Sicarios y redes sociales
El Eslabón Perdido
Humberto Melgoza Vega
Desde hace un par de días ha venido circulando de manera profusa a través de redes sociales la presencia de un supuesto comando armado hasta los dientes que se desplaza en el valle de San Luis Río Colorado, más específicamente en la zona limítrofe entre Sonora y Baja California en el área de Luis B. Sánchez, mejor conocido como el Kilómetro 57.
Hasta el momento no hay evidencia fotográfica o en video en donde se ilustre de manera fehaciente la existencia del presunto convoy, todo se limita a rumores que al ser compartidos y comentados en plazas digitales como Facebook generan una gran psicosis entre la población.
Entre los datos que circulan a través de WhatssApp sobre el convoy fantasmal se anexa una fotografía de sujetos armados a bordo de un pick-up tipo “monstruo” negro de redilas, todos vestidos de negro y con cascos y chalecos anti-balas y aunque no hay constancia de que haya sido tomada en el valle de San Luis algunos medios, ansiosos de likes, la dieron por buena.
Todo inició la tarde-noche del miércoles con el audio donde un hombre dice haber visto en el 50 a un convoy con gente fuertemente armada y recomienda a la gente que si no tienen nada que hacer en la calle que mejor se queden en sus casas.
Posteriormente el rumor tomó visos dramáticos con el mensaje difundido a través de la radiofrecuencia policiaca por el responsable de turno (RT) comisionado al valle sanluisino y que también se filtró y fue reenviado a medio mundo por celular:
“Unidades, unidades de aquí de la central si traen su chaleco con placas ahí arriba de la unidad pónganselo, hay que ponérselo, al parecer están comunicando que anda gente armada entre seis y diez vehículos, pal lado del valle, por si suena código rojo yo voy a llamar a las unidades para que estén pendientes y no nos agarren así nada más. Pen-dien-tes unidades. Si traen chaleco pónganselo”.
En algunos medios de comunicación tanto de San Luis como Mexicali se manejó la especie de que este mismo grupo armado había “levantado” a un mecánico residente de Estación Riíto, aunque el dato no ha sido confirmado por autoridad alguna.
La alerta paró las antenas de las corporaciones policiacas y reporteros de Baja California. Entre las corporaciones policiacas del vecino estado circularon el siguiente mensaje de manera interna:
“Para conocimiento* reportan de C-5 de San Luis: Ejido Michoacán, Estación Riitos (sic) portación de armas o cartuchos, privación de la libertad. Alrededor de 10 vehículos tipo pick-up Ford blancos, Chevrolet Silverado, vehículos tipo Jeep verde, oscuro y mate, con personas armadas, encapuchados, así mismo privaron de la libertad a un mecánico de la zona, unidades de San Luis de la zona en camino…”.
Hasta el cierre de esta edición la presencia del supuesto convoy no había sido confirmada, pero se mantenía el rumor de que la gente de los “Chapitos” harían un refuego en el valle y las corporaciones policiacas de San Luis como de Mexicali se mantenían al tiro ante cualquier eventualidad.
Fake news
Mientras que la presencia del supuesto convoy en el valle –que por su naturaleza sería imposible que pasara desapercibido en una planicie como la de San Luis Río Colorado—se mantenía en el ánimo de la opinión pública, la publicación de otro video en redes terminó por despertar la imaginación de los “facebookeros”.
En el video se mira cuando un sujeto despelucado y sin camiseta eleva con una cuerda unos rifles de asalto desde lo alto de una torre en el Cereso local.
Agentes conspiracionistas, sin mucho que hacer, algunos francamente malintencionados afirmaron que se estaban introduciendo de manera clandestina armas de fuego a la cárcel y que seguramente los internos se estaban preparando para amotinarse de manera violenta…
El Eslabón Perdido consultó a una fuente de confianza en el Sistema Penitenciario quien nos dijo que ese movimiento lo hacen cada dos o tres meses cuando le dan mantenimiento y limpieza a las armas de los custodios.
“La verdad nos estábamos riendo… ahí se ve la Van del Cereso de donde están jalando las armas, pero se asustaron porque vieron a un pelón en la torre”, nos dijo el contacto quien agregó que es la manera más segura de meter el armamento, por la parte de afuera, en lugar de ingresarlas por los patios con el riesgo de ser asaltados por los internos.