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Violencia en el futbol mexicano, ya nada será igual

Las imágenes de violencia en el partido Querétaro-Atlas del sábado pasado marcarán un antes y un después en el futbol mexicano. Ante el mundo, proyectaron la imagen de un México bárbaro, que ya no tiene paz ni en los encuentros deportivos; y a quienes acudieron al estadio les deja el trauma como para no volver a hacerlo en su vida. Como no pueden matar a la gallina de los huevos de oro, directivos de la Femexfut y dueños de los equipos se aprestan a tomar medidas “radicales”.

Humberto Melgoza Vega

La nota acaparó la atención de todos, incluso de las personas que ni son aficionadas al futbol y que ni siquiera le entienden o saben con qué se come.

Las imágenes de la barbarie durante el segundo tiempo del partido entre los Gallos Blancos del Querétaro y los Rojinegros del Atlas de Guadalajara circularon en el ciberespacio por todo el mundo, proyectando una imagen de un México salvaje, en donde la violencia es cosa de todos los días y los estadios de futbol no podían ser la excepción.

Manoplas, tubos, azadones…

Esa tarde-noche del sábado 5 de marzo todo México fue testigo de una batalla campal de proporciones nunca antes vistas.

Lo que inició como una bronca más en las gradas fue creciendo en intensidad cuando los guardias de seguridad abrieron las rejas del estadio que dividían a los locales de la porra visitante.

Al inicio eran tiros derechos pero pronto la superioridad numérica se impuso y del graderío la violencia se extendió a los túneles y llegó al terreno de juego, lo que provocó que el partido se suspendiera y que tanto jugadores como cuerpo técnico huyeran hacia los vestidores para ponerse a salvo.

La turba enardecida pasó de los golpes y patadas hasta el uso de navajas, puntas, tubos con cadenas y otros objetos contundentes que nadie sabe cómo introdujeron al estadio, porque la porra del Atlas refiere que no les dejaron meter ni monedas.

Fueron largos minutos de terror que debieron parecer eternos a los aficionados y familias con niños atlistas, que para lograr salir con vida del estadio se despojaron de las camisetas de su equipo y algunos fueron rescatados por queretanos conscientes que les prestaron sus playeras y chaquetas con los logos de Gallos Blancos para que pudieran escaparse de una golpiza.    

De repente, los opinólogos de la guerra entre Rusia y Ucrania se volvieron “expertos” en el tema de la seguridad en los estadios de futbol y en la existencia de barras bravas, esas porras de animadores importadas de Sudámerica con todo y sus tácticas agresivas.

Fue así que surgieron toda una serie de teorías conspirativas que iban de lo inverosímil a lo ridículo: desde que se trató de un plan orquestado en donde estuvieron involucradas las autoridades del Club Querétaro, junto con la policía y guardias de seguridad contratados al vapor unos días antes; o que se trató del enfrentamiento ordenado por líderes “huahicoleros” contra emisarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Orgullosos con su trofeo de caza.

Hasta unas más descabelladas que le echaban la culpa al gobierno de la 4T, en particular al presidente Andrés Manuel López Obrador, de buscar tender una “cortina de humo” para desviar la atención sobre el nuevo escándalo de la filtración de unos audios donde se oye al fiscal General de la República, Alejandro Gertz, traficando influencias en la Suprema Corte; y centrarla en el gobierno de Querétaro encabezado por el panista Mauricio Kuri.

No fueron pocas las voces que enfocaron sus baterías contra AMLO y atribuyeron la violencia en el estadio a su discurso polarizante desde las “mañaneras”, en las que a diario despotrica contra la prensa “conservadora”, contra los “neoliberales”; en resumen, si no estás conmigo estás contra mí.

Las imágenes que circularon profusamente tanto en video como en fotografías dejaban muy poco a la imaginación pero aun así muchos la echaron a volar, como el reportero de Tv Azteca, David Medrano, quien el mismo sábado publicó en su cuenta de Twitter que “extraoficialmente” había 17 muertos y aunque días después ofreció disculpas por el tremendo desliz, el daño ya estaba hecho.

A casi una semana de los hechos violentos un importante sector de la población todavía se resiste a dar por buena la información oficial que refiere la hospitalización de 26 seguidores del Atlas, algunos de ellos en estado de gravedad pero hasta el cierre de esta edición aún no se había reportado ninguna persona fallecida.

Esto, a pesar de que en las imágenes se ven varios cuerpos inertes, desnudos y sangrantes, mientras que los hinchas enloquecidos los siguen tundiendo, pateándolos en la cabeza como futbolistas frustrados.

En redes sociales han circulado algunos testimonios de aficionados atlistas y de choferes que aseguran que algunos de sus compañeros ya no regresaron, y que incluso perdieron la vida, pero no hemos visto una sola denuncia de familiares o padres de familia que estén lamentando la pérdida irreparable de algún ser querido.

Eso sí, prácticamente al unísono propios y extraños han hecho coro para exigir justicia y un castigo ejemplar para los responsables, hasta la fecha son diez sujetos quienes serían vinculados a proceso por homicidio en grado de tentativa, entre otros delitos.

Una madre de familia se volvió noticia nacional porque personalmente entregó a su hijo a las autoridades luego de comprobar que había participado en la golpiza el día del partido Querétaro-Atlas cuando los agentes ministeriales fueron a buscarlo a su casa.

“Me está rompiendo el corazón, estoy deshecha, pero no hay de otra, aquí estoy y estoy con él”, fueron las palabras expresadas por la señora en un video que se volvió viral, grabado en las afueras de la Fiscalía General del Estado de Querétaro.

Todavía en Change.org hay una petición que busca dejar Fuera a México del Mundial de Qatar, seguramente promovida por los más radicales, que ni siquiera son aficionados al futbol ni están conscientes de la gran afectación que causaría, haciendo que paguen justos por pecadores.

“Después de la violencia vista en el estadio de “la Corregidora” en el estado de Querétaro, es necesario salvaguardar la integridad de todos las personas que asisten a un partido de futbol, la Federación Mexicana de Fútbol Asociación A C. (FEMEXFUT) nos ha demostrado que no tiene la capacidad para reaccionar a este tipo de acontecimientos; por lo que es necesario que la FIFA, no le permita asistir al Mundial de Qatar 2022 y le quite la sede del mundial 2026…”.

No hay reversa

Tras varios días de deliberaciones la Federación Mexicana de Futbol (FMF) tomó una serie de medidas que nadie dejaron contento. Lo menos que muchos deseaban era que el Club de Futbol Gallos Blancos del Querétaro quedara desafiliado, pero se quedaron cortos con las sanciones.

Encabezados por Yon de Luisa, presidente de la Femexfut, y de Mikel Arriola, dirigente de la Liga MX, la Comisión Disciplinaria resolvió que el castigo consistiría en:

-Todos los juegos del Querétaro como local serán a puerta cerrada, sin público, hasta el 7 de marzo de 2023.

Ante la justicia.

-La inhabilitación para la directiva del Club Querétaro por cinco años de cualquier actividad de administración relacionada con el futbol.

-Reasignación de los derechos de afiliación del Club Querétaro antes de finalizar 2022.

-Se sanciona al Club Gallos Blancos de Querétaro con una multa económica consistente en un millón 500 mil pesos.

-El grupo de animación de Querétaro está impedido de asistir durante tres años a los partidos que el club juegue como local y un año para los partidos que juegue en calidad de visitante. Quienes resulten culpables serán vetados de por vida del futbol mexicano.

“Queremos grupos de animación, no criminales disfrazados”, manifestó Yon de Luisa en la reunión con los dueños de los equipos.

Con el que sí se ensañaron fue con el ex portero Adolfo Ríos, quien el sábado se encontraba en el estadio de La Corregidora y brincó de su palco para tratar de calmar a las hordas enardecidas, para evitar que la tragedia fuera mayor.

Tras despedirse de los jugadores, el director deportivo del club grabó un video en el que pidió a los aficionados al futbol a que “realmente hagamos algo para salvarlo, que realmente creamos que el futbol une, que el futbol es una fiesta, que el futbol es familia, que si quieres apoyar a tu equipo lo hagas con todas tus fuerzas y que de verdad dejemos la violencia de lado, no queremos violencia…que Dios los bendiga…”. @

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