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La clave de la información

Sonora caliente

El Eslabón Perdido

Humberto Melgoza Vega

Hace una semana, el gabinete de Seguridad del Gobierno federal trazó un plan emergente para atacar el creciente problema de la narco-violencia en Sonora.

Ahorita vengo, voy pa Sonora

Esto trascendió durante la conferencia mañanera del martes en la que Alfonso Durazo Montaño anunció su decisión de renunciar a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana para venir a Sonora, “obedeciendo el mandato de la militancia”, como candidato a la gubernatura por Morena.

“Renuncio al gabinete, pero no al proyecto de transformación ni al liderazgo político” del presidente López Obrador, exclamó.

 “Recibimos un país oliendo a pólvora, con cientos de miles de muertos y desaparecidos, en el peor escenario posible. No podíamos fingir que sería fácil de enfrentar o resolver el problema y tenemos que aceptar que no podemos fingir que el problema es sencillo”, manifestó Durazo Montaño, para justificar el saldo negativo que deja en materia de homicidios dolosos.

Al tocar el tema de la inseguridad en Sonora, que ha destacado como nota de portada a nivel nacional, incluso internacional, por el violento despojo carretero a una familia residente de Arizona, dejando mal parado su trabajo como secretario –con la parte que le toca al gobierno estatal–, Alfonso Durazo advirtió que la federación no se cruza de brazos.

 “En Sonora hay una intensa disputa por la recuperación de territorios de viejos grupos criminales, pero estamos atendiendo y vamos a dar resultados. El viernes estuvimos con la gobernadora (Claudia Pavlovich Arellano), no informamos para que por mi presencia en esa reunión no tuviera una connotación política, pero vimos cómo atender el problema de la violencia en Caborca, Guaymas, Empalme y Cajeme. Vimos cómo enfrentar la problemática que se está presentando ahí”, escribió Shaila Rosagel, corresponsal de Grupo Healy en Ciudad de México.

“Nos hemos comprometido a fortalecer la coordinación entre todas las instancias para optimizar los resultados de los esfuerzos que estamos haciendo, Sedena, Guardia Nacional,  Marina, han ofrecido extender el estado de fuerza en caso de ser necesario”, dijo el aún secretario de Seguridad y anunció que para tal efecto se establecieron cuatro áreas prioritarias: Caborca-Pitiquito, Hermosillo-Magdalena, Guaymas-Empalme y Cajeme y Yécora.

El pasado miércoles, en el Noticiero de Televisa Sonora se refirieron a una “guerra de cárteles” en el desierto de Altar, entre “Los Chapitos” y el “Cártel de Caborca”, donde mencionan al legendario Rafael Caro Quintero.

En la nota, Librado Macías, alcalde de Caborca, apenas atina a decir que “este es un enfrentamiento entre grupos acérrimos (sic), que quieren acabar uno con el otro…”.

Este conflicto comienza a afectar a la población civil, con los retenes ilegales montados en las carreteras de Caborca, Sonoyta y Puerto Peñasco, que se han vuelto peligrosas para transitar y con el aparente cobro de piso, que habría sido la causa de incendio intencional de un empaque de espárrago hace un par de días en la llamada Perla del Desierto.

Frontera en disputa

San Luis Río Colorado también es Sonora.

Del conflicto por las rutas del trasiego de drogas y el control del narcomenudeo esta ciudad fronteriza no es ajena para nada, con el ingrediente de su vecindad con Baja California, Arizona y California, y el atractivo mercado de los Estados Unidos.  

Orlando, vivir al límite.

Actualmente, en esta frontera se encuentra en curso una disputa entre células que antes eran aliadas en el Cártel de Sinaloa, enfrentamiento que ha provocado una escalada de la violencia en ambos valles, el de San Luis y el de Mexicali.

El episodio de violencia más reciente se registró la noche del pasado miércoles, cuando un solitario sicario llegó hasta el domicilio del ex policía municipal Orlando Méndez, en la avenida Guerrero y 30, y lo mató de varios balazos.

Orlando, muy conocido, incluso querido en un amplio sector de la sociedad sanluisina, había sido detenido hace unos años en la garita de San Luis, Arizona, con una carga que trascendió era cocaína.

A los pocos años, tras recuperar su libertad, regresó a San Luis como si no hubiera pasado nada y comenzó a hacer vida social, la cual compartía despreocupadamente en su Facebook junto con la palabra “mambo”, que era una especie de rúbrica. 

Descanse en paz.

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