Víctimas inocentes en la guerra de narcos
Luego de condenar los hechos violentos de esta semana y de enviar sentidas condolencias a las víctimas y sus familiares y amigos, el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública Municipal exige que el estado y la federación envíen de inmediato refuerzos para combatir a la delincuencia organizada.
Humberto Melgoza Vega
SAN LUIS RIO COLORADO.- En la semana, la inseguridad que se vive en esta frontera generada por la disputa de la plaza entre grupos de la delincuencia organizada rebasó todos los límites, luego del ataque armado contra una familia en donde murieron madre e hija.
Una mezcla de tristeza, coraje, indignación e impotencia han sido manifestadas a través de las redes sociales tanto por familiares, amigos y ciudadanos comunes ante este nuevo hecho de violencia en donde las víctimas eran inocentes.
Anteriormente ya se habían presentado eventos trágicos con víctimas “colaterales”, como las llama el gobierno, “confusiones” o balas perdidas en algún fuego cruzado, pero es la primera vez –y esperemos sea la última—en la que muere una menor que apenas empezaba a vivir.
De acuerdo a las primeras investigaciones la agresión armada iba dirigida contra Arturo N, quien se dedica a la compra-venta de carros y que además tiene su propio taller, lamentablemente su esposa y su pequeña hija lo acompañaban en el lugar y el momento equivocados.
El pasado lunes como a las 3:00 y media de la tarde Arturo conducía su Jeep Gladiator del año por la avenida Quintana Roo en la colonia Progreso de esta ciudad.
Iba acompañado por su esposa en el asiento del copiloto y en el asiento trasero viajaba su pequeña hija cuando al llegar a la calle 45 fueron interceptados por los tripulantes de una Cherokee color gris, de modelo atrasado.
Sin saber si viajaba solo o acompañado comenzaron a dispararle con armas AR-15, la mayoría de los impactos fueron en el parabrisas y en la puerta del piloto.
Tras la emboscada, los agresores se alejaron de la escena, en el 911 se activó el Código Rojo y todas las autoridades se abocaron para la atención de las víctimas y la búsqueda hasta ahora infructuosa de los gatilleros.
Elementos de la Cruz Roja trasladaron muy graves a Alejandra, de 26 y a su hija de 5 años, en otra ambulancia llevaban a Arturo, de 48, pero no llegó al hospital, se tiene conocimiento que cruzó hacia Estados Unidos donde está siendo atendido de las heridas de bala recibidas ya que es “ciudadano”.
Isabel Alejandra falleció la misma noche de la agresión armada y posteriormente la pequeña, quien había sido trasladada por aire a Phoenix, perdería la batalla.
La trágica noticia fue confirmada la mañana del miércoles por Anna, hermana de Alejandra, a través de su cuenta de Facebook.
“Ya estás junto a tu mamita mi princesa de mi corazón”, escribió junto con una serie de fotos donde sale con la pequeña y los íconos de llanto y el corazón destrozado.
El ataque dirigido contra Arturo habría sido perpetrado por una célula del crimen organizado que tiene su origen en Navojoa, Sonora.
Faltan refuerzos
El lunes próximo el abogado Miguel Sandoval tenía una audiencia en los Juzgados de la calle 37 con Alejandra, quien se desempeñaba como secretaria de acuerdos, cita a la que ya no podrá acudir.
“La verdad es muy triste y lamentable que pasan este tipo de eventos en nuestra ciudad, en este caso doblemente lamentable; esperamos que sus almas descansen en paz y enviamos nuestras sinceras condolencias para la familia y amigos de las víctimas”, expresó el también presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública Municipal.
Sandoval reconoce que en San Luis hay un serio problema de inseguridad pública el cual está siendo generado desde hace varios años por cárteles de la droga que se pelean esta franja fronteriza, en donde también participan grupos que vienen de Mexicali.
“Este es un problema externo que llegó a San Luis, no es un asunto local, y además tenemos la disputa con gente cruzando el río a Baja California y gente que viene del sur y se quiere apoderar de San Luis”, señala, “y lo más triste es que sanluisinos están traicionando a los sanluisinos porque permiten el alojamiento, conocen la ubicación de esas células y no denuncian anónimamente”.
Destaca que “se cuenta con los mecanismos legales para extirpar a estos grupos externos, pero necesitamos más participación del gobierno federal y del estado, en primera para que manden más elementos como refuerzo y enseguida para hacer cateos, detenciones en flagrancia para vincularlos a proceso y sacarlos de circulación, recordemos que la Policía Municipal es de carácter preventivo”, expone.
Dice que las pocas veces que ha participado en las reuniones matutinas de la mesa de seguridad en el Palacio Municipal ha salido mal, porque expresa sin tapujos sus ideas.
“Una vez le dije al general por qué no sacaba los 55 Hummers que tiene guardados, que los ponga durante 24 horas en ocho puntos estratégicos de San Luis, no se trata de militarizar la ciudad pero la sola presencia puede inhibir la comisión de delitos”, sostiene.
“Considero que hay fallas estructurales tanto en la policía federal como en la estatal para hacer el combate directo a la delincuencia organizada, no le podemos dejar toda la responsabilidad a la policía preventiva cuyas limitaciones están previstas en la ley”, indica.
Lo que se necesita, subraya, “son al menos 30 elementos de la Policía Estatal, acantonados en San Luis de manera permanente, y al menos 20 de la Policía Federal para que en conjunto con la Guardia Nacional combatan estas células y comiencen con la realización de cateos”.
“Los delitos de alto impacto corresponden a las autoridades federales, si hay involucradas armas de alto poder se ejerce la facultad de atracción. Nos están fallando el estado y la federación…”, reitera.
Por primera vez en lo que va de la presente administración, el fin de semana anterior se reactivaron en la ciudad los puntos de revisión vulgarmente conocidos como retenes.
En el operativo que se movió por diferentes cruceros de la ciudad participaron una docena de elementos de la Policía Municipal y estuvieron presentes la Contralora Municipal, Alejandra Covarrubias y el propio Miguel Sandoval.
“No hay que olvidar que los ciudadanos hacemos la seguridad, no podemos dejarle todo a las autoridades”, menciona.
El presidente del Consejo de Seguridad Pública apunta que “la disciplina se relajó, el control que teníamos como ciudadanos lo perdimos y le echamos la culpa al gobierno…”. @