¡Mariguana para todos!… los enfermos
A una semana de haberse aprobado el uso de la mariguana con fines medicinales y científicos a nivel nacional, el tema sigue generando la polémica de siempre, de la cual ahora se desprenden cientos de interrogantes en torno a la regulación que tendrá la planta y si tiene realmente propiedades curativas que abran la puerta a su futura producción y distribución en México.
Bibiana García Garza
Un reconocimiento al cannabis como sustancia con valor terapéutico fue el que dieron el pasado viernes los diputados al aprobar por unanimidad el dictamen por el que se reforma la Ley General de Salud y del Código Penal a fin de permitir el uso medicinal y científico de la marihuana.
La minuta aprobada, y que adiciona diversas disposiciones a la Ley General de Salud se apega al derecho constitucional a la salud y establece que se normará la investigación, producción e importación de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica o americana.
Asimismo, queda en la promesa de que la Secretaría de Salud diseñará políticas que regulen el uso medicinal de la ancestral planta.
Mientras tanto, la ley despenaliza la siembra, el cultivo o la cosecha de ´maría´ con fines médicos, es decir, no para su uso lúdico.
También se instruye en el régimen transitorio a la Secretaría de Salud a reforzar los programas y acciones sobre el control, tratamiento, rehabilitación y, sobre todo, prevención en el consumo de la marihuana.
De acuerdo al diputado federal, Abel Murrieta Gutiérrez, está comprobada científicamente la efectividad de los fármacos elaborados con cannabis, los cuales ayudan a tratar enfermedades como el cáncer, el VIH, el glaucoma, la esclerosis y algunos tipos de epilepsia.
A pesar de esa percepción positiva hacia las propiedades de la planta, advierte, se tendrá que reglamentar la despenalización de su cultivo cuando tenga usos médicos además de que esto no deja abierta la posibilidad de una eventual legalización.
Esto porque, subrayó, quien la siembre para consumo y venta estaría cometiendo un delito.
El punto más importante, insiste, es el diseño de políticas públicas que regulen el uso medicinal de los fármacos derivados de la hierba entre los que se encuentra el tetrahidrocannabinol, sus isómeros y variantes esteroquímicas, así como normar la investigación y producción nacional de los mismos.
El fármaco verde en ciernes
Uno de los referentes más sonados en México respecto a este tema es el de la pequeña Grace Elizalde Benavides de Monterrey Nuevo León, una niña de 10 años que padece de una forma agresiva de epilepsia llamada ´Síndrome de Lennox-Gestaut´.
Para el tratamiento de Graciela Elizalde Benavides, los padres se aferraron para que se les permitiera importar un medicamento experimental de nombre ´Epidiolex con Cannabidiol, que tiene como base la marihuana, ya que otros tratamientos no han funcionado en ella.
Ante esta petición, el Juez Tercero en Materia Administrativa dio autorización a finales del 2015 de permitir el ingreso del medicamento a México, y la misma Cofepris reconoció que no se observaron actitudes negativas en torno al caso por parte de la Secretaría de Salud.
Casos similares se han visto en Estados Unidos y otros países en los que se suministra Cannabidiol a otros niños que padecen de distintos tipos de epilepsia y que hoy responden positivamente al tratamiento.
Precisamente en Sonora existe otro caso de un pequeño de 8 años, residente del municipio de Huatabambo, que ya cuenta con el permiso para el uso medicinal de la marihuana y ha mostrado avances en su tratamiento médico.
Según confirmó la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coesprisson), el pequeño también padece de epilepsia y su madre pidió permiso ante la Cofepris para importar el medicamento elaborado con derivados del cannabis, mismo que fue otorgado de manera gratuita desde noviembre del año pasado.
Esto pese a que a través del Congreso del Estado en coordinación con la Cofepris aún se encuentran en la etapa de la elaboración de reglas y mecanismos para que los enfermos accedan a medicamentos derivados del cannabis como pastillas, aceites, jarabes o ungüentos, entre otros.
“La Cofepris ya está en trabajo, obviamente con las comisiones, con diputados, con cámara, para delimitar las reglas de operaciones que se tendrán y por las cuales se estarán administrando estos tratamientos derivados del cannabidiol”, comentó el titular de Coesprisson, Pascual Soto Espinoza.
Esto porque en Sonora se deben esperar las reglas que se emitan desde el nivel federal para conducirse con respecto a los tratamientos con base en cannabis, de nuevo, aclarando que para su uso medicinal.
Y es que en relación a este tema, el Secretario de Salud del Estado, Gilberto Ungson Beltrán confirmó que actualmente en Sonora hay alrededor de 37 solicitudes de utilización de la marihuana, pero de éstas sólo una es para uso medicinal y el resto para uso recreativo.
El funcionario consideró que el cannabis puede considerarse como una buena alternativa y que es positivo que los mexicanos la tengan y se abran a esa posibilidad.
“Si los medicamentos que deben prescribirse han sido agotados, y no hay una mejoría, creo que la alternativa tiene que buscarse, como en el caso de la niña Grace que dio paso a todo esto. Creo que debemos abrirnos a opciones para que los mexicanos tengan esta alternativa y en su momento veremos cómo se da el tema de la regulación”, anotó.
Faltan más investigaciones
Para abonar al análisis del tema, el doctor Abel Sánchez Cervantes, presidente de la Comisión de Salud del 27 Ayuntamiento se pronunció a favor de que se realicen investigaciones científicas a fondo en relación al uso de la marihuana tanto medicinal como recreativo.
Esto porque al hablar del consumo de esta planta no se puede generalizar, dijo, ni en la multiplicidad de los efectos ni en la especificidad.
“Es un tema muy difícil por lo polarizado que está la percepción social se tiene que manejar de un modo muy delicado y creo que tendríamos que ponerlo en una balanza”, afirmó.
Esto en el sentido de considerar que, como la mayoría de las sustancias, existen muchos efectos tanto positivos como negativos, además de que puede funcionar distinto de un organismo a otro, sin mencionar que existen efectos anecdóticos, mismos que no están comprobados al cien por ciento de una manera científica.
“Se tienen que hacer estudios más profundos que sigan una metodología científica y no solo se guíen por los efectos anecdóticos o por el empirismo, temas que cuando se someten a un rigor científico tienen diferentes resultados”, externó.
El galeno recordó también que en el pasado existían sustancias prohibidas como el té, el café, el alcohol o el cigarro que finalmente se legalizaron sin que ello le quite los efectos dañinos que poseen.
Es por eso que es preciso que se pongan en una balanza, verdaderamente, los efectos positivos contra los efectos negativos, que pudieran ser mayores, indicó.
Para ello, lo ideal sería, señaló, que se realizaran revisiones sistemáticas acompañadas de estudios transversales, casos controles y experimentales en todo el mundo para obtener un consenso que se sintetice en la Guía de Prácticas Médicas, relación a los efectos positivos y negativos de la hierba.
No obstante, si en este momento se analizan las investigaciones y estudios realizados se puede considerar que los problemas que da el uso de la marihuana son más grandes que los beneficios, apuntó.
En los efectos terapéuticos positivos, precisó, trabaja para reducir el dolor, sobre todo en casos de cáncer, convulsiones, espasmos musculares, y mejora estados como la esclerosis múltiples, además de que reduce náuseas y vómitos en personas que están recibiendo tratamientos de quimioterapia.
En torno a los efectos negativos, Sánchez Cervantes refirió que el consumo de marihuana está principalmente relacionada a los accidentes de tránsito con lesiones porque afecta al estado cognitivo, al estado mental, y genera un trastorno de la atención, la memoria y del aprendizaje.
Además, el uso del cannabis está relacionado a un caso de cáncer de testículo, ataques al corazón, problemas de bronquitis crónica (al fumarse), indicó.
En lo que respecta al estado de salud mental, agregó, está relacionada con la esquizofrenia, con cuadros psicóticos, con trastornos de la ansiedad e inclusive suicidios en usuarios activos, así como trastornos de bipolaridad.
Inclusive, también afecta a las relaciones porque provoca cambios en el estado de ánimo y, en los jóvenes, dificulta la posibilidad de que éstos logren alcanzar sus metas, detalló.
Por ese motivo, sostuvo, que hasta el momento las investigaciones han revelado que el problema es mayor al que se pensaba en cuanto a los efectos negativos, aunque sin embargo, sí existe una parte de la población que puede resultar beneficiada en ciertas condiciones por lo que la marihuana para uso medicinal deberá manejarse como producto controlado.
En ese sentido se tendrá que esperar a que se establezcan las regulaciones correspondientes para la producción y distribución de la sustancia con fines terapéuticos sin dejar de lado de que la marihuana no deja de estar asociada con ser la puerta de entrada para el consumo de las drogas duras, concluyó. @