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El eterno drama de los migrantes

A medida que las deportaciones por esta y otras fronteras siguen a la orden del día, son cientos de migrantes los que se enfrentan a sobrevivir en la indigencia mientras encuentran la manera de ganar un dinero que les permita volver a sus ciudades de origen con sus familias para pasar la Navidad, o bien, resignarse y volver a intentar el cruce hacia Estados Unidos

Bibiana García Garza 

Luis-y-Carlos-migrantes-(1)Sin ´chamba´, sin dinero, sin hogar y sin forma de volver a sus hogares o de volver a intentar el cruce hacia alcanzar el “sueño americano” es en la situación en la que se encuentran muchos migrantes que son deportados por esta ciudad.

Esa calidad de vida se torna aún más dramática por la víspera de las fiestas navideñas, en las que muchos añoran estar con sus familias, o al menos alcanzar a llegar a sus hogares para pasar la Nochebuena.

Así relataron su historia Luis, de Nayarit y Carlos, originario de Guerrero, quienes han tenido que pasar por una serie de vicisitudes para buscar mejores oportunidades de vida y ahora se encuentran en la incertidumbre de qué hacer para sobrevivir.

Al ser deportado hace unos días, Carlos de 25 años de edad, quien se trasladó a bordo de la famosa Bestia, desde el sur hasta la vecina ciudad de Mexicali, Baja California, para intentar cruzar el muro fronterizo, lo único que quiere ahora es volver a casa.

Por otra parte, Luis, de 35 años de edad, también decidió aventurarse a la frontera para ver si encontraba un mejor empleo tanto de este lado como del otro, pero a la fecha no ha encontrado ninguna solución, ni oportunidades para cruzar de vuelta a Estados Unidos, en donde ya ha estado, ni para encontrar empleo aquí o en Mexicali.

Debido a que ya tienen varios días aquí, no tienen más remedio que pernoctar en los parques, o en la vía pública pues aunque la casa del migrante apoya a las personas que llegan de otras partes del país o de fuera, así como a las que son repatriadas, solo ofrece albergue por tres días, y ellos necesitan más tiempo, tiempo que no tienen.

A medida que se les acaba el tiempo, también se le agota el dinero, las energías, crece el hambre y la necesidad y no les queda más que mantenerse a la expectativa de alguna oportunidad, alguna chamba o algo que les ayude a regresar a casa, a volver a cruzar, a lo que sea.

“Está de la chingada, no sé qué hacer, si me devuelvo pa´l sur allá no tengo trabajo, acá no me dejan estar y tampoco puedo cruzar para allá”, comentó Luis sobre su situación, sentado en una de las bancas del parque a la espera, siempre a la espera.

Y es que, coinciden ambos inmigrantes, está demostrado que el cruce por esta frontera es uno de los más difíciles porque es el pleno desierto y hay más vigilancia, así como también es más fácil que sean detectados por la Patrulla Fronteriza.

Además, temen que tengan que recurrir a otra opción como la que les ofrecen grupos del crimen organizado a muchos, que es la de cargar mochilas con droga por el desierto, aunque se trata de una alternativa que casi tienen descartada porque, dijeron, no están dispuestos a sacrificar su libertad o que los extorsionen, “ni narcos, ni polleros”.

“Si nos agarran con eso no vemos la luz del sol de perdida en unos 10 ó 12 años, la oferta es buena pero por cargar una maldita mochila por el desierto una semana está cabrón, te agarran y a lo seguro te van a  fregar, te pones a ver que son 15 años de tu vida echados a perder y no, no queremos eso”, comentaron.

Son precisamente muchas extorsiones y robos los que de por sí sufren en su viaje del sur a la frontera, en su mayoría, afirman, por parte de los propios policías y demás autoridades que, cuando menos lo esperan, “ya les bajaron una feria”.

Por fortuna, comentaron, en esta ciudad la policía los deja en paz, a diferencia de municipios como el de Tijuana u otras ciudades, en donde los acosan, los arrestan, los roban, o los maltratan de diferentes maneras solamente porque los ven transitando por las calles.

Sin embargo, a pesar de que San Luis Río Colorado es tranquilo, no pretenden quedarse pues no hay fuentes de empleo para ellos, ni tienen un techo en donde pernoctar, por lo que vuelven a acariciar el deseo de volver a casa una y otra vez en su mente.

Así es como generalmente se refleja el trajinar de cientos de migrantes en las diferentes ciudades que son frontera con Estados Unidos, son cientos de historias diferentes las que se cuentan solo con darse una vuelta al parque Benito Juárez de esta ciudad, en donde día con día hay personas diferentes de ciudades del sur del país, e inclusive países de Centroamérica.

También en la Casa de Migrante, en donde según refiere su directiva, se atienden a cientos de migrantes por semana, tanto deportados como quienes llegan para pasar la noche y luego emprender el viaje hacia la tierra de Sam.

Cifras incongruentes

migrantes-casa-delSobre el tema de los migrantes, desde hace varios meses el alcalde Leonardo Guillén ha insistido en que el número de migrantes deportados por esta ciudad es exorbitante, un señalamiento que reiteró apenas hace un par de días a través de su cuenta de Facebook.

Cabe mencionar que esa observación también se la hizo personalmente al propio presidente Enrique Peña Nieto durante su última visita a esta región de Sonora en abril del presente año, tanto de viva voz, como por escrito.

Esto en cuanto a que ya van más de 21 mil migrantes deportados solo en este año por San Luis Río Colorado, lo que equivale al diez por ciento de la población, además de que es una cifra que se ha incrementado dramáticamente desde el 2012 que se registraron 10 mil deportaciones hasta la fecha, que se ha contabilizado una cifra similar a la del año pasado.

En ese sentido, reiteró el presidente municipal “los esfuerzos del Gobierno Municipal y de Asociaciones humanistas como la Casa del Migrante donde se brinda comida y alojamiento temporal, son insuficientes ante los miles de mexicanos deportados o repatriados por nuestra puerta fronteriza”.

Por lo tanto, expuso, se sigue solicitando al Gobierno Federal que, a través del Instituto Nacional de Migración y de la Secretaría de Gobernación, áreas que les corresponde este tema, una mayor atención y apoyo para que los paisanos puedan regresar a su lugar de origen y se les dé un trato más digno.

Además, mencionó que estas personas se exponen constantemente a ser víctimas de diferentes problemas sociales que causan su abandono y desatención, así como los lamentables sucesos donde por desesperación, algunos equivocadamente deciden delinquir.

En contraste, la postura del Instituto Nacional de Migración (INM) parece ser mucho más relajada que la del alcalde así como las cifras más alegres pues, asegura la dependencia, han disminuido las repatriaciones.

De enero a julio de este año, según publicó Notimex hace unos días, el INM reporta que entre enero y julio de este año fueron repatriados siete mil 882 migrantes por esta frontera, esto es 41 por ciento menos que en el mismo periodo anterior. 

Asimismo, la subdelegación local del INM precisa que del 1 de enero al 31 de julio de 2011 los repatriados por la aduana local sumaron 13 mil 409 por lo que asegura que en particular el número de connacionales regresados del vecino país por la localidad, disminuyó en el verano.

De acuerdo a dichas cifras, en junio de este año se registraron 652 repatriaciones y en julio sumaron 710, comparado con las cifras de 2011, de mil 839 y dos mil 143 para esos meses, respectivamente.

En esa misma nota publicada por Notimex y reproducida por varios medios regionales y electrónicos, se menciona que la Unidad Municipal de Protección Civil también reportó una baja en el número de migrantes que este año se han acercado a solicitar ayuda a la dependencia en esta ciudad, mismos que por lo general provienen de estados como Oaxaca, Michoacán, Sinaloa, Veracruz y Guerrero. @

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