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[El Infiltrado] Violencia

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Por Tito Capotito

La violencia genera violencia y más cuando hay actividades ilícitas de por medio. Los enfrentamientos de Semana Santa en el Golfo de Santa Clara entre particulares y policías municipales es una consecuencia de la situación social que ha prevalecido en ese poblado turístico, pesquero y sobre todo punto para el desembarque de droga.

Al acrecentado trasiego principalmente de mariguana se sumó una floreciente actividad fuera de la ley que es la venta sin consideración de la preciada especie totoaba cuya captura ha estado prohibida por décadas, propiciada por los miles de dólares que los chinos pagan por cada buche de este rico alimento.

Así una parte de los habitantes del Golfo han encontrado en las actividades ilegales citadas la forma de ganarse el sustento y vivir con solvencia, sin las limitaciones a las que habían estado acostumbrados hasta antes de encontrar estas “minitas” que por otra parte son un peligro como acaba de suceder con la muerte de un civil y de un oficial de la corporación preventiva.

Entrar al terreno de las especulaciones no sirve en este caso, y si hay corrupción de por medio ni es sorprendente mucho menos caso aislado, es efecto en parte de la dedicación a lo no permitido por la gente que se inmiscuye en el terreno del riesgo permanente.

Por el número de habitantes y la proporción de estos metidos al narcotráfico y a la pesca ilegal es necesario un análisis a fondo de las autoridades competentes que deben decidir dejar las cosas como están y medio combatir las prácticas arraigadas en ese poblado, o tomar acciones de peso que lleven a la baja del fenómeno delincuencial.

La responsabilidad o no del gobierno, la indiferencia o la seriedad en el trabajo serán lo que de alguna manera marquen pauta para el futuro del Golfo de Santa Clara que de mantenerse las actividades fuera de la ley o aumentar incluso, generarán más violencia, no puede ser de otra forma

si no hay una enérgica respuesta de la autoridad.

Por otra parte, en el Golfo la falta de inversiones limita las actividades legales o la diversificación y pareciera que los residentes no quieren se cambie de condiciones o que llegue más gente en busca de un mejor porvenir.

Con playas limpias y tranquilas, una temperatura que está a la altura de la demanda del turismo internacional, siguen sin llegar grandes corporaciones que prestan servicios a la gente que viaja a sitios marinos, esto es, el despegue y desarrollo pleno del lugar que sin duda tiene enorme potencial no se da como debiera ser, y en esto hay ausencia de la inversión pública y privada.

Se ha vendido mucha tierra, parte de los ejidatarios en la zona se han visto beneficiados con ello, pero no ha sido solución para que se mejoren las actividades productivas y se sustituya la tradicional pesca que cada vez está más limitada por la preservación de especies en peligro de extinción.

Pasando a la ciudad, la poca inversión y ausencia de nuevas empresas de alto nivel sigue siendo un factor de espera y salvo la próxima instalación de una zona franca o especializada que ha gestionado la directiva del Parque Industrial Internacional encabezada por el presidente del consejo de administración Agustín Serna García, no se ve en el horizonte algo nuevo que revierta la falta de oportunidades de empleos diferentes a lo convencional.

Lo cierto es que ni gobiernos estatales ni municipales, de los colores partidistas que sean han logrado éxito en materia de promoción, cuando la han hecho porque hay quienes de plano se han olvidado de esa parte tan importante que es gestionar la presencia de inversiones, propiciándose

que San Luis Río Colorado siga siendo una de las fronteras más estancadas en el norte de México.

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