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Nick Oza. Imágenes de un inmortal

Humberto Melgoza Vega

SAN LUIS RÍO COLORADO. La muerte del fotoperiodista Nick Oza el pasado lunes deja un gran vacío entre quienes lo conocieron y amaron, que supieron tanto de su sensibilidad artística como de su calidad humana.

Muy buen fotógrafo, mejor persona.

Nacido en India hace 57 años y nacionalizado estadounidense, el fotógrafo Nick Oza era más bien un ciudadano del mundo.

Con su cámara al hombro se convirtió en cronista de la vida urbana de las ciudades, con sus protestas sociales, retratista de los rostros más bellos como desafortunados y sobre todo, historiador del fenómeno migratorio, del que él mismo formaba parte.

Fotógrafo para el Arizona Republic desde 2006, Nick Oza ganó en un par de ocasiones el premio Pulitzer de fotografía, el equivalente a los premios Oscar del cine, y era respetado en el gremio por su fino trabajo y su don de gentes.

Su espíritu de reportero lo llevó a cruzar por múltiples fronteras, precisamente fue la construcción del gigantesco muro ordenado por Trump la que lo trajo a San Luis Río Colorado, donde comió habanero sin enchilarse y tomó mezcal hasta emborracharse.

De la misma manera dejó registro a su paso por lugares tan disímbolos como Irak, Guatemala, México y todo Norteamérica en publicaciones como National Geographic, además que su trabajo multimedia le valió un premio Emmy.

La mañana del 3 de septiembre, Nick conducía su vehículo por el freeway de Phoenix, donde residía, cuando perdió el control y se estrelló contra el muro de contención.

Gravemente herido fue trasladado a un hospital donde permaneció hasta el pasado 27 de marzo, cuando perdió la batalla por su vida.

“Nuestros corazones están con la esposa de Nick, Jacquelyn, su hija Shanti y toda la familia Oza”, expresó Greg Burton, editor ejecutivo del Arizona Republic.

Nick Oza “cambió la manera en que nos miramos unos a otros, y fiel a su llamado, la forma en que nos vemos en las luchas de los demás”, agregó.
En las condolencias por su trágico desenlace surgieron algunos mensajes realmente inspiradores, como el de Liz Pinkerton: "Nunca habia conocido a persona tan brillante, solidaria, cálida y humana como Nick. Que su espíritu viva por siempre...".  
Por nuestra parte podemos apostillar que Nick era una persona extraordinaria, sencillo de más y amigo de los que se están extinguiendo.
Descansa en paz, querido Nick.   
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