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La clave de la información

La imposible sana distancia

El Eslabón Perdido

Humberto Melgoza Vega

Con la llegada de la Cuarta Transformación a Sonora de la mano del gobernador Alfonso Durazo Montaño también se define al que será el líder natural y de facto del partido Morena en el estado.

Alfonso Durazo traerá mucho trabajo, levantando la difícil situación en la que recibió el estado, quebrado financieramente y con altos niveles de inseguridad, pero sin duda se dará su tiempo para influir en las decisiones tanto partidistas como en el Congreso del Estado.

Con todo y la 4T hay usos y costumbres que no cambian en el sistema político mexicano y no hablamos precisamente de la corrupción sino del centralismo, el influyentismo y el cuatachismo a la hora de tomar decisiones.

Convertido en el nuevo partido mayoritario, como en los mejores tiempos del PRI, pero con una inspiración populista de izquierda de “primero los pobres” –aunque lo digan desde un Palacio–, ahora muchos quieren estar cerca del poder, aunque hace poco lo ponían las cruces y hasta lo habían combatido.

Cuando estás desde la oposición y aspiras a un día ser gobierno te peleas por las migajas y si se cierran las oportunidades emigras a otro partido pero una vez que accedes al poder sufres una extraña transformación.

Así es como el presidente AMLO no se aguanta las ganas de intervenir en las elecciones para favorecer a su partido y ahora destapa sus “corcholatas” donde se percibe su apoyo hacia Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México como eventual candidata a la Presidencia de la República en 2024, carrera en la que se puede colar Durazo si hace un papel extraordinario.

Luego de un par de años Morena ha reactivado la campaña de afiliación al partido del presidente AMLO y lo hará de manera masiva, en una operación casa por casa que lo llevaría a convertirse en el partido político con más militancia del mundo.

 Al pasar de movimiento social a convertirse en partido político con todas las de la ley, en Morena tendrían que evolucionar del sistema de encuestas o de tómbolas  a las asambleas o elecciones con voto directo como método para elegir a sus dirigentes y candidatos de elección popular.

Como partido Morena tendrá la opción de convertirse en una apéndice del Estado, una nueva versión del PRI-Gobierno y luego del PAN-Gobierno; o en un instrumento independiente y democrático, verdaderamente al servicio del pueblo y no cómplice y comparsa del sistema.

Es normal que en los partidos le tengan miedo a la democracia, es más fácil desde arriba ponerse de acuerdo e imponer al candidato que será fiel a cuidar sus intereses a correr el riesgo de que salga un loco que luego se les voltee.

Con la campaña de afiliación masiva emprendida por Morena buscarán tener una gran base social que sirva como soporte para las políticas emprendidas por la 4T, algunas bastante impopulares, y que a la hora de los procesos electorales arrase en las elecciones.

A López Obrador no le interesa que le pongan su nombre a calles, plazas o que le construyan monumentos cuando trascienda el gobierno, pero sí está empeñado en heredar en 2024 el poder a uno de los suyos, porque de otra manera quedaría trunca la historia de la Cuarta Transformación.

Pero también a veces el  exceso de democracia empacha y el Rey de los Chairos no podría arriesgarse a que en una de esas se le cuelen Ricardo Monreal o peor aún el camarada Fernández Noroña.

Toda proporción guardada, hasta la fecha el alcalde Santos González es el líder moral de la morenada sanluisina, por derecho de antigüedad, como lo es AMLO con la chairiza nacional y como lo será Poncho Durazo a nivel estatal.

Pero no hay que perder de vista a Manuel Baldenebro, reelecto como diputado federal, una vez que le abrieron las puertas se va a meter hasta la cocina de Morena y les va a disputar el manejo del partido y en un descuido hasta la presidencia municipal.

Nada más es cuestión de revisar la foto que circuló en redes sociales y que publicamos en esta misma edición semanal.

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