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[El Eslabón Perdido] La fiesta en paz

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Humberto Melgoza Vega

Luego de casi seis meses de haber asumido el cargo como gobernadora de Sonora –la primera mujer en llegar a esa importante posición, la única que actualmente gobierna un estado de todo el país–, la gira de trabajo de Claudia Pavlovich Arellano fue como un día de campo.

La visita se hizo sin grandes eventos ni noticias espectaculares, tampoco se tomaron los grandes acuerdos ni la promesa de obras de infraestructura, podría decirse que fue una visita de compromiso, porque ya nos tenía muy olvidados a los sanluisinos.

Hace un par de meses ya tenía agendada una visita de trabajo a San Luis, la cual fue cancelada sin mayores justificaciones al cuarto para las doce. Esa vez incluso ya andaba la avanzada en esta frontera, supervisando los lugares que visitaría la gobernadora.

Una fuente bien enterada de Hermosillo nos dijo que Claudia había cancelado su venida a San Luis por la inconformidad que había entre los grupos priistas a los que no se les habían concedido ninguna posición en la administración pública, en las delegaciones estatales que funcionan en esta frontera, muchas de ellas aún sin cambio de titular.

Pues quién sabe si se referían a los gargantones del PRI Jesús Bustamante y Enrique Carrasco, a quienes se dice tenía “congelados” por su marcado favoritismo hacia Ernesto “El Borrego” Gándara, porque al menos en la visita del pasado martes se les vio muy “amiguis”.

Con Enrique hasta se tomó la foto del recuerdo, además de que será en sus oficinas de la avenida Juárez y 8, precisamente donde antes operaba la oficina de enlace del senador Borrego Gándara, donde ahora funcionará la flamante Delegación de la Secretaría de Economía; y con Bustamante Claudia se la pasó cuchicheando durante toda la comida en el restaurante de mariscos Los Angulo, donde venden una tostada de atún deliciosa que lleva su nombre.

Desde que la gobernadora llegó a la aeropista local se supo que su visita sería pura dulzura, no tanto porque fue recibida a ritmo de banda sinaloense “patrocinada” por Héctor Manuel Buchanan, sino porque al ser recibida por el alcalde Enrique Reina éste la abrazó durante buen rato, apapacho que demostró que Reina o es muy buen político o realmente en el fondo quiere mucho a la güera (pero no del mar).

Enrique no es tonto, al contrario, es un político con gran experiencia que sabe que si quiere sacar adelante la encomienda como alcalde de San Luis Río Colorado le conviene estar bien con la gobernadora, para que lo apoye de buena gana y le baje de vez en cuando recursos extraordinarios, a pesar de que pertenezcan a partidos políticos diferentes.

Recordemos que al ex alcalde Leonardo Guillén le fue de maravilla con el gobernador Guillermo Padrés, ya que lo trataba como si fuera su preferido, vino a San Luis un montón de veces y siempre traía millonadas bajo el brazo así como equipo y pavimentos al por mayor. El Memo siempre decía que estaba empeñado en hacer de Leonardo el mejor alcalde en la historia de San Luis, y quién sabe si lo logró.

Entre el alcalde Reina y la gobernadora Pavlovich se siente que hay buena vibra, si no son amigos al menos se tratan con respeto, Enrique ya había tenido la oportunidad de tratarla cuando vivía en la capital del estado y que se desempeñaba como diputado local y luego como dirigente estatal del PAN.

Ahora que se reencuentran parece que quieren llevar la fiesta en paz, lo cual le conviene a los ciudadanos, que las obras no se vean frenadas por diferencias políticas, aunque a nosotros los periodistas que vivimos de la polémica siempre queremos la controversia que nos da la nota.

El autor de esta columna le preguntó a la gobernadora de la polémica que existe por el mando único policiaco, al cual se opone el alcalde sanluisino alegando que se violenta la autonomía del municipio. La gobernadora no quiso entrar en detalles solo se limitó a decir que esperaría a que transite la nueva legislación en la Cámara Alta pero se infiere que si el alcalde no está de acuerdo ella no estaría dispuesta a imponer el modelo del mando único y preferiría negociar.

En la mini-rueda de prensa los reporteros también le preguntaron respecto a la manoseada reapertura de la Oficina de Representación del Gobierno del Estado, la cual se cerró cuando Memo Padrés decidió que se entendería directamente con Leo Guillén.

En una entrevista con este Semanario Enrique Reina ya declaró que no estaría de acuerdo en que se abriera una oficina de ese tipo, ya que dijo que no necesita intermediarios y prefería hacerlo de manera personal y directa con las autoridades estatales que despachan desde Hermosillo empezando por la gobernadora. Esto afectaría las aspiraciones de los dos personajes que suenan más fuerte para esa posición, como lo son Héctor Virgilio Leyva y Julio César Rodríguez.

En su breve charla con los medios de comunicación, Claudia Pavlovich reconoció que ya se había tardado en venir a San Luis, pero dijo que no quería hacerlo con las manos vacías y por eso se trajo unos mesabancos de plástico rígido y cortó el listón de las nuevas oficinas de Economía. A los agricultores les prometió que los incluiría en el remozamiento de las carreteras rurales y párale de contar.

Esperamos que en su próxima visita ahora sí se luzca.

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