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El Insabi se queda para compras y burocracia; IMSS absorbe atención con todo y las dudas

El Insabi ya no atenderá a población sin seguridad social: un Acuerdo publicado en el DOF señala que se quedará solo para comprar medicamentos y cuestiones administrativas.

Andrea Vega / Animal Político

El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que se creó en 2019 principalmente para atender a la población sin seguridad social, ya no tendrá esta función, se quedará solo para las compras consolidadas de medicamentos, equipo y material de curación y para otras cuestiones administrativas. La encomienda para la que fue creado la tiene ahora el IMSS-Bienestar, que hereda el paquete con los mismos vicios de su antecesor: no hay claridad sobre su presupuesto ni sobre cómo hará para abarcar, con todos los servicios, a una población mucho mayor de la que solía atender.

La oficina de comunicación del Insabi confirmó a Animal Político que el Instituto seguirá existiendo, pero trabajará en otros rubros distintos al de la atención a la salud a la población sin seguridad social, como el abasto de medicamentos, equipo e infraestructura, capacitación y contratación de personal. 

De hecho, este jueves se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un Acuerdo que le deja a la Coordinación de Optimización y Procesos del Abasto del Insabi las facultades para hacer las compras consolidadas de medicamentos y material de curación, así como la adquisición del equipamiento médico cuya fuente de financiamiento sean los recursos del Fondo de Salud para el Bienestar y la contratación de servicios integrales de salud necesarios para la operación de las unidades médicas adscritas al Instituto (aunque no se precisa cuáles serán estas). 

“El Insabi (que hasta ahora tiene en la Ley General de Salud la encomienda de apoyar a la Secretaría de Salud en el otorgamiento de servicios y medicamentos a la población sin seguridad social) nunca existió formalmente, y con este anuncio prácticamente se le deja fuera”, apunta al respecto Marta Tagle, ex diputada y ex integrante de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. 

Después de la desaparición del Seguro Popular, que no era un sistema de salud sino un seguro, que reembolsaba los servicios a los estados, el Insabi, su reemplazo, firmó convenios con las entidades que quisieron adherirse a su modelo (26) y a estas les transfería recursos para que siguieran operando los servicios de salud, que no logró centralizar el Instituto en sus más de dos años de existencia, porque ni siquiera tiene reglas de operación. 

Con los seis estados que no se adhirieron, el modelo fue que se les daban a ellos todos los recursos, en lugar de que los tuviera el Insabi. 

Guanajuato fue de las entidades que no se adhirió al Instituto y no piensa adherirse ahora al modelo que operará el IMSS-Bienestar. “Hace un par de semanas, el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez, se reunió con el Secretario de Gobernación, Adam Augusto López, y le hizo un balance de cómo tenemos finanzas sanas en cuestión de salud y un abasto de medicamentos que supera el doble de la media nacional, así que se respetará el convenio para que la federación siga enviando recursos y la entidad maneje el sistema de salud para las personas sin seguridad social”, explica Mario de Alba, secretario de salud de este estado. 

El nuevo encargado

El viraje en la estrategia para atender a quienes no tienen seguridad social se presentó oficialmente en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador el martes 15 de marzo. El primer mandatario y Zoé Robledo, director del IMSS, dieron una explicación general respecto a que se firmarán acuerdos con los estados que así lo decidan, para brindar los servicios y que los hospitales estatales pasen a ser parte del IMSS Bienestar. 

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Robledo subrayó que hasta el momento Nayarit, Colima y Tlaxcala han firmado el acuerdo para iniciar el proceso de transferencia, que ocurre con la garantía de continuidad en los servicios de atención médica, la libre asociación de gobiernos estatales y la libre adscripción de trabajadores de la salud, quienes no serán despedidos ni perderán derechos laborales.

Éctor Jaime, actual diputado e integrante de la Comisión de Salud opina que esto es un retroceso. “El IMSS Bienestar no es un sistema de salud, es un programa con reglas de operación y no hay un solo documento público donde diga que este se haría cargo de la población sin seguridad social, es nada más por una instrucción del presidente, un decreto verbal y con esto bastó”.

David Sánchez Mejía, abogado y consultor especializado en derecho de la salud, dice que para saber el marco normativo con el que operará la atención a esta población habrá que conocer los acuerdos con los estados, que hasta ahora no se han hecho públicos. 

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