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Última oportunidad para salvar a la vaquita marina

Ramón Santoyo Valenzuela
 
Ya no se puede esperar más tiempo para introducir de manera progresiva las nuevas tecnologías pesqueras, hay que tomar acción inmediata para salvar a la vaquita; la vaquita desaparecerá posiblemente el 2018 si la captura incidental en redes de pesca no es eliminada por completo. Mientras, la pesca ilegal de la totoaba se ha convertido en el nuevo dolor de cabeza para las autoridades.
 

vaquita-marinaLa vaquita marina, el cetáceo más pequeño del mundo, endémico del Mar de Cortés podría dejar de existir esta temporada de pesca si el gobierno mexicano no toma las medidas necesarias para protegerla. Con tan solo 97 especímenes a lo largo del alto golfo de California, de los cuales se tiene registro que 25 son hembras en estado reproductivo, el animal que lleva poco más de dos décadas en peligro de extinción pudiera estar a punto de cumplirlo a menos que exista un cambio completo e inmediato en la manera de pescar de esta región.

Con una disminución anual del 18.5 % el mamífero acuático descubierto hace aproximadamente 56 años -en 1958- según indica la WWF (World Wildlife Fund) conocido también como la marsopa común del Golfo de California es la especie que se encuentra en mayor peligro de extinguirse de entre todos los mamíferos marinos en el mundo, y es por eso que el tema es correspondiente de todos.

Según el reporte presentado en la quinta reunión del CIRVA -Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita-, para salvar a la vaquita marina se requerirá de acciones audaces e inmediatas, mismas que se encarguen de prohibir todas las redes agalleras en todo el rango de distribución del cetáceo, “la comisión tiene que asegurar que se tomen las acciones necesarias antes del próximo período de pesca intensiva” que comienza este septiembre de 2014.

El problema principal de la vaquita es la pesca ilegal de totoaba, animal también en peligro de extinción, cuyo valor por su vejiga natatoria oscila alrededor de los 5 mil dólares en Estados Unidos y 10 mil dólares en Asia, mencionada por científicos y expertos marinos como la “cocaína acuática”. El pescador llega a ganar 8 mil 500 pesos por kilogramo de vejiga natatoria de totoaba, dicho pez puede llegar a pesar 100 kilos y medir dos metros, lo cual equivale a la mitad de sus ganancias anuales de pesca legal.

Para dejar más en claro el precio que se paga por dicho espécimen, el mismo informe del CIRVA  explica que tan solo en 2013 inspectores mexicanos decomisaron vejigas natatorias de totoaba con un valor de 2.25 millones de dólares.

A principios del siglo XX la población de totoaba era extensa y amplia, hasta que la cocina china descubrió que con su vejiga se puede preparar una sopa de consistencia gelatinosa y de esta manera millones de ejemplares fueron exterminados con el propósito de ser utilizados en un plato de sopa llamada Seen Kow que puede llegar a costar 500 dólares en China. Con la entrada del nuevo milenio -marzo de 2002- , el gobierno mexicano impuso veda definitiva a la pesca de la totoaba y de esta manera desarrolló granjas para el cultivo de dicho pez, fue así que se convirtió en la primera especie marina declarada en peligro de extinción a escala mundial. No obstante, esto no ha parado la pesca ilegal de la misma, y con la red que se utiliza para atraparla se llevan consigo a la tímida vaquita marina.

México creó dos áreas protegidas legalmente, en 1993 la Reserva de la Biosfera y en 2005 el refugio de la vaquita. El gobierno mexicano ha tomado muchas medidas destinadas a la conservación de la vaquita. Pero solo las realizadas a través del PACE -Programa de Acción para la Conservación de la Especie- redujeron significativamente la caída de la población mediante la vigilancia en la prohibición del uso de redes agalleras en el Refugio de la Vaquita.

No todos los datos arrojados en el documento son negativos para la supervivencia de la vaquita, puesto que se indica que el cetáceo puede recuperarse solo si todas las redes agalleras son retiradas de inmediato de toda área de distribución de esta especie, territorio que abarca desde San Felipe, hasta Puerto Peñasco. “Que se realice un cambio a artes de pescas alternativas”.

Las recomendaciones del CIRVA son que se debe hacer cumplir de inmediato el límite legal de la longitud de las redes de enmalle y el número de redes por embarcación para las pesquerías con dichos límites, incluyendo la del camarón. “Se hizo notar que el promedio observado es de 2 mil metros de redes por panga (10 veces el límite legal): el gobierno de México debe promulgar regulaciones de emergencia estableciendo una zona de exclusión de redes agalleras, cubriendo totalmente el área de distribución de la vaquita, “no solamente el refugio ya existente. No es suficiente ya con eliminar la pesca ilegal. Cirva recomienda que se proporcione la suficiente vigilancia para garantizar que la pesca con redes agalleras se elimine dentro de la zona de exclusión… las regulaciones deben de prohibir a los pescadores la utilización, posesión o el transporte de las redes agalleras dentro de la zona de exclusión, y deberá ir acompañada de ambas, vigilancia tanto en el mar como en tierra”.

En los últimos cinco años la inversión que el gobierno mexicano y demás fundaciones nacionales e internacionales han realizado para la conservación de la vaquita marina oscila alrededor de los 390 millones de pesos. La mayor parte de dicho dinero se ha utilizada para compensar a los pescadores que quieran utilizar técnicas pesqueras más sustentables como también a los afectados por la creación del refugio de la vaquita.

El efecto de captura de las redes agalleras es muy alta, es por eso que los pescadores la utilizan para atrapar a grandes peces como en el caso de la tototaba, sin embargo el impacto negativo de las redes agalleras es que no solamente se captura al pez deseado, sino el enmallamiento que provoca en demás especies como aves marinas, mamíferos acuáticos y tortugas. No obstante a eso, una de cada cinco vaquitas se ahoga accidentalmente en las redes de pesca, tanto en las legales -las utilizadas para el camarón- como las ilegales. Esto arroja que por lo menos el 20 % de la población se perdería entrando está temporada de pesca de camarón.

En entrevista para CONTRASEÑA, Carlos Tirado, presidente de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas Pescadores de la Reserva, comentó que este jueves (ayer) se tendrá una reunión en la ciudad de México para llegar a algún acuerdo por el lado ambiental para salvaguardar a la vaquita marina, y para que los pescadores también lleguen a un acuerdo el cual no dañe su bolsillo ni a sus familias.

A su vez, explicó que el gobierno mexicano lanzó una convocatoria este 2014 llamado Salva a la Vaquita, el cual consta de un subsidio de 130 mil pesos directamente para los pescadores de esta región, para así evitar que salgan a pescar, de esta manera se protege la supervivencia del endémico cetáceo, el problema es que el subsidio solo se logró para la zona de Baja California. “En San Felipe están pactando con el gobierno esa medida de conservación para salvar a la especie… son tipos de subsidios que existen para dejar de pescar, por un año, lo que nosotros estamos apostando es que no haya alguna medida dura, o fuerte donde nos pueda decir que ‘saben qué, pues está prohibido pescar’, porque una decisión como esta afectaría a más de 30 mil personas de la región afectando así al pescador y a su familia, hay que recordar que por cada embarcación van 3-4 pescadores y cada uno tiene su familia…”.

De igual manera comentó que la red agallera está prohibida en el alto Golfo de California -Mar de Cortés- “no debería de existir en ningún tipo de embarcación esa red”, sin embargo, dicha red es la especial para atrapar a la totoaba, especie que como ya se mencionó en anterioridad puede alcanzar llegar a costar 10 mil dólares en el mercado negro.

“Desde 1974 fue prohibida la pesca de totoaba , cosa que el gobierno mexicano ha estado con programas de reproducción en el área del alto Golfo de California entonces de alguna forma ya se estaba salvando aquella especie, para bajarla de rango, y hasta convertirla en pesca deportiva, pero qué pasó, se vino la pesca ilegal de totoaba… Cirva dice que había una recuperación de 4.8 % en la vaquita, pero, cuando regresó la pesca ilegal pues nos vuelve a destantear todo eso”.

Por otra parte, los pescadores manifestaron en la misma reunión que en caso de que se les prohíba la pesca en esta temporada se pudieran ir a la desobediencia social pues comentaron que “los ambientalistas prefieren que se extinga la raza humana antes que un animalito”. 

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