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Desarrollo frenado / El Infiltrado

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Por Tito Capotito 

El Parque Industrial Internacional de San Luis Rio Colorado (PII) creado por particulares foráneos en asociación con los miembros del ejido San Luis que aportaron la tierra no ha tenido los resultados deseados o proyectados, a pesar de que los inversionistas han puesto de su parte

recursos económicos y voluntad para facilitar la llegada de industrias.

Sus resultados escasos son el reflejo del freno al desarrollo económico que ha tenido esta frontera que a diferencia de otras que colindan con Estados Unidos registran un crecimiento permanente y en algunos casos ya con condiciones agotadas para recibir a más capitales.

Es lamentable que no se logre atraer a empresarios extranjeros y nacionales, con el detrimento a la economía de la región, la falta de oportunidades de empleo y desarrollo profesional, en pocas palabras es un estancamiento que no ha podido o no se ha querido destrabar.

La formación del PII fue resultado del cambio al artículo 27 Constitucional con el que la tierra ejidal por fin pudo venderse a particulares, una situación que se pensaba sería algo así como una

panacea que al menos aquí no dio resultados.

Fue esta asociación de campesinos de San Luis con la iniciativa privada la primera desincorporación en el país de dicho régimen de tenencia de la tierra tras la modificación a la carta magna, a cuyo acuerdo al poco tiempo de firmado los del mencionado ejido que formaron una empresa mercantil (Constructora e Inmobiliaria Ejido, COINE), se hicieron para atrás argumentando haber sido engañados y traicionados principalmente por el entonces presidente del comisariado del núcleo del que emergió el poblado y todo lo que se ocupó de superficie hasta no hace mucho tiempo, Rafael Meza Ramírez.

Perdida la esencia del campesino la de hacer producir la tierra, parte de los ejidatarios desde hace muchos años dejaron de ser agricultores para vivir de los ingresos por la renta de lotes urbanos y venta de terrenos, convertidos en urbanizadores que no urbanizan, valga la redundancia, pues

comercializan la tierra sin ocuparse de los servicios que dejan a la autoridad municipal.

Pero esto no es el caso que nos ocupa, con el reclamo de que les devuelvan las tierras, alrededor de 3 mil hectáreas entregadas para su venta mediante un fideicomiso, pensando que es lo último de las

decenas de miles de las que fueron dotados, se les iba el negocio y los astutos que controlan al ejido pusieron el grito en el cielo a la par con la presentación de una serie de demandas civiles durante casi dos décadas, sin conseguir nada de sus fines pero sí haciendo un daño de proporciones enormes al municipio.

Dichas demandas que favorecieron a la contraparte de los socios, los desarrolladores del PII, fueron factor de desprestigio y descrédito para esta frontera, se ahuyentaron a los posibles inversionistas que en cuanto se enteraban del conflicto entre las partes no querían volver a saber

nada ni a interesarse por nada de San Luis.

Una famosa anotación marginal a todo documento expedido por el Registro Público de la Propiedad y Comercio en operaciones con el PII, advertía de tratarse de “terrenos en litigio”, una argucia legaloide de consecuencias funestas.

La realidad es otra en cuanto a la certidumbre de la tenencia de la tierra y aunque se ha sabido de la legalidad con la que opera el PII, la desconfianza en San Luis ha sido casi total.

Lo cierto es que ninguna hectárea de las pocas cientos que ha vendido el PII, ha sido sujeta a reclamo alguno, nadie ha pretendido quitar a nadie un pedazo de tierra, simple y sencillamente porque son operaciones apegadas a la legalidad.

Esto lo dijimos en su momento pero no hubo voluntad de las partes ni de gobierno estatal o municipal alguno que tratara de intervenir en busca de una solución al conflicto por la reversa que dieron los ejidatarios.

Que se dejaron comer el mandado y las condiciones al final favorecían en utilidades a los socios de ellos, es posible, pero firmaron sus representantes el acuerdo y ha sido la causa por la que no prosperen sus demandas legales.

Además del descrédito causado a San Luis, hay un gasto cuantioso de recursos de ambos lados, unos demandando y los otros defendiéndose.

Por cierto que en esto el pasado gobierno de Guillermo Padrés le abonó pero a continuar la mala imagen de San Luis.

La forma y el lugar en que se instaló la única industria importante en los últimos años, Ameron, así lo demuestra. Lo que dirán los dueños de esa planta a colegas extranjeros debe ser la verdad y ésta no habla bien de las autoridades locales, patentizan deshonestidad.

El PII ha sido víctima no solo del capricho de socios a desbaratar lo que significa el progreso de San Luis, también de los intereses y ambiciones de gobiernos de Sonora y del municipio. A pesar de todo los que administran y han puesto los recursos requeridos no se han doblegado y mantienen abierto el Parque con mínimos resultados en sus objetivos. Logros han tenido bastantes, de que han contribuido a la economía ni duda, basta decir que son los gestores de la puerta comercial con

Estados Unidos.

Con un nuevo gobierno, la posibilidad de que se ponga a San Luis en el sitio que merece y se hagan promociones y el trabajo que se necesita para motivar la presencia de grandes capitales industriales, se da, no deja de ser una esperanza aunque las expectativas sean pocas.

Habrá que ver la voluntad de la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano, depende en parte de sus intenciones y lo que haga, beneficie o no a San Luis Río Colorado.

Por cierto que el cuerpo de titulares de dependencias estatales en el municipio sigue conformándose sin prisa, siendo la más reciente incorporación la del ex alcalde interino Joel Aguirre Yescas que fue designado por la mandataria sonorense titular de la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Faltan algunas posiciones importantes y entre otros el hecho de que se maneje la posibilidad de que el maestro jubilado y ex dirigente municipal del Partido Revolucionario Institucional, David Topete Hernández, sea llamado a la titularidad de alguno de los puestos disponibles, ha sido bien recibida y se consideraría un nombramiento acertado, sabida la calidad moral y rectitud del también ex dirigente magisterial, impulsor y jugador activo del futbol.

Con él no hay equivocación y sí garantía de que se hagan bien las cosas que tanta falta hace aquí y en el resto de Sonora.

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