Cooperativa Bonfil, pilar de la agro-economía en San Luis
A punto de cumplir sus primeros 50 años de vida, la empresa netamente sanluisina capta casi todo el trigo y algodón que se cosecha en la región y es parte fundamental en la economía de San Luis Río Colorado.
Óscar Velázquez Fierro
SAN LUIS RÍO COLORADO.- Desde hace más de 40 años la cooperativa Alfredo V. Bonfil ha sido piedra angular del campo sanluisino como principal captador de algodón y comprador de casi todo el trigo que se cosecha, mismo que procesa para obtener sus bien cotizadas harinas que se distribuyen en gran parte del noroeste mexicano.
Esta agroindustria que genera miles de empleos en el municipio posee varias empresas derivadas, al igual que en el vecino Baja California donde cuenta con tres almacenes para distribución de sus productos con alta demanda también del otro lado de la frontera.
Actualmente el presidente del Consejo Directivo en la empresa es el licenciado Gilberto Ibarra Lepe, quien habló de los inicios con un grupo pequeño denominado Unión de Agricultores, Sociedad Anónima encabezado por José Barba Orozco y conformado por un puñado de ejidatarios y pequeños propietarios de Mexicali y San Luis Río Colorado, con grandes deseos de trabajar y gran visión que demostraban conforme pasaban los años.
![](https://contrasena.com.mx/wp-content/uploads/2022/01/IMG-5200-768x1024.jpg)
Hijo de una familia netamente campesina encabezada por su padre Gilberto Ibarra Montaño, Ibarra Lepe recordó que no conformes con los logros alcanzados hasta entonces con la unión campesina, dieron vida a lo que hoy es la cooperativa con solamente 82 socios, todos ellos con un gran empuje que no consideraban el fracaso como posibilidad y con los años fue transformándose en lo que hoy es el orgullo de San Luis Río Colorado.
En entrevista con Semanario CONTRASEÑA, Tito Ibarra comentó que después de la fundación en agosto 30 de 1973 la sociedad agroindustrial fue creciendo por lo que se formó la división de insumos para acercar a los socios y clientes los agroquímicos, como fertilizantes e insecticidas, lo que automáticamente provocó el incremento de socios que querían disfrutar de tales beneficios.
Para 1975 ya eran más de 200 socios lo que habla de la fortaleza que estaba adquiriendo la empresa social, orgullo a nivel nacional porque la mayoría en su tipo han desaparecido hace mucho, quedando algunas como la Socoada ubicada en Caborca y la Cementera Cruz Azul, entre varias más que en su momento fueron formadas para favorecer a trabajadores de la industria y agricultores.
Tres años más tarde se compró la primera planta despepitadora de algodón que se trajo desde Odessa, Texas y se instaló en la Colonia Moctezuma, con lo que se favorecía a los productores de la fibra que hasta entonces debían sacarla para que les maquilaran en Mexicali. Luego se continuó con la que se ubicó en la Colonia Coahuila.
Para 1980 con una membresía de 200 socios, se instaló el molino harinero Moctezuma que fuera el orgullo de la agroindustria y de todo el municipio de San Luis, porque de esa manera tenían los agricultores la venta segura de su trigo.
![](https://contrasena.com.mx/wp-content/uploads/2022/01/IMG-5201-1024x1024.jpg)
Para 2013 el molino en mención ya no era suficiente para las necesidades del municipio y fue traído desde Italia uno súper moderno, automatizado, con capacidad para moler 25 mil toneladas diarias de cereal y es el que actualmente procesa el grano obtenido por la Bonfil.
En este punto mencionó que es un orgullo pertenecer al grupo de socios tan privilegiado, porque ahí se les facilitan lo que ocupan para sus labores, desde la preparación de la tierra hasta la cosecha, que luego obtiene el valor agregado al transformarse para llegar directo al consumidor en forma de harina; en cuanto al algodón se envía para su venta al interior del país y allende nuestras fronteras.
Las oficinas generales, centro neurálgico del área administrativa y contable de la cooperativa, se erigieron en 1986, año donde también se construyó en Mexicali el primer almacén foráneo para la distribución de harinas y de ahí salen diariamente a los diferentes puntos del Valle y de la zona urbana.
Es importante destacar que durante el largo camino que ha transitado esta sociedad se han dado muchos sinsabores, pero lo mejor es que también hay satisfacciones como lograr premios nacionales e internacionales, entre ellos la codiciada presea Grand Prix International en 1991 por mejor imagen, industria y comercio internacional.
En 2006 se abre la tienda de autoservicio y se da la reubicación dentro de las instalaciones de la gasolinera, otra de las empresas importantes para los socios que conforman la Cooperativa Alfredo V. Bonfil.
![](https://contrasena.com.mx/wp-content/uploads/2022/01/3610819d-5f03-4831-86e1-d3b89c51eace-768x1024.jpg)
En cuanto a los proyectos que se tienen para captar trigo y algodón durante este año agrícola 2021-2022, destacó Gilberto Ibarra que se espera captar cuando menos 22 mil toneladas del grano en variedades de grupo 1 o harinero, lo que se tiene prácticamente asegurado, porque previamente se firman los contratos con cada agricultor.
En la despepitadora Moctezuma, única que ha estado laborando en los últimos años, habrá de recibirse fibra suficiente para elaborar 11 mil pacas de algodón, del cual el año pasado se maquilaron 13 mil, disminución que se atribuye al bajo precio en el mercado. En 2018 y 2019 se elaboraron 22 mil y 23 mil, respectivamente.
Actualmente tras casi 49 años de su fundación la sociedad cuenta con una membresía de 176 socios y 240 empleados de las diferentes secciones, tres depósitos de distribución ubicados en Tijuana, Ensenada y Mexicali, así como las dos plantas despepitadoras, de fertilizante, gasolinas, diésel y refacciones.
“Todo lo anterior es prueba de que se pueden lograr los sueños cuando se unen varias personas con coraje, ganas de trabajar y la visión suficiente para perseguir sus ideales enfatizó”, puntualizó.
El Consejo Directivo lo integran además de él en la presidencia, Arhaly Muñoz Delgadillo, en la Tesorería, Secretario Administrativo, José Luis Albarrán Cruz, Gustavo Rodríguez Meza, presidente del Consejo de Vigilancia, Abraham Muro Quiroz, Vocal y gerente general, doctor Oscar Real Romero. @