Ataque contra jefe de Policía, apunta hacia “fuego amigo”
En medio del total hermetismo guardado por el ataque a balazos contra el domicilio del subdirector de la Policía Municipal perpetrado la madrugada del martes, en los corrillos de la corporación surgen algunas teorías conspirativas de pugnas internas y lucha por el poder.
Humberto Melgoza Vega
SAN LUIS RIO COLORADO.- El ataque contra el domicilio del subdirector de la Policía Municipal ocurrido a mitad de semana y que se tomó como una advertencia del crimen organizado en realidad podría haber tenido un origen distinto, en el seno de la propia corporación.
Al menos esa fue la conclusión a la que llegaron los jefes policiacos, mandos medios, supervisores y jefes de grupo que se encerraron a piedra y lodo en la comandancia de policía de avenida Guerrero y 34 para analizar el atentado a balazos dirigido a José Antonio Sillas Amavizca.
Por la mañana del martes, luego del atentado, los jefes policiacos Luis Edgar Labra y Sillas Amavizca se reunieron en la oficina de Presidencia con el alcalde Santos González a quien le expusieron la gravedad de la situación.
Por la tarde, la encerrona se realizó en la sala de juntas de la comandancia de policía, con puros jefes y mandos medios –el alcalde sólo fue a pasar revista pero enseguida se retiró–, reunión que se prolongó durante varias horas.
Además de cerrar filas en torno a los nuevos jefes policiacos, 10-2 Labra y 10-3 Sillas Amavizca, lo que se sabe en los corrillos de la comandancia es que el ataque difícilmente pudo haber venido de la delincuencia organizada, “ellos no amenazan, nomás llegan y te matan”.
También, el calibre 40 que fue utilizado para el ataque son de los que se usan en las armas de cargo de la corporación, quizás si hubieran lanzado una ráfaga con “cuerno de chivo” habrían logrado impactar de mayor manera.
“En la reunión estuvieron viendo el tema, él (Sillas) no tiene problemas con gente afuera, él no ha andado mucho en la calle, no se ha enredado con gente mala”, confió a Semanario CONTRASEÑA un oficial que pidió no se mencionara su nombre.
“Todos los agentes que trabajamos para él no hemos detenido a nadie importante, no hemos decomisado nada caro, nada riesgoso, ni se sabe que vayan a negociar, por eso se dice que vino de adentro”, manifestó.
“Todavía andan tres cuartas partes del grupo de Julio y todos andan en la calle todavía, a lo mejor quieren repetir o desestabilizar…imagínate cuánta lana estaban haciendo…”.
Y enseguida, una reflexión: “Apenas tienen dos semanas, la maña, la gente mala de aquí no le conviene que se caliente el pueblo…”.
Luego del atentado en contra de su domicilio particular, donde también resultó afectada la unidad oficial, un pick-up Ram blanco de modelo reciente, el subdirector de la corporación presentó la denuncia correspondiente en el Ministerio Público del Fuero Común (MPFC), para que investigue y se castigue a los responsables.
Reacio a dar entrevistas sobre el tema, por medio de un boletín Labra Zárate indicó que independientemente de cuál haya sido el origen y motivación de la agresión “como gobierno deseo dejar muy claro que no claudicaremos en nuestro objetivo de generar la tranquilidad que la ciudadanía reclama”.
El comandante resaltó que en San Luis hay más gente buena que mala y que nada ni nadie amedrentará y mucho menos desestabilizará a la Policía Municipal, “hoy más que nunca tenemos una corporación unida, al servicio de la comunidad”·
“El cargo implica riesgos, pero si eres una persona limpia, honesta, que se dedica a hacer su trabajo no tienes por qué tener problema”, mencionó Labra Zárate en reciente entrevista con este Semanario donde advirtió que su único compromiso sería con la sociedad y con el alcalde que le daba la oportunidad
“Quien tenga esa intención, al ver la decisión del servidor público de desempeñar honrosamente su cargo sepa cuál será nuestra línea de trabajo. Si lo hacemos desde la cabeza de la pirámide, todo debe avanzar de la misma manera. Uno tiene que predicar con el ejemplo, con el trabajo y con la actitud y creo yo que es un gran mensaje para cada uno de los elementos”.
Bienvenido a la jungla
Al inicio de cada administración siempre se vienen los reacomodos en la jefatura de policía, movimientos que no siempre son tersos.
Sucedió cuando entró Leonardo Guillén, esa vez desconocidos dejaron una corona de flores en el kiosco del parque Benito Juárez con amenazas dirigidas contra quien esa misma noche rendiría protesta como director de la Policía Municipal, Francisco Vázquez Bustamante.
Volvió a pasar cuando Enrique Reina tomó posesión en su segundo periodo como alcalde pero esta vez de las amenazas pasaron a los hechos.
Vázquez Bustamante, quien sería ratificado en el cargo como jefe de la Policía fue rafagueado en plena vía pública, muriendo una semana después en un hospital de Phoenix, Arizona.
Y ahora, al inicio del nuevo gobierno emanado del partido Morena se presenta este acto de intimidación contra el subjefe de la corporación, José Antonio Sillas Amavizca.
En la delincuencia organizada, como en los partidos políticos, en las corporaciones policiacas y en los gobiernos, al inicio de cada administración hay agentes que se resisten al cambio, a perder los privilegios, el modus operandi y el nivel de vida que venían desarrollando.
Desde campaña el alcalde Santos González fue reiterativo en asegurar que en su gobierno “yo no voy a vender la comandancia” y ahora en funciones sostiene que en el nuevo ayuntamiento ya no habrá más “carritos felices”, como se les llama a los repartidores de droga a domicilio, que no son nada discretos y que han hecho su agosto en los últimos años.
“Vender” la comandancia como dice Santos es hacer arreglos con los principales cabecillas de la plaza para que puedan trabajar en su ilícito negocio sin ser molestados a cambio de importantes sumas de dinero.
La nueva política del gobierno municipal, que ha sido adoptada por el director de la Policía seguramente no tiene a todos felices.
Un experimentado oficial de Policía que accedió a platicar a cambio del anonimato manifestó que en la corporación fueron bien recibidos por la mayoría de la tropa los nombramientos de Labra, Sillas Amavizca y Francisco Camargo, porque traen la intención de hacer las cosas bien.
Afirma que así trabajan más a gusto y no por consigna, que luego ya no pueden detener ni siquiera multar a nadie porque luego salen que están “arreglados”.
“La mayoría lo vemos bien, porque sabemos que nadie le va a llegar con dinero, a todos nos conviene alguien así…trabajamos más a gusto porque no nos venden…”, comentó.
El problema es que sólo han cambiado a los jefes pero los mandos medios y jefes de grupo permanecen intocados y estarían obedeciendo a otros intereses.
En el caso de Sillas Amavizca “no creo que tenga broncas con nadie”, ha estado como jefe de tránsito y luego como instructor en el Cecap, así que no ha tenido mucha oportunidad de andar en la calle, que es donde se hacen los compromisos y surgen los problemas.
Además de la baja de Pancho Vázquez Bustamante, sacrificado por un grupo delincuencial que no lo quería en esa posición porque afectaba sus intereses, también en la administración de Reina en marzo de este año asesinaron con saña inaudita al oficial Daniel Cortez, brazo derecho y compadre del ex jefe operativo David Ramírez Sierra, a quien balearon y le prendieron fuego a bordo de su vehículo en Las Lomas por un desacuerdo con miembros del crimen organizado. @