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La clave de la información

Agustín Rodríguez, empinado; ni los panistas lo quieren 

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La lanzada del diputado federal Agustín Rodríguez, al anunciar una demanda contra el procurador estatal Rodolfo Montes de Oca Mena y otros funcionarios de la fiscalía y el Poder Judicial parecía un desesperado intento por salvar el pellejo y por lo visto, terminó siéndolo, con el agregado de que a la postre, resultará infructuoso.

Acusado de tortura, abuso de poder y delitos contra la administración de la justicia, Rodríguez Torres intentó, al mejor estilo de Kalimán, defenderse atacando. El hoy próspero ganadero, sin embargo, está lejos, muy lejos, lejísimos de contar entre sus haberes, alguna de las virtudes y poderes del mítico hombre del turbante.

Por lo mismo, fue agarrado en el aire y estrellado contra el suelo por el procurador estatal, quien lo menos que le recordó fue que es un ignorante del derecho (lo cual es comprensible considerando que su formación académica apenas llegó a una carrera técnica en el nivel medio superior) y que la orden de aprehensión en su contra se va a ejecutar de todos modos, ya sea que prospere el juicio de procedencia para desaforarlo, ya sea que al término de su periodo como diputado federal, quede a disposición de la autoridad, ya sin el fuero que hoy lo hace temporalmente intocable.

Su desempeño como secretario particular de Guillermo Padrés durante el pasado sexenio, y la proverbial debilidad que el gobernador confesó sentir por sus amigos lo hizo acumular un poder enorme, que le sirvió no sólo para pasar de ser un modesto burócrata que vivía en una casa prestada por su suegra, en un fraccionamiento clasemediero, a acumular riquezas que incluyen el rancho ganadero El Durazno (antes propiedad del ex gobernador) y propietario de ganado de alto registro.

Esa súbita condición de próspero ganadero la quiso hacer valer en días pasados, cuando apareció en la asamblea de la Unión Ganadera Regional de Sonora, muy ensombrerado; pero de acuerdo con su currículum, publicado en la página de la Cámara de Diputados, apenas se afilió a esa organización el año pasado, cuando todavía la presidía otro amigo y socio de Padrés, Luis Sierra Maldonado.

Lo cierto es que esa repentina prosperidad del diputado le acarreó más animadversiones que simpatías, incluso entre los propios panistas. Y este es un punto clave para entender por qué su lanzada contra autoridades estatales para alegar inocencia en el caso de Gisela Peraza, la trabajadora doméstica de la familia Padrés Elías que fue torturada y encarcelada cuatro años acusada de robo en la casa de gobierno, se revirtió tan rápidamente.

Agustín Rodríguez se hizo acompañar del ‘dirigente’ estatal del PAN, Leonardo Guillén; de los diputados locales panistas, excepción hecha de los cuatro que fueron ‘desvinculados’ de la bancada, y de diputados federales sonorenses como Javier Nablina y Teresa Lizárraga, ambos cuestionadísimos, así como su homólogo en la Cámara, Federico Döring, a quien trajeron especialmente como defensor de oficio de una causa que aparece perdida.

La foto de la rueda de prensa en la que Agustín Rodríguez aparece arropado por su pretendida defensa, es elocuente. Sintetiza la idea: lo que queda del padrecismo en Sonora es su maltrecha tabla de náufrago.

Una lanzada como la de Rodríguez Torres sería efectiva si estuviera legitimada en la autoridad moral, en el reconocimiento político, en una personalidad que concite la unidad partidista y/o el consenso social.

Pero bien vistas las cosas, Agustín Rodríguez es la antítesis de todo esto. Aún más: ¿A quién convoca Javier Neblina, Teresa Lizárraga, Javier Dagnino, por citar tres ejemplos de sus apoyadores? ¿A qué convocan que no sea el linchamiento y el reclamo, la exigencia de rendición de cuentas?

Más allá de esa pequeña nubecilla de troles enrabiados que han tomado por asalto las redes sociales para vociferar desde el pantano de mierda en el que chapotean alegre y gustosamente, ni siquiera en el PAN logran consensos.

Ayer, Pedro Pablo Chirinos, abogado que hizo grandes servicios al padrecismo en el pasado reciente, pero que al igual que otros fue dejado a su suerte tras la derrota en la elección por la gubernatura y el botín ya no alcanzó para todos, comentó que la estrategia de Agustín Rodríguez estaba destinada al fracaso, y que sus asesores eran pésimos.

Chirinos es ahora el asesor jurídico de la diputada local Carolina Lara, y una pieza clave en el trabajo legislativo de los cuatro legisladores locales que fueron expulsados de la bancada panista. Fue un tipo duro cuando estaba al lado del padrecismo y se fajó como talibán por la causa de Padrés, pero al final se encontró con que la mafilia feliz era suficientemente egoísta para reconocer su trabajo, sobre todo si se trataba de privilegiar a los amigos en la administración de la derrota.

Y los amigos son esos que aparecen en la foto.

La derrota, dice el proverbio, es huérfana. El padrecismo está viviendo esa realidad y actúa desesperado frente a las grandes expectativas que se crearon. Hay que recordar cómo algunos de ellos ya se imaginaban entrando a Los Pinos en 2018, de la mano de Padrés que llevaría cruzada al pecho la banda presidencial. De ese tamaño su megalomanía; de esa dimensión la sonrisa del imbécil con la que solían repetir como enajenados la cancioncita del ‘vamos bien, vamos muy bien’, que musicalizaba el universo paralelo en el que vivían.

Ni hablar del tajante deslinde que recién hizo el panismo de Puebla, para negar cualquier vínculo con Guillermo Padrés en la campaña electoral de aquel estado.

Basta ver ahora el enojo, la rabia, la impotencia con la que aparecen embozados en cuentas anónimas de redes sociales, para concluir que a menos de un año fuera de la nómina y sus privilegios, sólo son la mediocridad con patas que eran antes. Con un agravante: muchos de ellos están en la antesala de la barandilla y eventualmente, dentro de poco tiempo podrían estar compartiendo cobijas y cigarros en una celda del Cereso, al lado de Jorge Morales Borbón, el flamante secretario de Comunicación Social de Guillermo Padrés, de quien sus troles prefieren hacer abstracción cuando pontifican sobre las políticas del nuevo gobierno.

II

Y sin salirnos de ese tema, ayer estuvo el ex alcalde de Cajeme, Ricardo Bours Castelo con los colegas del Colectivo de Reporteros, donde reiteró que no va por la senaduría, sino por el gobierno del estado, para lo cual dijo estar preparado.

Por razones que no viene al caso explicar aquí, no asistí a ese encuentro, pero hace una semana estuvimos en Ciudad Obregón, donde nos tocó intercambiar impresiones con el entrevistado, y ya había adelantado algunos conceptos interesantes, sobre todo los relativos a la necesidad de profesionalizar el ejercicio de gobierno, proyectando a los cargos de elección a las personas más preparadas y no a quienes apelen a una suerte de ‘derechos de sangre’.

Eso aplica en el gobierno, en la empresa y en todos los órdenes, nos dijo en aquel momento Ricardo Bours, ejemplificando con el hecho de que él mismo no dejaría a un hijo suyo a cargo de las empresas que ha construido, si éste no demuestra capacidad para hacerse cargo de las mismas.

La dedicatoria no sólo fue obvia, sino que en ese mismo encuentro aludió al caso de Sylvana Beltrones, a quien el priismo está proyectando como eventual candidata al senado y hay quienes ya la consideran candidata a la gubernatura en 2021. Los cargos, dijo Ricardo Bours en aquel encuentro en Cajeme, y reiteró ayer con los colegas, no se heredan.

Nada que no haya dicho antes el ex alcalde de Cajeme, pero conviene citar una de sus intervenciones, cuando le preguntaron por el papel que ha desarrollado la directora de Comunicación Gubernamental, Elda Molina, a quien de entrada definió como una mujer seria y digna de todos sus respetos.

Curiosa la comparación que hizo con Jorge Morales, cuando citó el carácter policiaco de la comunicación del gobierno de Guillermo Padrés, al recrear una escena en la que se tomó un café con el colega y amigo Luis Alberto Viveros, y al instante le llegó a su móvil un mensaje de Morales con la foto de ese momento y el mensaje: “ya te vi, cabrón”.

En fin, cosas que pasan y que ilustran la manera en que se hacían las cosas y las consecuencias de lo mismo.

III

Total que ya se me alargó demasiado (la columna) y no hubo chance de hacer el desglose de los ex funcionarios de Guillermo Padrés que encabezan el top ten de los próximos consignados. Les recuerdo que en un plazo que no excede los tres meses, se conocerá su identidad, aunque en el despacho de mañana, ahora sí, les pondremos el menú para que escojan. Y sí, uno de los que anda troleando con mayor ahínco, difundiendo en sus cuentas troll que ya le dieron palo al amparo solicitado por el ISAF para que no reabran el expediente en el FEMOT, es Víctor Alcaraz.

Ayer le pregunté al procurador Rodolfo Montes de Oca sobre el tema. Me dijo que todo parece indicar que sí se va a reabrir el expediente FEMOT. Esperaremos noticias, finalmente, prisa no tenemos.

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