiendo problema en el poder adquisitivo de los mexicanos.

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Mauricio Meza reviró que “libre mercado no hay completamente, pues el Estado regula la adquisición y venta de bienes y servicios. Los impuestos, sí han subido de forma indirecta al consumo, ventas, servicios online, comida de mascotas, herencias, traspasos entre cuentas. Hasta por recibir dinero en PayPal te cobran ahora. Es una falacia el que no suban los impuestos, si quienes los pagamos, cada vez pagamos más”.

En la opinión de Maya López, lo que se debe hacer, es “apoyo al campo, pero en vez de apoyarles le suben los precios al agua para los riegos. Los préstamos agrícolas hasta los cielos. Vivimos de la tierra. Pero los gobiernos no apoyan ni la agricultura, ni la ganadería, ni la pesca. Las riquezas en manos de unos pocos. Apoyo a los inversionistas, pero le suben los impuestos al cielo. ¿Qué hacen? Se van a otros países.

Para Reynaldo González Ruelas, contador público, lo que el gobierno debiera hacer para reducir la inflación, es: “Bajar los sueldos a los senadores, diputados, ministros, directores de PEMEX, CFE, secretarios hasta un nivel de jerarquía medio hacia arriba, gobernadores, embajadores, INE, presidentes municipales, disminuir regidores, ajustar sueldos de toda la estructura gubernamental y quitarles 60 por ciento de apoyo a los partidos políticos y permitir y dar facilidades a las empresas extranjeras que quieran instalarse en México, con las normas adecuadas para el beneficio de ambas partes”.

La inflación, es un fenómeno global, es cierto. Pero a fin de cuentas provoca  desequilibrio en el poder adquisitivo de los mexicanos. Es decir, el poquito dinero que tenemos los que tenemos que trabajar todos los días, los que no somos funcionarios, cada vez vale menos. @

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