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La clave de la información

Diálogo / Sonora está llamado a aprender de la experiencia

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David Figueroa

El próximo fin de semana toma protesta el nuevo gobierno en Sonora y a la luz de esta decisión tomada por los ciudadanos es importante recordar por qué llegan los que llegan; por qué se van los que se van y el riesgo de celebrar de manera anticipada cuando la tarea apenas inicia.

Ante todo va el deseo de buenaventura a la administración entrante por el bien de nuestro estado, pero es importante ver lo que ha sucedido en la historia reciente para crecer como sociedad.

Algo ha venido sucediendo tanto a nivel local como federal en materia del juicio ciudadano hacia el actuar de sus gobiernos que está evolucionando o debería hacer evolucionar las políticas públicas y la forma de gobernar.

Nos referimos a gobiernos que arriban con una expectativa muy alta, con fuerte popularidad y aceptación, pero que esta aprobación cada vez les dura menos.

Por alguna razón en un período muy corto de tiempo, este nivel de aceptación llega a su tope y comienza a caer tan rápidamente como subió.

Por ejemplo ahí tenemos la administración estatal saliente, basta con echar una mirada a los titulares en la prensa de hace seis años y cómo en tres años se agotó una percepción ciudadana de confianza y esperanza.

A nivel federal es la misma historia, quien hace tres años recuperó en medio de una alta expectativa la Presidencia de la República con el argumento de que los otros no ‘supieron gobernar’, hoy enfrenta un nivel de aprobación de nunca antes visto de tan sólo 30%; es decir 7 de cada 10 ciudadanos desaprueban su gestión.

Este fenómeno no es privativo en México, incluso se está presentando en otros países, hay un ambiente de desilusión, la sociedad está cada vez más agraviada.

En nuestro país, el ciudadano ha evolucionado más rápido que los gobiernos y los partidos mismos, además tiene herramientas que antes no tenía para manifestarse como son las redes sociales y su capacidad de análisis es más contundente gracias a estos nuevos canales de información.

Compara, valora, denuncia, opina y emite juicios con rapidez, cansado de promesas mágicas, de rostros sonrientes y campañas coloridas que conquistan rápido pero rápido desilusionan.

En este contexto hay que tener en cuenta que ni las victorias ni las derrotas son para siempre, tanto una como otra hay que saberlas administrar. Ganar por ganar hoy es una visión muy corta.

Es un riesgo que siempre está presente y a eso sumamos que la próxima gobernadora llegará con la mesa servida, prácticamente sin contrapesos; es decir con gobierno federal de su partido, mayoría en la cámara de diputados federal, en la cámara de diputados local, incluso con el gobierno afín en la capital del estado.

Un gobierno puede iniciar con buenas intenciones y alta expectativa pero al poco tiempo si se deja enredar en las mieles de la victoria y la autocomplacencia, y sobre todo si no tiene equilibrios, en poco tiempo esa buena voluntad se pierde como hoy lo vemos en estos ejemplos.

Cuatro puntos que la experiencia nos muestra que es importante tener en cuenta son:

* Se requiere voluntad más que el diseño de grandes estrategias para enfrentar el reto.

* Comunicación eficaz pero en dos carriles: de ida y vuelta, no sólo lo que se quiere difundir, sino también es importante saber escuchar.

* Transparencia en el manejo presupuestal y

* Acción contundente en el combate a la corrupción.

En conclusión, es importante mantener la esperanza como motor de transformación y crecimiento, pero no una esperanza ciega como cheque al portador, esos tiempos quedaron atrás.

A quienes llegan: no se les olvide el juramento que hacen al tomar protesta, pues se hace una sola vez y nunca más se vuelve a repetir o recordar en seis años de gobierno, cuando es necesario tenerlo presente a diario.

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