Sonora, la guerra contra el cristal
Con más de un tercio de jóvenes entre 13 y 16 años consumiéndola, y acaparando el mayor índice de consumo entre personas con adicción a las drogas de todas las edades, el cristal o ´ice´ se ha convertido en el enemigo público número uno para la Secretaría de Salud del Estado por su bajo costo, disponibilidad, alto potencial adictivo, y amenaza al tejido social.
Bibiana García Garza
SAN LUIS RIO COLORADO.- Foco, cristal, ice, meta, tiza, speed, meth, polvo, crank o glass, son algunos de los nombres con los que se conoce a la metanfetamina, la segunda droga más adictiva a nivel mundial por el estado de euforia instantánea que provoca y que hoy prende los focos de alerta tanto en Sonora como en San Luis Río Colorado en donde es más consumida por jóvenes de hasta los 9 años de edad.
La ´meta´ es una droga sintética cuya preparación fue expuesta al mundo tras la exitosa serie de televisión “Breaking bad”, un coctel mortal producido en cantidades industriales en laboratorios clandestinos mezclando distintas formas de anfetamina o sus derivados con otros químicos para aumentar su potencia.
Sus ingredientes inclusive incluyen químicos como ácido para baterías, limpiador de desagües, combustible para linternas, anticongelante y hasta sustancias que se encuentran presentes en veneno para ratas.
Tras su elaboración, financiada por cárteles de la droga tanto en México como en Estados Unidos y otras partes del mundo y su contrabando tiene para los narcotraficantes una recompensa millonaria.
De acuerdo al Informe Mundial de Drogas de la ONU de 2011, un paquete de 50 kilogramos de ´ice´ se puede vender por hasta cuatro millones y medio de dólares, un precio que sube por su alta demanda.
Sólo en América del Norte, alrededor de 3.5 millones de personas eran consumidoras de cristal en 2009, entre éstos, un uno por ciento de estudiantes de primero de secundaria, un 1.6 por ciento estudiantes de tercero de secundaria, y un 1.2 por ciento de jóvenes que cursan la preparatoria o la high school, en Estados Unidos.
En Sonora, la Secretaría de Salud del Estado reporta que un tercio de jóvenes entre 13 y 16 años ya consumen cristal, por encima de otras drogas como alcohol, tabaco o marihuana, e inclusive hay centros de rehabilitación para menores en los que se reciben niños de hasta los 9 años de edad.
El titular de dicha dependencia estatal, Gilberto Ungston Beltrán ha declarado que hay muchos jóvenes de entre diez y 19 años que empiezan a consumir drogas hoy en día, inclinándose muchos de ellos al consumo de ´ice´, una de las drogas más adictivas y baratas, dijo, que se ofertan en el mercado negro.
Y es que, del cien por ciento de los niños y jóvenes sonorenses que admiten que alguna vez han probado drogas, el 42 de ellos se inclinan a consumir cristal.
Durante 2015, informó, la Dirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Sonora hizo poco más de 6 mil 200 intervenciones relacionadas con drogas, cifra que se incrementó a 8 mil 100 en 2016, de los cuales un 66 por ciento eran casos relacionados exclusivamente al consumo de ´meth´.
El año pasado se ofrecieron un total de 79 mil consultas, de las cuales 33 mil 89 estaban relacionadas a las adicciones, es decir, el 40 por ciento.
Por su parte, directivos de centros de rehabilitación en la entidad coinciden en que el consumo de cristal está abarcando hasta un 85 por ciento de las adicciones, mientras que del 15 por ciento restante ninguna es adicción pura a otras sustancias, sino que es una combinación de alcohol y cristal o marihuana y cristal.
El problema, sin embargo, no es sólo con los jóvenes pues el año pasado también se registró un promedio de entre 20 y 30 mujeres que estuvieron en tratamiento por consumir ´foco´ con la creencia de que se trataba de un método efectivo para perder peso y estar en forma.
El director de Salud Mental y Adicciones en Sonora, Félix Higuera Romero asentó que la mayoría de esas mujeres de entre los 25 y los 35 años no tenían adicción a esa u otras drogas ni querían tenerla, sino que sólo lo hicieron para adelgazar.
El especialista también señaló que esa situación se ha detectado en varios municipios de la entidad aunque el problema predomina en San Luis Río Colorado y Hermosillo, en donde igualmente se han incrementado hasta en un 300 por ciento los robos domiciliarios relacionados a personas con problemas de adicciones.
Esto aunado a que el consumo de la ´meta´ en la capital del estado es la principal causa de internamientos en las unidades hospitalarias, lo que encendió las alarmas entre las autoridades estatales para tomar cartas en el asunto, tanto por el problema de salud pública, como por tratarse de una droga que tiene consecuencias sociales directas.
En mayor medida que el alcohol o la marihuana, el cristal es un factor detonante para la delincuencia, la violencia, los homicidios, los suicidios y la desintegración familiar.
Es por eso que a partir de la semana arrancó la campaña “La verdad del cristal”, la primera en el estado y a nivel nacional dirigida principalmente a jóvenes y enfocada exclusivamente a combatir el consumo de metanfetamina y bajo el lema “Es la muerte, te va consumiendo poco a poco… hasta que no queda nada de ti”.
El programa determinado a emprender una lucha frontal contra el consumo de ´ice´ fue inaugurado por la gobernadora, Claudia Pavlovich Arellano, quien declaró enfáticamente “que el cristal ya tocó techo, pero no va a echar raíces en mi estado”.
A la campaña se sumaron otras dependencias como el Instituto Sonorense de la Juventud (ISJ) y en ella se estarán llevando pláticas a todos los municipios para exponer los peligros de esta droga mediante testimonios en video y de viva voz de personas que cayeron en esa adicción con el fin de hacer conciencia en la población, sobre todo en los menores.
El espejismo de la “felicidad”
Al igual que a nivel estatal, en San Luis Río Colorado desde hace algunos años se han redoblado los esfuerzos para atacar el problema de las adicciones que se relacionan tanto a la inseguridad, a la violencia intrafamiliar, a las agresiones u homicidios y a los suicidios.
De acuerdo al director de Salud Pública Municipal, Daniel De la Paz Walker, el año pasado se cerró con 16 suicidios de personas entre los 35 y los 45 años de edad, de los cuales 13 estaban relacionados al consumo de drogas.
A su vez, de los 795 pacientes que acuden al Departamento de Salud Mental, alrededor de 300 son adictos al cristal, anotó, lo que representa un 40 por ciento de las personas que actualmente ingresaron a un programa para dejar de consumir esta droga, tratamiento que puede prolongarse hasta tres años o más, aunque es un tiempo relativo a cada paciente.
Se sabe también que son más los hombres adictos a cristal que las mujeres pues, aproximadamente, dijo, por cada cinco varones usuarios de ´meth´ hay una mujer.
El principal problema con el cristal particularmente, indicó el galeno, es que se trata de una droga muy barata y con repercusiones seriamente dañinas a la salud, tanto físicas como psicológicas.
Los adictos a la metanfetamina a menudo son paranoicos y pueden llegar a sufrir episodios psicóticos, además de que el consumo puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar considerablemente la presión arterial y la temperatura corporal, lo que podría contribuir a sufrir accidentes cerebrovasculares.
“Es una mezcla de veneno que tiene una repercusión sistémica, daña el riñón, los pulmones, el cerebro, mata neuronas, daña encías y dientes, es una droga barata e impura por lo que se convierte en veneno para el cuerpo, se contamina la sangre, se pierde el apetito y se empieza a consumir más calorías que las que se consumen”, apuntó.
De la Paz Walker advirtió también que hoy tanto esta como otras drogas no sólo se mueven en preparatorias sino que también en secundarias y primarias, es decir, que han bajado las edades de consumo en los últimos años, lo que se refleja en adicciones como el tabaquismo.
Muchos de los niños o jóvenes consumidores por lo general provienen de bajos estratos sociales de hogares disfuncionales, es decir, que los papás también consumen, señaló.
Además del entorno social y/o familiar, agregó, también se añaden otros problemas como la búsqueda de una felicidad instantánea que en realidad no es más que una puerta falsa.
“El cristal causa una euforia, todos buscamos la felicidad pero las drogas son un espejismo, una euforia fantasma y con serias repercusiones en la salud”, expresó.
Asimismo, titular de Salud Pública Municipal precisó que además de ser una de las drogas más adictivas es una de las más peligrosas por su baja calidad e impureza como sustancia química, prueba de ello lo económica que es –de entre 20 y 25 pesos la dosis-.
Esas dosis son colocadas generalmente en una pipa de cristal o en un foco (de ahí su nombre), a lo que el consumidor procede a prender fuego para derretir la piedra e inhalar el humo, aunque también proceden a moler el cristal y aspirarlo por la nariz.
Por desgracia, mencionó el funcionario, muy pocas veces los adictos a esta droga logran rehabilitarse con éxito, una situación que observan a diario en el Departamento de Salud Mental Municipal.
Sin embargo, tampoco se trata de algo imposible si el adicto reconoce su problema y está dispuesto a colaborar pues si es obligado a hacerlo, es probable que el intento fracase, de lo contrario debe someterse a un tratamiento completo, a veces con ayuda de medicamentos, y cooperar, comentó.
“A la fuerza por lo regular como que fracasa, primero se les tiene que hacer un cambio de mentalidad, una labor de convencimiento para que ellos quieran; muchos ya saben que están enfermos y que buscan una salida”, anotó.
Por desgracia, abundó, estas personas tocan fondo en todos los sentidos porque cuando recaen pierden la confianza de sus familias, y después les cuesta mucho conseguir empleo, además de que son despreciados por la gente que malamente los tacha de “adictos”, “tecolines” o “malandros”, motivo por el que también se les dificulta integrarse a la sociedad.
Además, la necesidad por la droga y/o los efectos les hacen ser capaces de cualquier cosa como robar, causar daño a terceras personas o prostituirse, práctica más común en las consumidoras de ´ice´, agregó.
No obstante, reiteró Daniel De la Paz, este problema de las adicciones tiene remedio y es posible recuperarse, mientras que, por su parte, los gobiernos en conjunto buscan también realizar labor de prevención a quienes no tienen este problema para que no se acerquen a estas sustancias.
“Las adicciones son algo muy difícil, las personas lo pierden todo y tocan fondo hasta que finalmente dicen ´ya no quiero la vida que tengo´, y por suerte sabemos que les queda un poco de amor por sí mismos y sí ha habido muy buenos testimonios de personas que sí se rehabilitan, y las ganancias son muchas”, concluyó. @