Se despiden diputados con bonos millonarios
Aunque justificados con que se trata de un “fondo de ahorro” y no de una bonificación o pago de retiro, los diputados de la 62 Legislatura recibirán un jugoso pago por los servicios prestados a la nación que se suma al sueldo que reciban hasta concluir su periodo de tres años el próximo mes de agosto, entre otras envidiables prestaciones de las que se han beneficiado dejando de lado todo concepto de austeridad en medio de una situación económicamente caótica en el país
Bibiana García Garza
Como ya es tradición, los cientos de miles de pesos que constituye la dieta de los diputados federales en el país se complementarán una vez más con bonos de despedida que costarán millones de pesos al erario público, y que fueron aprobados por mayoría durante el segundo semestre del 2014.
Estos pagos y prestaciones fueron rechazados por solo algunos de los 500 legisladores –entre ellos 300 ´pluris´- y, según sostienen, se trata en mayor parte de un fondo de ahorros al que tienen derecho y que depende de cada diputado, no de un “finiquito de marcha”.
Algunos legisladores de la fracción panista han llegado a asegurar que ese bono es una leyenda urbana al igual que los pines de oro, los carros del año, los viáticos para viajes y otras prestaciones aunque muchos de esos apoyos de los que tanto se ha hablado no están para nada alejados de la realidad.
De acuerdo a información publicada por el diario Reforma, al cierre de la sexagésimo segunda Legislatura, la mayoría de los diputados votaron por la auto-asignación de casi dos millones de pesos cada uno por concepto precisamente de fondo de ahorro, dietas, y parte proporcional del aguinaldo.
Ello está demostrado en los números que reporta la Cámara de Diputados de los recursos que destinará para cubrir esas percepciones de los representantes del pueblo y que ascienden a 943 millones de pesos del erario.
En los últimos cuatro meses de su periodo –uno muy inactivo por cierto-, desde mayo hasta agosto del presente año, los diputados se llevarán de 593 mil 728 pesos por dieta y apoyos, lo que se traduce en 295 mil 640 pesos más 183 mil pesos de “asistencia legislativa” y 115 mil 08 pesos de “atención ciudadana”, por cada uno.
Este fondo no necesita comprobación, pues entra directamente a las cuentas personales de los diputados y está libre de impuestos, además de que no contempla otras prebendas que se suman a la lista de beneficios.
A las onerosas cifras se suman el seguro de gastos médicos mayores por cien mil 500 pesos cada uno, atención dental gratuita durante todo el año, viáticos para viajes en avión o terrestres, seguro colectivo de vida, vales de despensa por 2 mil 780 pesos mensuales, el aguinaldo que corresponde a 40 días de dieta si el diputado trabajó todo el año (93 mil 100 pesos, esta vez solo por ocho meses de trabajo), y hasta servicios funerarios.
El fondo de ahorro podrá ser hasta el 12 por ciento de la dieta del legislador (12 mil 645 pesos mensuales), cantidad que, encima de todo, la propia Cámara les duplica, lo que significa que cada uno puede ahorrar casi medio millón de pesos en los tres años (455 mil 220 pesos), que terminan en 910 mil 440 pesos.
En la anterior Legislatura (2009-2012), San Lázaro entregó un millón 200 mil pesos a cada legislador –libres de impuestos-, por lo que este año se prevé que dicha cantidad se incrementará, representando así un gasto total de 600 millones de pesos.
Con esto se incrementará ese gasto a un 30 por ciento respecto a lo ejercido este año, es decir, pasará de 6 mil 798 millones de pesos, a 8 mil 821 millones, en contraste con los recortes y despido de personal de honorarios que se han suscitado.
Sin embargo, de manera precisa se desconoce cuánto se llevará al salir cada legislador aunque las cifras previamente presentadas pudieran ofrecer un norte de ese panorama que va desde el millón hasta casi los dos millones de pesos por los otros conceptos y prebendas.
** Los que por sus fueros, y bonos, volvieron **
En ese contexto, hubo varios legisladores que pidieron licencia para participar en las elecciones intermedias pasadas y, independientemente de los resultados de la contienda a favor o en contra, regresaron a su añorada curul en San Lázaro.
Algunos, como Everardo López Córdova, quien ganó la contienda por una diputación federal, afirmaron que volvieron para “cerrar con broche de oro” su periodo (al Congreso Estatal) y terminar con los pendientes de gestiones y trabajo legislativo, como también lo hizo el alcalde electo de San Luis Río Colorado, Enrique Reina Lizárraga, pero él sí, en el Congreso de la Unión.
No obstante, el concluir con su gestión, luego de ausentarse con licencia entre los meses de diciembre de 2014 y marzo de 2015, hasta después de las elecciones, su ausencia temporal no les impedirá recibir el pago que les queda por dos meses y 20 días de trabajo traducidos en 395 mil 914 pesos, tomando en cuenta que la 62 Legislatura concluirá el 31 de agosto del presente año.
Para llevar la cuenta, fueron en total 92 los diputados federales que solicitaron licencia para competir por cargos de elección popular y que en su mayoría regresaron, lo que les hará acreedores automáticamente del fondo de ahorros.
También se habla de un bono de fin de Legislatura que los funcionarios se auto-otorgan para liquidar a sus trabajadores de confianza y concluir sus actividades legislativas, aunque ese monto se conoce poco antes de terminar el periodo.
En 2012, la 61 Legislatura repartió un bono de 230 millones de pesos por ese concepto.
Esto sumado al bono que se otorga para la presentación del informe legislativo de los diputados mismo que, según datos de una publicación de mayo del presente año en el diario Reforma, es de 58 mil pesos (29 millones de pesos por todos).
Este, indica dicho medio, se adelantó cuatro meses pues fue depositado en las cuentas personales de los legisladores el pasado 30 de abril, último día del periodo de sesiones y que además, no tiene obligación alguna de comprobar su destino y no se considera un ingreso adicional al salario por lo que tampoco paga impuesto de ningún tipo: se recibe íntegro y se ejerce a libre albedrío.
** Transparencia y percepción del trabajo legislativo **
Aunque se supone que las dietas, los bonos o ´fondos de ahorro´ de los diputados corresponde al trabajo de éstos, a sus iniciativas y gestiones por y para el beneficio de sus representados, no siempre queda muy claro qué iniciativas se presentaron, cuáles de estas fueron aprobadas, y si se trabajó realmente “sin descanso” en la Legislatura.
Según politólogos y analistas críticos a los onerosos sueldos de funcionarios y diputados, está en duda la productividad real de muchos servidores públicos, sobre todo en la Cámara baja.
En la percepción ciudadana, son los diputados los que cuentan con la peor reputación y confianza, según lo confirma el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop).
De acuerdo a los resultados de las últimas encuestas telefónicas aplicadas por dicho organismo, la Cámara de Diputados es la peor calificada, con solo un 15 por ciento de confianza de los ciudadanos, quienes también expresaron muy bajos niveles de confianza hacia instituciones y corporaciones como los partidos políticos, los sindicatos, la televisión y la Policía Estatal.
Además, hay diputados en particular pésimamente evaluados por tener cero en los rubros de auditoría legislativa y transparencia.
Sobre los bonos, dietas y prestaciones, también se observa que los legisladores de todos los partidos entran en una disyuntiva y responden con imprecisiones en torno a los montos, así como ambigüedades y demagogia sobre los pagos que reciben y que, dicho sea de paso, son insultantes comparados con el salario mínimo del trabajador promedio en México, o inclusive de los profesionistas.
Las críticas ante este fenómeno, por otra parte, se mantienen al orden del día por una gran mayoría de mexicanos quienes, cada vez más ávidos de información con la ayuda de las nuevas tecnologías y las redes sociales, parecieran abrir los ojos ante la desigualdad que se vive en el país.
Entre sanluisinos y sonorenses que externan sus opiniones a través de las redes sociales, la gran mayoría está a favor de que se reduzcan las dietas, se eliminen los bonos e inclusive que se recorte a la mitad el número de diputados y senadores, así como a los plurinominales que no fueron realmente beneficiados por el voto en procesos electorales sino que son solo parte de la representatividad de cada partido.
Circulan así por montones las fotografías y videos de diputados bostezando o inclusive dormidos en sus curules así como también información sobre otros lujos a los que acceden en San Lázaro como chefs, edecanes de lujo, servicios de spa, choferes, departamentos en áreas exclusivas de la Ciudad de México, paseos y otras acomodaciones que dejan mucho qué desear en un país con 90 millones de pobres, según el último reporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado, por cierto, esta semana. @