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La clave de la información

Terror en el circo

El Eslabón Perdido

 

Humberto Melgoza Vega

 

Más que el autor material del crimen de la joven Yereltzy, cometido todo parece indicar en las instalaciones del circo Rolex, hay otras personas que les resulta algún grado de responsabilidad, en este caso de mala telenovela, donde se mezcla una trama de negligencia, descuido y omisiones.

Una cosa lleva a la otra, one thing leads to another, dirían los gringos, no falla, así que era cosa de tiempo para que los famosos “after” que se organizaban al final de la última función del circo terminaran mal (disculpen la redundancia).

Por un lado, una autoridad permisiva, que nunca prestó atención a la fuerte carga sexual que contenía el show de artistas, bailarines y acróbatas, donde menores de edad que no podían entrar a los antros se refugiaban y que convirtieron al circo en un “castillo” en donde reinaba el príncipe Franccesco.

Espectáculo que dejaba de ser familiar, con payasos, magia y malabares, para convertirse en show tipo “solo para mujeres”.

Y por el otro, los padres de estas menores, que permitieron se involucraran al grado de hacerse amigos y que, de manera alcahueta, dejaban que las adolescentes anduvieran en los camerinos de los cirqueros a deshoras.

Es muy fácil que jovencitas sin mayor preparación, que les gusta el mundo del modelaje y del espectáculo se deslumbren ante artistas con cuestionable talento, pero que están “bonitos” y son “tiernos”, con la ilusión de hacerse famosas.

El caso de Franccesco se convirtió en un fenómeno que conquistó a legiones de adolescentes a nivel nacional cuando Televisa le dedicó una serie de La Rosa de Guadalupe, donde se  interpretaba a sí mismo en los capítulos de “El Circo de la Vida”.

Este melodrama, telebasura de la que acostumbra recetarnos Televisa, al tipo de Laura de América, ha inducido a jóvenes al suicidio por proyectar un fanatismo irreal de la Virgen de Guadalupe.

Desde hace años y por largas temporadas, que pueden durar hasta seis meses, el circo Rolex adoptó a Mexicali y Tijuana como su centro de operaciones, por eso Yereltzy ya se sentía como de la familia.

Su ilusión, como la de muchas chicas de su edad, es la de la triunfar en la vida, desenvolverse en el mundo del espectáculo, volverse populares y tener mucho dinero.

Aunque para lograrlo tengan que pagar un precio muy caro.

Aparte del chico superestrella del circo, a quien deslindaron de inmediato del crimen, porque se afirma sus preferencias sexuales son otras, la autoridad sí investiga la posible colaboración de otros cómplices, testigos presenciales que fueron omisos al momento de la agresión o que habrían colaborado para deshacerse del cuerpo.

Parece increíble pero a pesar de que se cometió un crimen en las instalaciones del circo éste haya seguido con sus funciones como si nada, con eso de que circos hay muchos, pero el Rolex es el Rolex (el “Violex”, le dicen ahora en redes sociales).

Podemos pensar que luego de lo ocurrido, las mamás que toleraban que sus hijas se quedaran a convivir con los artistas del circo la pensarán dos veces antes de darles permiso.

 

 

 

 

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