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Encienden alerta por El Niño

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Autoridades de Protección Civil ya se preparan para la próxima llegada del fenómeno meteorológico, el cual impactará de manera severa a toda la región, el país y gran parte del mundo, en unas zonas con lluvias torrenciales, en otras con sequías extremas. Vayan tomando sus precauciones.

Bibiana García Garza

Sin bajar la guardia ante la creciente posibilidad de que se susciten diferentes y bruscos cambios climatológicos que pudieran causar afectaciones de todo tipo en la región es como encuentran actualmente funcionarios de la Unidad Municipal de Protección Civil.

Y es que, de acuerdo al Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), se espera que este año el fenómeno conocido como El Niño sea uno de los más poderosos desde que se tiene registro (de principios de la década de los 80).

Los investigadores internacionales advierten que la magnitud para este 2015 sea comparada con la que se suscitó entre 1997 y 1998 cuando se formó El Niño, mismo que provocó un caos climático en todo el mundo entre tormentas tropicales, huracanes y sequías, así como heladas.

Esta alerta ya fue lanzada principalmente para el centro y norte de México al igual que para el sur de Estados Unidos, un hecho que confirmó esta semana el director de Protección Civil Municipal, Juan José Ramírez Muñoz.

Al respecto, indicó que en una reunión celebrada en Puerto Peñasco desde hace mes y medio se informó sobre la situación a los integrantes del Consejo de Protección Civil en torno lo que se podía esperar en la región para la temporada de verano, que es en general un temporal de ciclones más intenso que el de años anteriores, precisamente por efectos de El Niño.

Como se recordará, antes de 1997, El Niño de mayor intensidad ocurrió entre 1982 y 1983, y hasta la fecha permanece como un fenómeno que no es totalmente predecible, aunque se calcula que se produce una vez cada dos o siete años.

Hasta el momento, solo se han registrado alrededor de cinco eventos relacionados en el Pacífico aunque no se descarta que en los próximos meses se corra el riesgo de resentir los efectos de dicho fenómeno climatológico en este municipio, el valle y el Golfo de Santa Clara, advirtió.

Esto a pesar, dijo, de que en lo que va de la temporada de verano de este año no se han registrado lluvias ni ciclones particularmente aquí, pues para el lado norte del condado de Yuma, Arizona, la situación ha sido distinta.

Por este motivo, se ha exhortado a todas las autoridades, de los tres niveles de gobierno y sociedad civil que conforman el Consejo Municipal de Protección Civil a mantenerse alerta porque la temporada de ciclones no concluye hasta el mes de noviembre, confirmó.

“Hasta ahorita hemos tenido un receso, se supone que agosto es uno de los meses que más llueve pero no hemos registrado precipitaciones ni tormentas como las que se tuvieron, por ejemplo, en el 2013, con una cantidad extraordinaria de milímetros de agua”, externó.

Sin embargo, señaló el funcionario, esa situación no exenta a San Luis Río Colorado de que en las próximas semanas o meses se registren las acostumbradas lluvias torrenciales por lo que no se baja la guardia.

“Nos mantenemos muy al pendiente porque estos fenómenos sí están anunciados y nos han alertado, ya estamos preparados para en momento dado remitir las notificaciones correspondientes al equipo que conforma al Consejo Municipal de Protección Civil, en donde nos apoya Protección Civil Estatal, la Conagua y la CFE”, reiteró.

Asimismo, recordó que cuando se emite la primera alerta, la verde, se notifica de inmediato al Consejo para hacer frente a cualquier contingencia, además de que por lo general se emiten dichas advertencias con al menos cuatro días de anticipación, también a la ciudadanía.

Tanto autoridades como la población en general debe estar preparada para situaciones repentinas pues debido a la cercanía de la sierra, a cien o 120 kilómetros de distancia, las tormentas con alta cantidad de agua y velocidad del viento pueden llegar de un momento a otro, abundó.

“Esas tormentas se forman entre la montaña y el desierto, como en el área de la Sierra San Pedro Mártir y la Sierra de Juárez, que choca además con la humedad del Mar de Cortés, del lado del Océano Pacífico, por lo que en pocas horas podemos tener una tormenta que ni esperábamos”, comentó.

Ante esas probabilidades, exhortó a la población a tomar sus precauciones en caso de este tipo de situaciones que no se pueden predecir con mucho tiempo de anticipación y que eviten tener instalaciones eléctricas endebles o material afuera de sus viviendas que pudiera causarles algún daño.

“Estamos en las fechas de que llegan estas tormentas, que ojalá que no lleguen porque si hacen mucho daño, pero si hay que estar preparados y que no se dejen las cosas así nomás al olvido”, agregó.

Desfases en el clima

Por otra parte, Ramírez Muñoz mencionó que la ola de calor que se dejó sentir hace unas semanas en las que el termómetro subió hasta los 48.2 grados Centígrados representa cifras récord para el mes de agosto así como un desfase en las temperaturas y las fechas.

“Estas temperaturas no son normales al compararse la relación con años anteriores porque ya no son las fechas, por lo general se esperan más de los 47 grados para la tercer semana de julio por lo que se está un poco desfasado en los tiempos, de hecho este fin de semana descenderá a un promedio de entre los 41 y los 42 grados Centígrados”, apuntó.

En ese sentido, dijo, es importante que la gente se exponga lo menos posible a los rayos del sol directos, que usen ropa de colores claros, manga larga, y que se hidraten constantemente, así como que acudan a recibir atención médica en cuanto presenten alguno de los síntomas clásicos de deshidratación o golpe de calor.

Entre dichos síntomas están náuseas, escalofríos, mareos, diarrea, dolores de cabeza, o dejar de sudar, que es una señal de que el cuerpo se está deshidratando, recordó.

Por otra parte, en lo que se refiere al comportamiento climatológico para el invierno, alertó que también es probable que se desfasen los tiempos y las mismas temperaturas.

“Durante el invierno pasado hubo muy pocos días de alerta por frío pero este año están ya muy movidos los números altos y bajos de temperatura, por lo que es probable que se muevan éstos tanto en fechas como en intensidad”, agregó.

Según información del Centro de Predicción Climática publicada hace unos días en el diario Excélsior, El Niño de este año podría causar un invierno con tormentas y más frío de lo común.

En ello, indicaron los expertos, existe un 90 por ciento de probabilidad de que esa situación continúe durante todo el invierno, y un 85 por ciento de que se extienda hasta la primavera del próximo año.

Esto a pesar de que, afirman, los impactos en la temperatura y precipitación asociados con El Niño podrían permanecer mínimos durante el resto del verano en el hemisferio norte, pero irán en aumento a finales del otoño y principios del invierno de este 2015.

Cabe mencionar que El Niño se suscita por el calentamiento del agua en el Pacífico, principalmente en el Ecuador, trayendo hacia América el agua cálida que por lo general es llevada por el viento hacia Indonesia y Australia.

Esa situación calienta la atmósfera y modifica los patrones de circulación del viento en el mundo, llevando lluvias al norte y sur de América, así como sequías para el lado de Asia y Australia.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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