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Diálogo – Presionan ciudadanos a partidos; una verdadera transformación política y social

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David Figueroa

La gran lección que deja la jornada electoral del domingo, más allá de quién ganó o quién perdió es que México está despertando y los ciudadanos van por la transformación del sistema político obligando a los partidos a dar resultados en el gobierno…o se van.

Al momento de ir a votar ya no caben colores en el sentir de la gente: gobierno que actúa mal y no presenta buenos resultados se va sea del partido que sea.

Los resultados del domingo confirman que el mal humor social tiene rostro y el fastidio ciudadano se hizo presente en la boleta electoral, dándole en esta ocasión una lección al PRI.

Pero no sólo en las urnas se manifiesta este enojo hacia malos gobiernos u omisos ahí está también el ejemplo de los empresarios de COPARMEX que hace apenas un par de semanas advirtieron que esto pasaría.

El ciudadano hoy vota contra la corrupción, el abuso y la simulación de los políticos que no son congruentes. El que lo quiera entender actuará en consecuencia, el que no simplemente recibirá su castigo. Esto es democracia.

Con mayor claridad hay que tomar en cuenta que ciertamente el PRI ya no es un partido de mayorías aplastantes, por ello la necesidad de hacer de las alianzas con partidos de reciente creación una nueva esperanza al sumar minorías.

Respecto al PAN el reto está muy claro: los mexicanos quieren un PAN cercano a la gente, que tenga capacidad de llegar acuerdos al interior y salir fortalecido a la calle, postulando a los mejores candidatos con independencia de grupos internos.

Un PAN que ante todo abandere sus principios con el ciudadano de a pie y no tomando decisiones cupulares.

El de este domingo fue un resultado histórico para el PAN, ni en sus mejores momentos había logrado en una misma jornada el triunfo de seis o siete estados de la república, ni cuando ganó por primera vez la presidencia con Vicente Fox, que fue un fenómeno distinto.

Hay una importante oportunidad, Acción Nacional está en la ruta de la reconciliación con los mexicanos si se dejan de lado ambiciones personales.

Para muestra basta un botón: en momentos en que los políticos gozan de un creciente descrédito y desconfianza, el ex presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala hicieron una de las mayores aportaciones para este triunfo.

Sin tener injerencia alguna en el Comité Ejecutivo Nacional o en la estrategia electoral trazada en cada uno de los 12 estados, recorrieron como un panista más, como cualquier panista de a pie las calles volanteando, pintando bardas, dando testimonio de honestidad en el gobierno, hablando y mirando de frente al ciudadano para pedirles su confianza una vez más.

El binomio de lo que el PAN puede presumir con Margarita Zavala y el ex presidente, y la decisión certera de Ricardo Anaya de ir en unidad rebasando diferencias internas, donde cada quien hizo su trabajo y aportó valor a las 12 campañas en los estados, fue la clave.

El trabajo de otros partidos también fue muy importante y merece la pena análisis aparte por el papel que en adelante jugarán.

Con estos resultados y la mala calificación al desempeño del presidente Enrique Peña Nieto, también la peor en la historia de un presidente en México, el PRI estaría con un pie fuera de Los Pinos en el 2018 aunque es pronto para adelantar vísperas.

Ahí está el reto tanto para el PRI como para el PAN y todos los partidos; el mansaje es claro: das buenos resultados, te quedas; no lo haces y te vas.

El tema del combate a la corrupción y la impunidad es central, es el tema de temas junto a la voluntad ciudadana que hoy impulsa una de las más grandes transformaciones en México, que pudiera verse como una revolución electoral.

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