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Hay menos contagios y muertes por Covid pero…Viene una tercera oleada

Los epidemiólogos, los que saben de salud pública, hacen canales endémicos, hacen proyecciones hacia adelante cómo va a ser el comportamiento de la enfermedad y en base a eso debemos esperar una tercera oleada después de las vacaciones de Semana Santa y la semana diabla, no sabemos de qué intensidad pero se está pronosticando una nueva oleada: Doctor Ramírez Wakamatzu.

Humberto Melgoza Vega

SAN LUIS RÍO COLORADO.- En las últimas semanas el número de contagios y de muertes por Covid-19 han venido disminuyendo, en particular en esta frontera, sin que eso signifique que estemos del otro lado ni que debamos bajar la guardia.

Disminuyen casos positivos.

Al contrario, debemos seguir alertas y no confiarnos por haber salido del Código Rojo de máximo riesgo y  estar en semáforo naranja porque la pandemia está lejos de haber terminado.

El doctor Marco Antonio Ramírez Wakamatzu es jefe de la Jurisdicción Sanitaria No. 6, con asiento en San Luis Río Colorado.

Desde esa posición, en donde maneja información privilegiada, ha visto caer víctimas de la enfermedad a muchos amigos y colegas.

También, como representante del Sector Salud y vocero de la estrategia oficial para enfrentar la pandemia, ha condenado la irresponsabilidad de las personas que no siguen el protocolo sanitario, que insisten en andar en la calle o en reuniones sociales y que de pilón no usan mascarilla para evitar esparcir el virus.

“Los números de nuestra Jurisdicción Sanitaria, en particular los de San Luis Río Colorado, en relación al número de casos, número de muestras PCR enviadas al laboratorio estatal que resultan positivas y al número de defunciones, han estado disminuyendo desde hace unas dos semanas”, advierte Ramírez Wakamatzu.

Esto también se refleja en una disminución en la ocupación hospitalaria. Todos esos indicadores nos hacen ver que hay un descenso en el número global de casos en San Luis, pero no podemos dar por hecho que esta situación esté controlada, aclara.

“No sabemos si hay muchos casos que no están siendo diagnosticados oficialmente, porque la gente se encuentra aislada en sus casas, ya entendieron cuáles son los síntomas y más o menos lo que tienen que hacer y se quedan en su casa, entonces hay un sub-registro de casos, porque solo registramos a los que acuden a pedir servicio con nosotros y a los que muestreamos.

“Por ejemplo las tasas de positividad de dos semanas atrás andaban arriba del 50 por ciento, esa es una tasa muy elevada y significa que anda mucho virus circulando y de dos semanas para acá han estado bajando considerablemente”, comenta.

“Eso es un indicador, como también lo es que tengamos máximo 5 pacientes en el Hospital General, ninguno en terapia intensiva, a diferencia de como anduvimos a mediados del año pasado cuando tuvimos una saturación del 100 por ciento en el área hospitalaria, aún reconvertido con más de 30 camas, estábamos al tope”, recuerda.

Pero de ninguna manera podemos confiarnos ya que tanto las pandemias como las epidemias son cíclicas “se manejan en oleadas, entonces hubo una oleada que pegó el año pasado en los meses de julio, agosto, septiembre, donde hubo una gran cantidad de enfermos y muertos y luego bajó.

“Y ahora en las navidades, con la cuestión de la movilización social, las reuniones, hubo otro repunte entrando el año y esa oleada ha vuelto a bajar sin embargo los epidemiólogos, los que saben de salud pública, hacen canales endémicos, hacen proyecciones hacia adelante cómo va a ser el comportamiento de la enfermedad y en base a eso debemos esperar una tercera oleada después de las vacaciones de Semana Santa y la semana diabla, no sabemos de qué intensidad pero se está pronosticando una nueva oleada.

“Por lo pronto debemos mantener todas las medidas de seguridad, uso de cubre-bocas, lavado de manos y distanciamiento social y esperar a que pronto lleguen las vacunas para que con la inmunidad de rebaño de los que ya estuvieron enfermos y que están inmunes pero que no sabemos por cuánto tiempo, más la gente que se inmunice con las vacunas podamos lograr ese 75 por ciento de inmunidad colectiva que nos pudiera decir que estamos del otro lado del charco”, destaca.

A pesar del semáforo naranja, todavía no pasa el peligro y mientras se mantienen suspendidas las actividades no esenciales.

“El estado estaba en semáforo naranja, pero San Luis entró en Código Rojo porque teníamos una gran cantidad de casos, defunciones y pruebas positivas, eso hizo que las supervisiones fueran más estrictas y las revisiones por parte de Coesprison, los retenes y todo lo que se estuvo haciendo; ahora con el semáforo naranja esas medidas se van a relajar un poco pero la responsabilidad no es del gobierno, ni municipal, ni estatal ni federal, la responsabilidad es personal en cuanto lo que hacemos o dejamos de hacer para protegernos y evitar nuevos contagios”, subraya.

-Si ya vimos que endurecer las medidas de vigilancia sirvió para salir del Código Rojo, ¿por qué no mantenerlas hasta llegar al semáforo verde?   

-Estoy de acuerdo contigo, pero no son decisiones que se tomen unilateralmente, el Consejo Estatal de Seguridad emite las recomendaciones a los consejos locales de salud donde están todos los involucrados, autoridades municipales y las cámaras y ahí es donde se toman las decisiones, a veces se toman decisiones basadas en criterios de tipo económico y de tipo social y tenemos que conjuntar las tres cosas, yo creo que lo prioritario siempre debe ser la salud.

“Desafortunadamente muchos negocios van a desaparecer a causa de la pandemia, porque no van a tener la capacidad de reponerse porque llevan mucho tiempo cerrados; en la próxima sesión que se convoque deberán analizarse los números para definir los criterios de apertura o cierre de negocios no esenciales y las medidas a tomar”, comenta.

-Va a estar difícil mantener la sana distancia, sobre todo en el Día de San Valentín, que se celebra el Día del Amor…y de la amistad.

-Jajajaja. Yo creo que sí, porque con cubre-bocas no se puede, lo bueno que los mexicanos somos muy ingeniosos para todo –, responde de buen humor.

Ya más serio añade “para mí no hay como estar en casa con mi pareja, o con mi hija que sé que se cuida, y con mi nieto, que lo cuidamos y tenemos las precauciones necesarias y poder hacer una celebración pequeña entre nosotros. La recomendación es no salgas donde hay gente desconocida ni recibirla en tu casa, porque no sabes de dónde viene ni lo que traen”.

Puntualiza: “Hemos pasado meses y días muy críticos, hemos podido librarla, entonces no hay que bajar la guardia, hay que seguir protegiéndonos mucho, muy importante el uso de la mascarilla, seguir lavándonos seguido las manos, platicar de lejecitos con la gente y esperar a que llegue la vacuna”.  

A propósito de vacunas “se nos informó que está por llegar una nueva dotación de vacunas a San Luis, sería la segunda entrega y viene destinada para que sea la segunda dosis, la de refuerzo, y que se aplicó con el personal médico que está en contacto directo con pacientes Covid, el siguiente envío ya será para el resto del personal de Salud, posteriormente iniciaríamos con los adultos mayores…”.

Sin precisar cantidades el doctor Wakamatzu menciona que es toda una logística que inicia desde la federación, de ahí se comunican al estado donde les mandan una lista y la cantidad de vacunas y ellos les comunican a qué hora se tienen que acercar al aeropuerto “porque es muy especial el manejo de la vacuna, sobre todo la de Pfizer, que tiene unas características de conservación en congelación muy estrictas”, concluye. @

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