“Dígale a su marido que le baje de huevos y que ya no se meta con el gobernador”: amenazas a esposa de periodista
Luego del asesinato del periodista mexicano Pedro Tamayo Rosas, quien laboraba para los diarios Al calor político y Piñero de Tierra Blanca, Veracruz, una de las zonas más violentas de la entidad, se han dado a conocer las amenazas a las que fue objeto antes de su muerte.
“Dígale a su marido que le baje de huevos y que ya no se meta con el gobernador y el fiscal”, amedrentaron a la cónyuge de Tamayo personas vestidas de negro y con botas tipo militar, según informa La Jornada.
Asimismo, que la Secretaría de Gobernación (SG) dijo que el caso de Tamayo era llevado por la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas de Veracruz tenía el caso Tamayo. Roberto Campa, aseguró que la atención del mecanismo federal fue ofrecida al periodista, pero éste “dijo que no era necesario”.
Gobernación refirió que cuando Tamayo apareció en Oaxaca, el 26 de enero de 2016, “se le ofrecieron los servicios del mecanismo, a lo que contestó que en ese momento no estaba en condiciones de tomar esa decisión. De tal forma que se le proporcionaron datos del contacto para su posible incorporación”.
También que se le sugirió que no volviera a Tierra Blanca, pero que trataría de adaptarse por algún tiempo en su nueva residencia, que analizaría la invitación, pero que de momento permanecería bajo la protección
Como informó El Piñero de la Cuenca, los actores materiales e intelectuales de los 19 asesinatos cometidos en Veracruz “permanecen prófugos de la justicia o no se les han encontrado pruebas suficientes para sentenciarlos. Tan sólo en el caso de Pedro Tamayo Rosas, ultimado el pasado 20 de junio, los actores materiales se dieron a la fuga con la presunta complacencia de policías de la Secretaría de Seguridad Pública”.
Sobre la presunta relación y complicidad de los policías municipales -cuyas pruebas están basadas en un video presentado ante el ministerio público-, la esposa acusó: “Ahí está todo muy claro. A mi esposo los policías estatales lo dejaron agonizar 25 minutos y cuando dejó de respirar reportó el comandante en turno: “Camarada, este ya se peló; ahora sí échame una ambulancia para acá”.
Este asesinato contra el reportero se suma al homicidio doloso de dos periodistas, uno en Oaxaca y el otro en Tamaulipas, cometidos el mes pasado, lo que forma parte de “la espiral de violencia” contra los comunicadores de México “parece no tener fin”, denunció Reporteros Sin Fronteras (RSF) .
Foto: El Universal