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Mexicali Resiste se radicaliza

El que inició como un movimiento ciudadano que protestaba de manera pacífica contra las decisiones de los distintos órdenes de gobierno, terminó por volverse radical, incluso violento. El miércoles por segunda ocasión rompieron la puerta de entrada al Congreso del Estado y armaron un zafarrancho con los guardias de seguridad, impidiendo que se llevara a cabo la sesión solemne en donde se aprobaría el endeudamiento millonario para la realización de obras a través de las polémicas APP´s.  

 

Humberto Melgoza Vega

 

MEXICALI.- En protesta por la pretendida aprobación del endeudamiento por más de 9 mil millones de pesos para la realización de obras en todo el estado bajo el esquema de asociaciones público privadas, las ahora  famosas APP´s, integrantes del movimiento Mexicali Resiste, literalmente reventaron la sesión del Congreso al romper las puertas de entrada y armar un zafarrancho con los guardias y personal del recinto parlamentario.

 

Desde antes de las 10:00 de la mañana los manifestantes se plantaron en las afueras del edificio, el cual estaba siendo resguardado, el acceso restringido ante la amenaza de que agitadores impidieran que se llevara a cabo la anunciada reunión.

 

Portando cartulinas de colores que decían “Fuera diputados corruptos”, “Ensenada quiere agua, Resuelvan el problema de agua”, a las 11:00 de la mañana comenzaron con sus cuentas regresivas, exigiendo que se les dejara pasar.

Las mujeres en primera fila, empezaron a lanzar todo tipo de insultos, incluso contra los reporteros que desde el interior del recinto grababan el momento y lo transmitían en vivo en redes sociales.

 

Para calmar momentáneamente los ánimos, comisionada por la mesa directiva, la ex candidata Marina del Pilar se apersonó en la entrada para informar a los manifestantes que sí les iban a permitir el acceso al Congreso siempre y cuando guardaran las formas.

 

Los inconformes le dieron un plazo de media hora, a las 11:30 comenzaron de nuevo a golpear con las manos las puertas de vidrio, mientras que una de las doñas más aceleradas gritaba “necesitamos valientes, esas puertas tienen que caer, necesitamos hombres…”.

 

Enfundada en una camiseta roja con el logo de Mexicali Resiste, desgañitándose y apuntando con dedo de fuego exclamaba “¡nos han robado todo, nos han quitad todo, menos el miedo, bola de ratas, ya basta!…”.

 

Y también arremetió contra los reporteros a quienes llamó “vendidos” y “lambiscones”, entre otras linduras. Los guardias hicieron una fila de tres, tratando de contener a la turba que cada vez más alterada, Toño Castañeda sacudiendo las puertas, Nacho Gastélum, veterano protestólogo de izquierda, nomás a la expectativa.

“Sí se les va a dejar entrar, lo único que se les pide es que se apeguen a los protocolos de seguridad del Congreso, todos van a poder entrar, las sesiones son públicas…”, trataba de contenerlos sin mucho éxito la guapa ex candidata.

 

“Todo parece indicar que ya quitaron el dictamen de la orden del día y ahorita cuando vaya a iniciar la sesión se van a abrir las puertas del Congreso y podrán ingresar, siempre y cuando se apeguen a las normas de seguridad”, los condicionaba.

 

También les hizo una “observación”, que uno de los suyos había golpeado al guardia de seguridad, “les pedimos que no haya violencia, este es un recinto de paz…”, insitía.

 

Luego sobrevino el ultimátum: les damos hasta las 12. Y cuando se llegó la hora, comenzó de nuevo la cuenta regresiva hasta que las manecillas del reloj se juntaron en todo lo alto.

 

Un par de señoras de edad avanzada comenzaron a golpear el vidrio de la puerta con sendas piedras que parecían rocas, ya estrellado el cristal uno de los muchachos terminó por tirarlo a patadas y por ahí se metieron.

 

En tropel, la turba ingresó a empellones al recinto y se enfrentaron con los guardias de seguridad y personal del Congreso, zafarrancho en el que hubo varios lesionados. El chico de la camiseta roja que momentos antes había tumbado a patadas la puerta de entrada tuvo que ser auxiliado, lo sentaron en el suelo y estuvieron a nada de llamarle a la ambulancia, porque se estaba asfixiando.

 

La intención de los manifestantes era reventar la sesión del Congreso y lo lograron. Los diputados, que habían estado retrasando el inicio de la sesión, programada originalmente para las 10:00 de la mañana, salieron por las puertas traseras, junto con un grupo de estudiantes que habían acudido para presenciar el debate legislativo.

 

“¡Me estás golpeando, me estas golpeando perro, me estas aplastando! gritaba a pulmón abierto una señora molacha, la más violenta de todos, cuando a la fuerza subieron al segundo piso, en medio de jaloneos, gritos y sombrerazos.

 

“No vamos a permitir que Kiko Vega, con estos diputados serviles, vendan a Baja California, vamos a suspender la sesión porque atenta contra los ciudadanos de Baja California”, manifestaba Jorge Benítez, uno de los cabecillas del movimiento, “no a las APPs, no a las APP´s”, gritaban en coro sus seguidores.

Uno de los guardias de seguridad parlamentaria, con la cara de susto en el rostro mencionó que entre la turba lo estaban ahorcando “por eso me tuve que quitar la corbata, nosotros no podemos agredirlos, simplemente tratar de detenerlos, a nosotros nos pueden golpear pero no podemos responder, esa es la desventaja que tenemos”, se lamentaba.

 

Jadeando, dándole unos sorbos a su soda de coca para levantar la presión, Benítez reconocía que la violencia no era la mejor forma de hacerse escuchar “pero no nos dejan otro remedio”.

 

E insistía en que “no hay ningún partido detrás de nosotros, este es un movimiento 100 por ciento ciudadano, lo que queremos evitar es que se aprueben las APP´s, que aprobaron el sábado los diputados en lo oscurito, porque nos dejarían un adeudo millonario que pagarán las próximas generaciones…porque en México no nos faltan recursos, nos sobran rateros…”.

 

“¡Justicia, justicia…,el pueblo unido, jamás será vencido”, coreaban los enardecidos manifestantes, celebrando la victoria pírrica de impedir que sesionaran los diputados, mientras que otro de ellos le dijo a Marina del Pilar “lárgate a chingar a tu madre” cuando la morenista se acercó a dialogar desde el interior de la sala Benito Juárez.

Por la tarde, el presidente de la mesa directiva del Congreso, Benjamín Gómez, bajó para dialogar con los manifestantes, a quienes invitó a desalojar el recinto porque ya querían hace un campamento en el interior del recinto legislativo.

 

Por lo pronto, quedaron pendientes los dictámenes relacionados con las APP´s por falta de consenso entre los propios legisladores, calificados de “traidores” por parte de los radicalizados manifestantes. @

 

 

 

 

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