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Madres Buscadoras de Sonora BAJO AMENAZA

Aunque no es la primera vez que la amenazan por buscar a sus dos hijos víctimas de la inseguridad, esta vez Cecilia Flores siente que su vida realmente está en riesgo luego de la llamada recibida desde el Cereso de Hermosillo donde le informan que le han puesto precio a su cabeza y exige la protección del gobierno federal.

Humberto Melgoza Vega

SAN LUIS RÍO COLORADO, 29 de noviembre de 2022.- Hace un par de semanas, la vida de Cecilia Flores dio un vuelco cuando desde el Cereso de Hermosillo recibió una llamada a su teléfono celular que le heló los huesos.

No es la primera vez que la lideresa de las Madres Buscadoras de Sonora es amenazada por su activismo, pero ahora siente que la cosa va en serio y que corre verdadero riesgo su vida.

“La verdad sí temo por mi vida”, manifestó la madre de familia, quien ha vivido en carne propia la violencia generada por el narco en todo el país.

Fue un interno el que la alertó de lo que se estaba gestando en la cárcel. Y a pesar de que la amenaza es real, el gobierno federal le ha retirado la escolta por parte del Mecanismo de Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos.  

Asedio criminal.

La llamada. “Me dijeron: ‘te estoy hablando desde el Cereso de Hermosillo y aquí se está corriendo el rumor que están haciendo una oferta de pagar 50 mil pesos para que te quiten la vida’”, recuerda.

“´Y te lo estoy diciendo porque en algún momento tú ayudaste a mi familia encontrando a mi familiar. Te quiero decir que te cuides y que se cuiden las personas que te rodean, porque también ellas corren peligro, porque la amenaza no es solo para ti sino para toda la gente que está contigo’”, le advirtieron.

“Sí me da mucha preocupación porque mis compañeras, que siempre han estado conmigo en esta lucha, pues ya las está abrazando el miedo y dicen ‘yo prefiero dejar de buscar’. Qué lamentable que por estar amenazando a las madres de los desaparecidos dejen de ser buscados”, condena.

-¿A quién podría interesarle que no los sigan buscando?

-Es lo mismo que yo me pregunto, ¿a quién le perjudica que busquemos a nuestros hijos?

Después de esta nueva amenaza, la residente de Hermosillo vive con el alma en un hilo.  

“Traía mi seguridad permanente pero me tuve que venir a mi refugio y acá no la tengo”, dice.

Cuando tiene que salir a la calle lo hace por bajo su propio riesgo. “Traigo un GPS que me monitorea cada hora”.

Relata: “Desde un principio yo siempre estuve consciente de todo lo que me podía pasar, pero esperemos que como Dios conoce nuestra obra, nuestra labor, pues es el que nos está cuidando como hasta hoy”.

Reconoce que este tipo de amenazas sí les dan miedo, porque se ha visto que suelen cumplirlas, pero no las desanima a seguir buscando a sus seres queridos que parece se los tragó la tierra.

“Sí nos preocupa pero no nos desanima, olvídate, ni siquiera me pasa por la mente que yo deje de buscar a mis hijos. Esto no me va a detener, siempre lo he dicho que solo la muerte va a poder detener la búsqueda de mis hijos”, resalta.

Para poder continuar con la búsqueda de sus hijos sabe que se tiene que cuidar. “Yo no publico dónde estoy, ni tampoco quién soy, no llego diciendo ‘yo soy fulanita de tal’.

Además “trato siempre de pasar desapercibida, prefiero viajar más en autobús que en avión; me siento más segura viajando en autobús que en los aviones porque siempre me encuentro con gente que me conoce y me da más preocupación, que me vayan a seguir…”.          

Hasta encontrarlos

Por azares del destino y de la inseguridad, Ceci Flores se sumó a los grupos de madres buscadoras que ya existían en otros estados, como Las Rastreadoras de El Fuerte, en Sinaloa, encabezado por la señora Mirna N. Medina.

A su primer hijo, Alejandro Guadalupe de 21 años, lo “levantaron” el 4 de octubre de 2015 en Los Mochis, Sinaloa cuando se dirigía a su trabajo.

“Iban dos personas con ellos y también se los llevaron, mi hijo tenía solo un mes que había llegado al pueblo, se había casado con una joven y se la llevó para allá …todavía no sabemos cuál es motivo de que lo hayan desaparecido”, señala la activista social.

A Marco Antonio, de 32, un grupo de hombres armados se lo llevaron por la fuerza el 4 de mayo de 2019, en Bahía de Kino, Sonora, “este es llevado por el Cártel de Los Salazar ya que mi hijo tenía problemas con ellos”.

También se habían llevado al menor Jesús Adrián, entonces de 16, “pero gracias a Dios a los seis días lo recuperé”.

La sinaloense radicada en Sonora desde 2003, con domicilio en la capital Hermosillo, desde 2021 vive desplazada en una casa de seguridad de la Ciudad de México debido a las amenazas de muerte en su contra.

Equipada solo un GPS y un botón de pánico que le proporcionó el Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, Cecilia se siente vulnerable.

“Un GPS no me va salvar la vida”, expone en la entrevista con Semanario CONTRASEÑA.

Señala que el gobierno federal se ha mostrado indolente respecto al fenómeno de los desaparecidos en México, más de 100 mil desde los años sesenta a la fecha.

Aranza y Brayan. Hasta que la muerte…

“Si nos apoyaran no estaríamos nosotros haciendo la búsqueda, porque hay Fiscalía Especializada en Materia de Desaparición Forzada, hay Comisiones Estatales de Búsqueda, donde participa la Comisión Nacional, si de verdad ellos hicieran su trabajo, no tendríamos que hacerlo nosotras  

“En Sonora hemos encontrado el apoyo del gobernador Alfonso Durazo, el problema es cuando yo salgo del estado. Mi pregunta es por qué en la Ciudad de México no pueden darme el mismo apoyo que me dan en Sonora, porque así no me voy a poder regresar a mi casa”, manifiesta.

Cecilia Flores lamenta la difícil situación de inseguridad relacionada con el crimen organizado que se vive en el territorio nacional, donde Sonora aparece en el top ten de la lista.

“Creo que el gobierno no está haciendo bien su trabajo, porque si no no estaríamos viviendo esta situación. Recuerda que yo vengo de Sonora y lamentablemente ahí fue donde comenzaron las amenazas por las que tuve que salir desplazada”, comenta.

La amenaza más fuerte la recibió el 15 de julio de 2021 cuando mataron a Aranza Ramos en Guaymas. Ella se había integrado al colectivo de las Madres Buscadoras de Sonora para encontrar a su esposo Brayan Omar Celaya Alvarado, quien había desaparecido el 6 de diciembre de 2020.        

“Después comenzaron a amenazarme a mí, que dejara de buscar porque si no me iba a pasar lo mismo que a Aranza”, señaló.

Puras promesas

La Madre Buscadora de Sonora no tiene una buena opinión respecto al gobierno federal. Considera que no han hecho bien su trabajo de garantizar seguridad para los ciudadanos.

“Yo creo que no han hecho bien su trabajo, si no no andaríamos aquí”, consideró.

Como parte de esta tragedia humanitaria, Ceci ha encontrado el apoyo y solidaridad de organismos nacionales e internacionales, como de la ONU que sigue de cerca su caso respecto a las amenazas.

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Sin embargo, la experiencia no ha sido positiva por parte del gobierno federal, dice que batallaron para reunirse con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien los remitió con el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas “y solo fue para tomarse la foto. Son apáticos, son insensibles, son burócratas…”.

“Nunca he solicitado al presidente que me atienda personalmente, pero sí que nos dé seguimiento a todo lo que estamos solicitando nosotros. De qué te sirve que te atiendan y que te apapachen si no le dan seguimiento”, manifestó la luchadora social, quien acepta que teme por su vida.

“Yo quiero regresar a Sonora pero necesito tener una escolta de manera permanente, traer un botón de pánico no me va a salvar la vida”, plantea.

Y expone: “Ahorita voy llegando a la Ciudad de México, vengo sola, no sé si me vendría siguiendo alguien…”.

Ayer tendría una reunión para ver la manera de coordinar los esfuerzos con el gobierno de Sonora para brindarle protección.

“El gobernador Durazo sí se ha tomado el tiempo de atender a las víctimas, porque la otra desgraciada que se fue, la Pavlovich, en su vida nos quiso recibir. Lo que es de cada quien, el gobernador nos apoya con alimentos y la gasolina cuando hay búsquedas, nos han facilitado vehículos y herramientas, de hecho nos están apoyando para recuperar nuestras oficinas”, finaliza. @   

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