Semanario Contraseña

La clave de la información

El Infiltrado – Anaya y Beltrones

[vc_row parallax=”” parallax_image=”” hide_border_bottom=”” dark_section=”” no_bottom_padding=””][vc_column width=”1/1″][vc_column_text]

Tito Capotito

Los principales partidos políticos del país estrenaron máximos dirigentes nacionales, Ricardo Anaya en el Partido Acción Nacional y como se había anticipado, el sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera por el Partido Revolucionario Institucional.

El del blanquiazul es un joven queretano con poca experiencia que ha hecho una vertiginosa carrera ascendente en su partido y aspira a ser coordinador legislativo o gobernador de su estado.

La bandera que ha manejado ha sido la de la honestidad y sigue siendo su principal lema en la búsqueda de la reciente nominación prometiendo combate a la corrupción al interior de su partido aunque nos huele más a demagogia que a una decisión real de luchar contra este cáncer que invade a los mexicanos de cualquier partido o sector.

A Anaya lo deja mal parado la conversación en la que pide Ernesto Ruffo el apoyo financiero del gobernador Guillermo Padres a la campaña del ahora líder panista, a cambio de “protección” cuando se le venga el mundo encima por la corrupción conocida en su sexenio, “de cabo a rabo”.

No hay comparación entre uno y otro, ni hay duda de la mayor experiencia y vocación política de Beltrones, a quien solo le queda ser presidente de México para culminar una brillante carrera en que su nacionalismo y convicciones firmes lo han llevado a ser un pilar en la permanencia del sistema de gobierno emanado del tricolor.

Con el ex gobernador sonorense al frente del PRI, este tendrá una nueva etapa en que se renovarán propósitos para afianzarse como el partido de las mayorías y de las clases populares, no nos cabe que no será el mismo a partir de ayer.

El que llegue a la presidencia del comité ejecutivo nacional significa para Beltrones encaminarse a la candidatura a la primera magistratura del país, a lo que no debe oponerse el actual mandatario Enrique Peña Nieto.

Beltrones es el hombre con la mayor estatura de estadista en México y solo sus detractores naturales no lo ven así.

En contrasentido a que hoy el PRI nacional es jefa turado por un sonorense, en San Luis Río Colorado el partido luce abandonado, no ha dejado de ser un “elefante blanco” el flamante edificio reconstruido y modernizado tras ser incendiado intencionalmente no se sabe por quién o quiénes.

Parece que ser reactivará tras la asunción a la gubernatura de Claudia Pavlovich dentro de unos días.

Al partido local le hace falta un dirigente que sea valiente y ponga en su lugar a la oposición gobernante, el PAN, de lo que se ha adolecido desde hace buen rato y se ha constituido como garrafal error de los jerarcas de todos los niveles que no hacen nada por poner al instituto político en el papel que se requiere para no estar perdiendo la elección cada tres años.

Hace falta un dirigente que no trabaje para un grupo o que si pertenece al que está en el trono que se faje anteponiendo los intereses del partido más que nada, si es que quieren ganar alguna vez la presidencia municipal.

Y que no se venda a ciertos personajes como ha sucedido con el actual, en contra de los sentimientos e intereses de muchos militantes de peso.

El asesinato del “fotoperiodista” Raúl Espinoza en que también fueron privadas de su vida cuatro mujeres, en el famoso caso de la colonia Narvarte del Distrito Federal, ha desencadenado en manifestaciones de protesta de integrantes del gremio e intelectuales, con una reacción tardía del gobierno federal que no fijó su postura condenando inmediatamente el multihomicidio en cuanto se cometió en forma salvaje.

En cambio merece pleno reconocimiento el jefe de gobierno de la capital azteca Miguel Angel Mancera por la forma en que la Procuraduría General de Justicia está llevando a cabo las investigaciones, llevándolos a la principal línea de los que se sospecha, el gobernador de Veracruz y gente allegada.

Los gobiernos y poderes legislativos del país tienen una deuda con los periodistas que ejercen en función de la necesidad de informarle todo a la sociedad y que ponen en serio peligro su vida cuando tocan intereses de la mafia o delincuencia organizada, o a personajes de poder que actúan con irracionalidad producto de su pobre formación cuando deciden atentar contra algún comunicador.

Hacen falta condiciones para que se reduzca la peligrosidad de ser periodista comprometido con la verdad, deben instituirse mecanismos de apoyo financiero y de protección a la integridad de estos y sus familias.

Es demasiado alta la cuota de sangre derramada por periodistas abatidos por el hampa o por el mismo gobierno, en complicidad en la mayoría de los casos.

Queda indefenso un periodista cuando alguien del bajo mundo decide matarlo y cuando se perpetra lo que son cobardes atentados no hay autoridad policíaca con voluntad de esclarecer y castigar a autores materiales e intelectuales, razón por lo que la mayoría de los asesinatos de comunicadores en México quedan impunes, por desgracia.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Deja un comentario

× Platique con nosotros