Sonora, un estado peligroso para las mujeres
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Con niveles por encima de la media nacional, esta entidad figura entre las primeras tres en todo el país con los mayores índices de casos de violencia hacia la mujer, un problema social que deja tras de sí heridas difíciles de cerrar y un ciclo cultural que permanece agazapado como un eco profundo que apenas si rompe el silencio
Bibiana García Garza
Golpes, gritos, palabras hirientes, desplantes, humillaciones, violaciones, confinamiento, restricciones económicas, acoso e indiferencia constituyen en el país y en el estado de Sonora los casos de mayor incidencia en lo que se refiere a la fenómeno de violencia contra las mujeres.
En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las estadísticas atestan un golpe a la conciencia colectiva en términos de la realidad que se vive, una problemática que no se ha logrado superar y que, por el contrario, pareciera seguir en aumento a pesar de que los tiempos han cambiado.
Hoy en día, la violencia de género es todavía una práctica que se refleja en todo el país en actos que van desde la trata de blancas, la discriminación, el acoso laboral, y la explotación, pasando por los abusos dentro del ámbito familiar y la desigualdad en muchos otros ámbitos.
Las últimas cifras dadas a conocer por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endrh), actualizadas hasta 2011, revelan que en México, la violencia de género afecta a un 63 por ciento de mujeres de 15 años en adelante.
Todas ellas refieren haber experimentado violencia física o emocional, amenazas, intimidaciones y agresiones, esto es, tanto por parte de sus padres y parejas sentimentales, como de perfectos desconocidos.
Dentro de dichas cifras se revela que la entidad en donde se presenta una mayor prevalencia de actos violentos contra la mujer es en el Estado de México, con un 57.6 por ciento, seguido de Nayarit (54.5 por ciento), y de Sonora en tercer lugar, con un 54.0 por ciento.
Esto rebasa el nivel de la media nacional que es del 44 por ciento, advirtieron los especialistas.
Es importante mencionar que las encuestas realizadas en Sonora revelan que, en relación a los resultados de la que se obtuvieron desde el 2003, los casos de violencia hacia las mujeres solteras o casadas se incrementaron en un 8.4 por ciento.
Y es que hace once años, cuando se realizó la encuesta por primera vez, la cifra de mujeres violentadas fue del 45.6 por ciento, desde entonces por encima de la media.
Por otra parte, el estudio ´Panorama de la violencia contra mujeres en Sonora´ de Endrh indica que el 52.1 por ciento de las mujeres (299 mil 115), tanto casadas como solteras o en unión libre, han sufrido al menos un incidente de violencia a lo largo de su respectiva relación sentimental.
En los tipos de violencia, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) establece que pueden ser física, emocional, psicológica, sexual, económica, patrimonial, escolar, laboral, y en el noviazgo.
Inclusive, desde hace años se plantea que otro enemigo a vencer aparte de la violencia es el miedo a la denuncia, por lo que se cree que existen aún más casos que no se registran, otro hecho que refleja que hay un rezago en el desarrollo cultural de la sociedad en relación a la igualdad de género y a la promoción de la no violencia.
En San Luis Río Colorado, la titular del Departamento de Coordinación de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, Maribel Ibarra Morales, también se refirió a esta creciente problemática en el estado, en el marco de la conferencia “Violencia contra la mujer, un reto a vencer”, que se llevó a cabo el miércoles por la mañana en el auditorio del Centro Universitario de Sonora (CUT).
“El 60 por ciento de las mujeres en México son víctimas de algún tipo de violencia y de acuerdo a las encuestas más recientes observamos que Sonora presenta índices por encima de la media nacional, de acuerdo a información actualizada hasta el 2014”, señaló.
Algunos de los factores que desatan esta problemática, dijo, tienen que ver con la economía y las adicciones, que juegan un papel importante en desencadenar trastornos emocionales que a su vez provocan la violencia de la que muchas mujeres son víctimas.
En primer lugar de esas causas, no obstante, se encuentra la educación y la cultura que prevalece en todo el país sobre la falta de conocimiento sobre el respeto a los derechos de la mujer tanto por parte de muchos hombres, como de las mismas mujeres, anotó.
“Muchos de nuestros hombres no saben que deben de respetar los derechos de las mujeres pero también las mujeres no sabemos defendernos o empoderarnos en cuanto a quienes somos”, externó.
A nivel internacional, agregó, de 4 millones de personas que son víctimas de violencia, un 98 por ciento son mujeres y niñas, y aunque dos terceras partes de los países en el mundo tienen leyes que protegen a la mujer de la violencia doméstica, la práctica prevalece como un fenómeno más común de lo que las mismas cifras revelan.
Sin embargo, a pesar de las alarmantes cifras en el estado de Sonora, comentó, en lo que respecta a San Luis Río Colorado el semáforo delictivo no marca niveles altos en casos de violencia, y ni a nivel local o estatal repuntan los casos de violación.
Por su parte, la titular del Centro de Orientación, Atención y Protección a Víctimas del Delito en esta ciudad, Greta Vanessa Ayala Cota, señaló que parte del fenómeno de la violencia tiene que ver con la cultura machista en México.
A pesar de las leyes que protegen a la mujer y las sanciones que se imponen a los agresores las cifras siguen altas debido a la idiosincrasia mexicana, comentó.
“Todavía hay una cultura y un condicionamiento social en el cual la mujer no tiene voz ni decisión y que impide que ésta viva de una manera más libre a como se ha acostumbrado a lo largo de la historia”, anotó.
Durante la conferencia también se expusieron algunos otros puntos relacionados a cómo evitar convertirse en una víctima de la violencia por parte de la psicóloga Olivia Estrada Angulo, adscrita a la Subprocuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, así como de su titular, Joanna Karina Bautista Arvizu.
Dentro de esos temas se abordó el cómo romper el llamado ´ciclo de la violencia´ en una relación de pareja dañina y cómo pedir ayuda, así como las alternativas que tiene la mujer hoy en día para denunciar y refugiarse de una pareja que la agreda o maltrate constantemente.
También presente, la presidenta de DIF, Guadalupe Sánchez Quirós, recordó que las víctimas de violencia pueden alzar la voz y pedir ayuda tanto a DIF (534 1430), como a la Dirección de Seguridad Pública (066) o a Copavid (534 9139).
** La cifra negra y los feminicidios **
A pesar de los esfuerzos por promover una cruzada contra la violencia y concientizar cada vez a más mujeres de que rompan ese llamado ´ciclo de la violencia´, el problema inicia con el miedo a la denuncia, tal y como lo señaló la titular del Instituto Sonorense de la Mujer (ISM), Angélica Payán García.
Ese miedo, es alimentado por los agresores que limitan a sus víctimas a pedir ayuda a base de golpes, amenazas, intimidaciones y violencia psicológica que con el paso del tiempo se convierten en cadenas que, en muchos casos, terminan en la muerte.
Por otra parte, aunque las víctimas de la violencia son en su mayoría amas de casa, el problema se extiende a los hijos que a su vez crecen en ese entorno y replican esas prácticas, o bien, se convierten también en víctimas y pueden desarrollar problemas emocionales muy severos.
De acuerdo a la titular del ISM, el principal obstáculo para abatir la violencia de género es la falta de información y la falta de promoción de los derechos de la mujer pues muchas mujeres piensan que es normal que se pisoteen sus derechos humanos o bien, que es su obligación como esposa tolerar agresiones de parte del cónyuge.
Para ello, se diseñan programas más enfocados a fomentar el autoestima en la mujer así como la igualdad de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres, sin embargo, los casos siguen, en cada vecindario en donde se escuchan gritos y golpes a medianoche.
En Sonora, por cada mujer que esconde el rostro porque “se golpeó con la puerta”, por cada relación sexual sin consentimiento, por cada jaloneo de un novio en la secundaria y por cada comentario burlón y acosador se asoma la sombra de una realidad que lacera a miles de mujeres en todo el mundo, una realidad que sólo ellas, las víctimas, pueden cambiar con sólo denunciar.
Mientras tanto, en muchos de los casos es cuestión de tiempo para que los golpes se transformen en un homicidio, como sucede en el Estado de México, en donde el número de mujeres asesinadas por violencia intrafamiliar pareciera ser exponencial pues se eleva cada año, desde hace al menos 15 años.
“Ese día se les fue la mano”, según señalan autoridades del Edomex en donde se han registrado por esta causa más de 2 mil 318 homicidios en nueve años, cifras a las que se acercan las de estados como Sonora, además de Baja California, Michoacán, Colima y Guanajuato.
De acuerdo al Inegi, mientras que la tasa de homicidio de hombres ha visto un descenso desde el 2011, la de mujeres se ha convertido ya en un problema estructural y cultural.
Inclusive, también hay registros de que los feminicidios son ejercidos con saña pues, de acuerdo a las cifras del 2013, el 32 por ciento de las víctimas murieron por ahorcamiento, estrangulaciones, lesiones con objetos punzocortantes, golpes a puño limpio, ahogamientos y quemaduras de tercer grado.
De acuerdo a la procuraduría del Estado de México, “… la violencia que mata es sólo la consecuencia fatal de un problema cultural del país, y agrega la reportera Elena Reina Muñoz del diario español El País, en su reportaje publicado esta semana sobre las víctimas de la violencia en México: “Los demonios de los crímenes de Ciudad Juárez ya se han despertado en la República”. @
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