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Religión y Política

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“Quien afirma que la religión no tiene que ver con la política,

no sabe ni si quiera que es la política”: Mahatma Gandhi

Germán Orozco Mora

La mayoría de los recientes candidatos a la alcaldía de Mexicali, al cuestionamiento sobre religión y política, contestaban repetitivamente, que “no se mezclan”.

El afamado psiquiatra Sigmund Freud repetía que la neurosis de nuestro tiempo es la religión. Años después, otro judío y psiquiatra avecindado muchos años en California, el Dr. Viktor E. Frankl, expresaba que “la neurosis de nuestro tiempo es la religión mal vivida”.

Carlos Marx fue célebre por expresar que “La religión es el opio del pueblo”. Y alguien le corrigió que “el marxismo es el opio del pueblo”.

Facilonamente se dice que un partido es de izquierda y otro de derecha, y otro de centro izquierda y otro más de centro derecha y así por el estilo. Tan fácil como expresar que religión y política no se mezclan.

Sabina Berman escritora judía en la revista Proceso, hace ver el “desatino” del obispo de Veracruz de afirmar que el fracaso electoral en su estado fue un castigo a Peña Nieto por promover el “matrimonio” gay y la adopción de niños por estos. Otros han manifestado que lo ocurrido el domingo 5 de junio de 2016 fue un “Castigo de Dios” contra el sistema.

Una de las áreas más importantes en la literatura y reflexión teológica es precisamente la “Teología Política”. Un amigo del Distrito Federal, Encarnación Anizar, alcanzó doblemente su doctorado en filosofía y teología en Alemania, precisamente a partir de la “Teología política de Vladimyr Soloviev”. Un pensador ruso ortodoxo del siglo XIX-XX quien abunda en la importancia del tema de la religión y la política.

Por cierto Soloviov se convirtió al catolicismo y al sacerdote que le dio la comunión eucarística fue asesinado.

Contemporáneo de Soloviov fueron Nicolás Berdiaev, filósofo ucraniano, con ellos pensadores y humanistas como Luther King, César Chavez, y sobretodo Mahatma Gandhi político y sabio hindú , sostienen que “quien afirma que la religión no tiene nada que ver con la política, no sabe ni siquiera que es la política”.(en su libro: Mi Dios).

Para abundar en la relevancia del tema habrá que repasar los discursos en especial el de “I Have a Dream”, de Luther King, el político cristiano bautista permeado por la Sagrada Escritura.

El problema de mezclar la religión con la política no es nada contradictorio. Lo explica el Dr. Jesús Herrera, sacerdote teólogo, quien al referirse a la expresión de Jesús sobre “Mi reino no es de este mundo”. Nada más absurdo que no exigirle al creyente cristiano, musulmán o judío, que no viva en este mundo como Dios manda , en la Biblia, el Talmúd o en el Corán.

En las librerías de Estados Unidos ofrecen a la venta ediciones forradas tipo Army del Nuevo Testamento tamaño bolsillo y con espacios en blanco para que los marines soldados agreguen sus nombres, aniversario, etcétera.

Me imagino que lo mismo hacen los musulmanes con ediciones del Corán, o los judíos con ediciones del Talmud o la Toráh.

Nuestro reto es que ni vivimos bien en la política ni vivimos bien la religión.

La religión es el arte de gobernar y la religión, es la religación o relación de nosotros con un ser superior.

A todos se nos invita a vivir en la verdad a través del camino de unos mandatos. Curiosamente a los políticos se les exige que amen a los pobres, que no roben, que no mientan, que no corrompan, que respeten los derechos humanos. Pero todas estas enseñanzas tienen un origen religioso. Incluso el matrimonio como institución fundamental comunitaria, ya existía antes del cristianismo.

Se me hace que cuando no queremos hablar de religión y política es más por ignorancia que por un compromiso serio de servir al bien común o a la sociedad.

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