Motos, cerveza y Los Apson

[vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_column_text]

El 4to Festival Biker, que sirvió para festejar el 25 Aniversario de los Halcones del Desierto de San Luis Río Colorado, atrajo a miles de viajeros sobre dos ruedas, que rebasaron por la derecha las expectativas de los organizadores y dejaron mal sabor de boca entre algunos espectadores, endulzado al final con la presentación de los creadores de “Fue en un café”.  

Humberto Melgoza Vega

SAN LUIS RÍO COLORADO.- “No quería pistear, pero el clima no ayuda”,  esta frase bohemia que utiliza el Josué para justificarse, fue tomada al pie de la letra por los cientos de motociclistas, los llamados bikers que, aprovechando los días frescos de este mayo loco, convirtieron el andador de la calle Tercera en la barra más grande de San Luis Río Colorado, fiesta que culminó con la presentación estelar de Los Apson, los hijos pródigos de Agua Prieta, Sonora.

Con el pretexto de celebrar el 25 aniversario del club sanluisino Halcones del Desierto, alrededor de mil 500 motociclistas se dieron cita en esta frontera, clubes de todas partes, tanto de Mexicali y su valle, no se diga Tijuana, Puerto Peñasco, las ciudades vecinas de Arizona y puntos circunvecinos, quienes llegaron a bordo de sus imponente motos, solos o acompañados por su respectiva jaina.

Organizado por Halcones del Desierto, con el apoyo logístico de la Dirección de Turismo del 28 Ayuntamiento, esta cuarta edición del Bike Fest, además de la paseada y el reventón tuvo un propósito altruista, lo recaudado será por la buena causa de apoyar a la Cruz Roja como a Protección Civil, así como para la construcción de su casa club, que estará ubicada en la avenida Coahuila y calle 44.

El afamado Gamaliel de la Rosa, conductor del programa de tv por cable The Biker Show, se aventó de nuevo como maestro de ceremonias, ambientador y promotor de la cultura de los amantes de las motos, con un mensaje de buena vibra y de amor y paz, participó en el desfile por las calles de la ciudad, y organizó los concursos de la moto más ruidosa y de la más enchulada, que se la llevó un veterano hippie de Tijuana.

La fresca noche del viernes 17, la velada musical arrancó con los Motosaicos, versátil banda de rockabilly, liderada por el inquieto Moses Moy Pérez aka “Pachuco” y su grupo de músicos-bikers, quienes pusieron el ritmo y calentaron el ambiente, poniendo a bailar hasta a los más pequeñines.

Recordando sus buenos tiempos cuando fueron la mejor banda de heavy metal, al menos de Baja California, La Cruz de Tijuana, bajo la batuta del fundador Héctor “Chiquis” Gómez, prendieron a un selecto grupo de fanáticos locales, quienes no dejaron de ondear al aire sus largas melenas, entre ellos el popular “Pantera” y amigos, a cual más de grandulones.

Para la medianoche, cuando tocó el turno a Mitosis, el concierto se convirtió en jolgorio, con sus rolas clásicas de ska como de Inspector y Los Fabulosos Cadillacs, que desataron la danza del slam y el movimiento de caderas, como en los buenos tiempos del Ser2.

“Yo quiero bailar / y con la banda ir a tomar / yo quiero cerveza, hasta que explote la cabeza…/ no me importaría, vivir de fiesta todo el día / toda la semana, hasta la madrugada…”, cantaban hombres y mujeres, mientras que seguían la cola con su bote de Tecate light en la mano.

60 años de Los Apson

Si el viernes estuvo relajado el ambiente, muy familiar, sin filas para comerte un hot dog con los bomberos rojos o un rico taco de carne asada de Mr Jc Grill, de la Jessy Gastélum, para el sábado 18 todo el andador estaba lleno, desde la avenida Hidalgo hasta la Madero, unas cinco mil personas que se metieron al túnel con La Cadena del Tiempo –niños y grandes vestidos de vaqueros que tocan desde cumbia norteña hasta rock inglés de los setenta– y desembocaron en 2019 con la inmortal música de Los Apson.

Estacionados a lo largo y ancho de la calle Tercera, en el mero centro de la ciudad, clubes de toda la región lucieron sus mejores atuendos, chalecos de piel o de mezclilla, colgado hasta el molcajete, y presumieron sus caballos de acero, sus Harley Davidson en las que invierten varios miles de dólares, y no dejaron de brindar durante toda la noche, todo sea para cooperar con una buena causa.

Halcones del Desierto, Border Bikers, Camaradas, de San Luis, Halcones Tijuana, Jaguar, Fronterizos, Rocky Point, Brotherhood, Amazonas, Filibusteros, Redliners, Forasteros, La Clica, Leones, Ángeles del Camino, Legionarios, Solitarios del Camino, Nogales Bikers, Solo Ángeles, Correcaminos, Vikingos, Guerreros, Lobos, Mohicanos, Renegados, Cachanillas, Street Devils, Sangre Azteca, Jinetes, Corsarios, Kukapah, Exiliados, Árabes, Zancudos, Gorrins entre muchas otras clicas de toda la región compartida entre Sonora, Arizona y Baja California, andaban choppers hasta de Chihuahua.

“La comunidad nos respondió muy bien. Creo que es gracias a que se presentaron Los Apson”, reconoció Mario García, vicepresidente del Club anfitrión, respaldado en la organización por Wilbert Castro Javalera

Aunque durante el evento no se registró ninguna bronca, ni alteración del orden público, sí hubo quejas como la del pintor Gerardo Alvarado, quien señaló en su cuenta de Facebook que su hija y amigas sufrieron acoso por algunos de los bikers, a los que no identificaron, quienes ya andaban más que inspirados y les dijeron comentarios incómodos, hasta llegaron a tocarlas en el hombro.

 “Si quieren hacer un evento abierto y familiar y darse a conocer, deberían dejar bien claro a todos los clubs que no deben de faltar el respeto a nadie, sea una persona menor de edad o adulta, ahora bien, si quieren hacer su pinchi cagadero, faltar el respeto, háganlo en su pinchi cueva, no en un dizque ambiente familiar. Quienes tienen hijos o hijas estarán de acuerdo conmigo…”, expresó el Gerry visiblemente molesto, quien encontró el respaldo entre algunos facebookeros que referían el intenso olor a mota en algunas zonas, nada de que asustarse en la 4T que está a punto de legalizarla.

Instalados desde temprano enfrente y a los lados del escenario, en sus sillas playeras, con sus hieleras y hasta botana, familias enteras de sanluisinos disfrutaron en primera fila del concierto de Los Apson

Desde que saltaron al escenario Ismael García, en la batería; de Hermosillo, el maestro del requinto, Hugo Córdova; en el bajo Tony Ripalda, Octavio Arreola, de Guaymas, vocalista y de Nacozari, Sonora, el saxofonista, fundador y director del grupo, “una verdadera leyenda en el rocanrol mexicano”,  el inmortal José Luis “Lichi” García, el festival se convirtió en un baile masivo, que no distinguía edades.

El concierto lo abrieron con el hitazo setentero “De hoy en ocho”, música romántica que invitaba a bailar de “cartoncito de caguamas” y de ahí ya no pararon de rocanrolear  “Por eso estamos como estamos”, por eso nunca progresamos, “`Fuistes´” a Acapulco”, “Cuando apenas era un jovencito” mi mama me decía; “Solo un sueño”, “No señor apache”, “Bule, bule”, que la cambiaron el coro por “becho, becho; becho becho”, con tremendo sax que provocó a una melenuda espontanea, heredera de Janis Joplin, subirse a mover las caderas frente al escenario, mientras que Lichy no perdía oportunidad para darle generosos sorbos a su Tecate roja, clásica como su música, festejando en San Luis su 60 aniversario de carrera artística.

“Vengan ya, no teman más, si no me provocan no les  voy a pegar”, entonaron Los Apson una de las preferidas del público con la participación de un Popeye “stripper”, fortachón, con sus tatuajes, gorra de marinero, y la infaltable pipa; luego “Llegó el cartero”, “El último beso”, “Háganse a un lado”, “Sueña dulce nena”, “Fue en un café”, “Susy Q…”.

Aunque faltaron entre muchas otras “Peinadoras sin chamba”, que hubiera encontrado alarido entre el amplio gremio de las estilistas sanluisinas, y “Enamorado del amor”, cerca de las 2:00 de la mañana del domingo Los Apson se despidieron de su gente, no sin antes amenazar con regresar de nueva cuenta el próximo año al festival de los bikers.  @  

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]