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Aumentan feminicidios, pero la justicia no llega

El asesinato de una sanluisina se sumó esta semana a la larga lista de feminicidios cometidos en Sonora, sin embargo, la esperanza de justicia se vislumbra todavía lejana toda vez que el presunto asesino, por el momento, sólo será enjuiciado por intento de homicidio a los elementos de policía que se disponían a detenerlo, pero no por privar de la vida a su pareja.

Bibiana García Garza

SAN LUIS RIO COLORADO.- Ultimada con seis balazos por su pareja sentimental al interior de su recámara fue como el pasado sábado 13 de mayo pereció Xóchitl Rodríguez Soto, una madre de familia de 45 años de edad que encontró la muerte en el amor ciego.

Según trascendió, hace algunos meses la mujer evitó que el hombre con el que vivía en una modesta vivienda por la avenida Carranza entre las calles 41 y 42, y presunto asesino, José Carlos “N”, se quitara la vida al herirse en repetidas ocasiones con un arma blanca, sin imaginarse que sólo había sobrevivido a ese tropiezo para matarla.

Fueron los familiares de Xóchitl los primeros en presenciar la perversa escena: el cuerpo acribillado y sin vida tendido en la habitación, poco después de haber tenido contacto con el sujeto que, se presume, la ejecutó.

De acuerdo a los reportes policiales, la familia de la joven recibió en su domicilio a José Carlos, quien les llevó al hijo de Xóchitl argumentando que él se tenía que ir porque “se acababa de echar a un cristiano”, por lo que de inmediato se dirigieron a la casa de la mujer, pero nadie abrió, ya era demasiado tarde, sólo hallaron el cadáver y casquillos de una calibre .38 Súper.

El crimen consternó a la comunidad que de inmediato empezó a clamar justicia a través de las redes sociales.

Unas horas después, se dio a conocer que el presunto asesino había sido capturado tras enfrentarse a balazos con agentes de la Policía Municipal por la carretera a la colonia Hidalgo, no obstante, no estaba enfrentaría proceso inmediato por el homicidio de Xóchitl pues se comprobó “flagrancia delictiva” en relación a ese delito.

José Carlos, solamente fue enviado al Cereso local, acusado ante el Juez de Control por homicidio en grado de tentativa contra funcionarios públicos con una pistola .357 Mágnum, para la cual traía 13 tiros más calibre .38 especial en las bolsas del pantalón.

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Mientras tanto, aún está por investigarse el caso del homicidio de la mujer pues, con base en que no hubo flagrancia, es decir, que no se le detuvo al momento de cometer el acto, no se le puede acusar formalmente de feminicidio en el Ministerio Público del Fuero Común aunque ya se trabaja en reunir las pruebas necesarias para fincarle responsabilidades.

Si es posible acusarlo finalmente de feminicidio, el sujeto podría enfrentar una pena corporal de hasta 60 años, también por atentar contra la vida de los policías atacarlos con arma de fuego.

SLRC: 3er lugar en feminicidios en Sonora

El trágico caso de Xóchitl se suma a otros siete asesinatos de mujeres registrados en esta ciudad entre 2015 y 2016, al menos seis de los cuales pudieran estar tipificados como feminicidios por las condiciones en las que sucedieron.

Según reportes del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), San Luis Río Colorado ocupa el tercer lugar de los municipios con mayor incidencia en este tipo de crímenes sólo después de Hermosillo y Cajeme, y por encima de Caborca y Nogales.

En todo el estado, se contabilizaron 45 homicidios de mujeres en 2016 más otros 15 sólo en lo que va del presente año, todos estos igualmente podrían contener al menos una de las acreditaciones para tipificarse como feminicidio.

Asimismo, en los últimos 9 años, Sonora ha registrado 478 casos de mujeres asesinadas, en su mayoría, de entre los 21 y los 30 años, añade dicho informe.

El fenómeno es preocupante también a nivel regional puesto que mientras Sonora ocupa el sexto lugar a nivel nacional en este tipo de delitos, el estado de Baja California ocupa el segundo lugar con 5.4 muertes por cada 10 mil personas del sexo femenino, aunque igualmente, no todos son tipificados como ´feminicidios´.

Al día siguiente de que se diera a conocer el crimen de Xóchitl en San Luis Río Colorado, fue encontrado en un terreno baldío de Mexicali, Baja California, el cadáver semidesnudo y violentado de Belén Hernández Cruz de 45 años de edad, quien recibió al menos 25 heridas de arma blanca en todo el cuerpo, incluyendo el área genital, así como fracturas en sus extremidades además de haber sido víctima de violencia sexual

Este crimen, confirmó la Procuraduría General de Justicia de Baja California, sí podría calificar de feminicidio, aunque de su atacante todavía no se sabe nada.

Justicia ciega y lenta

A pesar de que existen evidencias claras de que muchos de los casos registrados en Sonora pudieran calificarse como feminicidios, representantes del Observatorio Nacional del Feminicidio en la entidad han denunciado que no se toma en cuenta dicho agravante para perseguir e investigar los delitos cometidos contra mujeres.

A las autoridades tampoco les agrada figurar con una larga lista de casos tipificados como feminicidios a nivel estado o municipio y ser vistos como otro Ciudad Juárez, Chihuahua, una situación que pudiera repercutir en que a pesar de las evidencias encontradas en muchos de los casos de muertes de mujeres sonorenses, no se está aplicando el delito autónomo de feminicidio.

Como se recordará, en Sonora el feminicidio está establecido como el más grave en el Código Penal estatal desde hace casi cuatro años.

“Pareciera que no le importa a nadie (…) han incrementado las violaciones, las privaciones ilegales de la libertad, a las mujeres las están levantando aquí en Sonora pero sigue siendo una cifra negra”, declaró la titular del ONFS, Silvia Núñez Esquer.

También ha hecho referencia a San Luis Río Colorado cuyas cifras, declaró en abril del presente año, han ido en alarmante aumento.

“San Luis Río Colorado, antes de 2015, era un municipio en realidad casi inapreciable en la incidencia del feminicidio, sin embargo ahora vemos que siempre sale en tercer o cuarto lugar”, asentó.

Por otra parte, recordó que son ocho las hipótesis o supuestos que se deben acreditar para catalogar un feminicidio y que con sólo uno que se acreditado el juez debe juzgar el delito como tal.

Aunado a ello, en los últimos dos años, sólo 42 por ciento de los juicios por feminicidio en Sonora concluyeron en una sentencia condenatoria y, en 2016, de los juicios iniciados por feminicidio consumado o en grado de tentativa, sólo 9 finalizaron con una condena emitida por un juez.

Fallas en aplicación de nuevo Sistema de Justicia Penal

Otro aparente obstáculo para quienes reclaman justicia inmediata por los delitos cometidos contra las mujeres sonorenses y, particularmente, de San Luis Río Colorado, como Xóchitl, es el nuevo Sistema de Justicia Penal, con el que se requiere capturar a los acusados en flagrancia para poder enfrentarlos a un proceso por el delito cometido.

Ese ha sido el sentido de la polémica que se desató en torno al caso de la sanluisina victimada por su pareja sentimental pues el hombre, por el momento, sólo enfrenta proceso por haber abierto fuego contra los policías que lo habían interceptado mientras pretendía darse a la fuga.

No obstante, José Carlos “N” aún no enfrenta cargos por el homicidio de Xóchitl, a pesar de las evidencias encontradas en el lugar de los hechos, testimonios y demás.

Aunque muchos han señalado al nuevo Sistema de Justicia Penal como responsable de que la justicia no se aplique correcta o expeditamente, sobre todo en el caso de que se tiene que probar flagrancia o de lo contrario el presunto delincuente puede quedar en libertad al poco tiempo de haber sido detenido, expertos consideran que la falla está en otra parte.

De acuerdo al abogado, Víctor Acosta Cid, el sistema ha perfeccionado al anterior en muchos sentidos y se ha modernizado a tal grado que agiliza muchos de los trámites que antes se llevaban el doble del tiempo, además de que persigue el respeto a los derechos humanos y la consumación de justicia.

El problema, explicó, es que fue muy escasa la capacitación que se dio en esta ciudad, y en muchas otras a nivel nacional, al poner en marcha el nuevo sistema.

Inclusive, a más del año de la transición de un sistema a otro, todavía hay policías que no han recibido esas capacitaciones, mismas que fueron traídas por la Procuraduría General de Justicia del Estado de muy esporádica, lo que ha motivado que muchos han quedado fuera también en el poder judicial, señaló.

“Así no puede funcionar un sistema, es absurdo, eso es lo que está pasando por lo que, cuando ocurre un asunto complicado, sólo el 30 o el 40 por ciento de toda la gente que hay, le entiende al sistema o está capacitado, y de éstos sólo están capacitado al 60 o 70 por ciento”, indicó.

Esto definitivamente retrasa los procedimientos y la impartición de justicia pero, aclaró, no es por la manera en que está elaborado el nuevo Sistema de Justicia Penal.

Sin embargo, esto tampoco es responsabilidad de los operadores, ni de los policías, ni de la Procuraduría, sino de quienes tenían a su cargo la implementación del nuevo sistema tanto en la administración estatal pasada como en la actual.

Aunque se busque responsabilizar sólo a la administración anterior, mencionó, también el actual gobierno del estado hizo las cosas de manera apresurada instalando los juzgados casi al vapor e impartiendo capacitaciones que dejaron mucho qué desear.

Tampoco se han inyectado los recursos necesarios para contratar a más personal, lo que hace que además de contar con una capacitación deficiente, muchos cumplen con dos o hasta tres funciones a la vez, lo que muchas veces no les permite accionar de la manera más adecuada para hacer buen uso del nuevo sistema y acorralar a los delincuentes con los recursos legales con los que se cuenta.

“Estar echándole la culpa al sistema sería cerrar los ojos pues aún con todo esto, el sistema es mejor, a pesar de que sale mucha gente libre; la transición requería meterle dinero también, no es nomás hacer un juzgado, es poner laboratorio de eventos, policías investigadores y más ministerios públicos, pero todo el mundo anda haciendo doble o triple función y así casi nada funciona”, anotó.

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En el caso de José Carlos, presunto homicida de Xóchitl consideró que el proceso se está llevando a cabo de una manera correcta pese a que de momento se pueda percibir injusto para la víctima o sus familiares.

Esto porque la figura de la flagrancia se hizo con la intención de detener a los verdaderos responsables de un crimen sin dar lugar a dudas, apuntó el abogado, pues anteriormente muchas veces se detenía a personas nada más “a la brava” y un procedimiento mal encausado finalmente resulta contraproducente porque terminaba en impunidad, con el paso del tiempo.

Es por eso que la manera en la que están llevando el procedimiento es correcto, reiteró, pues eventualmente es muy posible que se finquen responsabilidades en el sujeto por feminicidio, de ser culpable.

“Es mejor eso, aunque parezca contradictorio, a que lo hagan todo mal y rápido, y después la persona salga libre, pero si todo marcha de manera correcta, como se está haciendo, al final tendría que resultar en una pena que sea verdaderamente ejemplar”, expresó.

Además, calculó que la sentencia final pudiera dictarse al cabo de un año y medio como máximo, tras recorrer todas las instancias correspondientes, incluyendo el juicio, lo que representa poco tiempo en términos legales.

Con el sistema anterior, en cambio, sólo en la primera instancia el caso se pudiera llevar hasta dos años y medio, y terminar en alrededor de tres años y medio.

 

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