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SIN FRENOS / Estábamos mejor cuando estábamos mal

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Guillermo pérez díaz 

Pero para que te sirva de consuelo vecino, los diputados de Guatemala están pidiendo que se investigue al presidente, Otto Pérez Molina previo arraigo domiciliario, por corrupción, defraudación fiscal, cohecho, y todos los que resulten (de una vez por todos los del código, para no discriminar a nadie) y de una vez a todos los presidentes de todos los países que no han tenido broncas para estar todos al parejo, yo propondría que luego luego le saquen cuentas a Raúl Castro, la neta me cayó gordo ahora que vino de visita porque pareció que nos estaba haciendo un favor, como si no los hubiéramos visto meter la pata una vez y la otra también.

Hace un año o dos que el Presidente del Banco de México, Agustín Carstens, el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray y no se diga el señor Presidente, nos vienen diciendo, cada uno por su lado, que estamos muy bien, que el valor del peso sigue mejorando; Videgaray nos afirma que el peso sigue recuperando valor, que el mejoramiento de la economía va a la alza, que ya casi alcanzamos los tres dígitos (yo creo que les están creciendo los dedos, de los pies porque de las manos solo les crecen las uñas). Carstens en cambio es más modesto, él afirma que los dólares ya no caben en la caja fuerte del Banco de México, que tuvo que soltar unos pocos de millones a circular porque no nos conviene desestabilizar poniéndolos a circular porque luego se ponen más caros y baja el peso, entonces, así con esa estrategia financiera del Banco de México, sube y baja el peso y baja y sube el dólar y si usted no entiende de estrategia es por culpa suya vecino, no del Banco de México.

El que sin duda habla claro es el señor Presidente de México, él cada vez que abre la boca, baja el dólar pero baja más el peso, entonces, se sube a su avión nuevecito y se va a componer el asunto de los sirios que ya no hallan si hacerse los dormidos o ponerse a llorar, además en ninguna parte los quieren recibir porque en automático también empiezan a recibir bombas en todos los antros y eso sí no lo vamos a tolerar, rápidamente nos vamos a quejar los cumplidos ciudadanos y nos vamos a organizar para hacer un plantón en el Zócalo, esa decisión ya está tomada, no nos vamos a retirar aunque nos echen a los estudiantes de Guerrero, en cuanto aparezcan les invitamos al barril y ahí quedó desactivado el conflicto, así rompe todas las huelgas el secretario Chong y ya ves vecino, cómo ha mejorado la educación en el país. Hasta los profes se educaron, el proceso de evaluación se llevó a cabo en la forma más tranquila, todos los profes entraron en razón en cuanto les pusieron la boca del cañón en la boca del estómago y todo transcurrió en santa paz.

Aquí te quiero recordar algo que a lo mejor ya se te olvidó y a mí se me vino de repente, hace dos meses festejamos a nuestros héroes de la Revolución y uno antes los de la independencia pero se nos olvidan otros como Juan Nepomuceno Almonte, hijo natural del otro gran mexicano José María Morelos y Pavón, mismo que no llevó su apellido porque como el padre era sacerdote y la madre indígena, no se veía bien ante la

Sociedad; a la madre, como era indígena, nadie le atendió el parto, por eso ella se dirigió al monte y parió a quien registró luego como Nepomuceno, a la otra pregunta ¿dónde lo pariste? “al monte” y le pusieron ese apellido que luego Morelos legitimó como su hijo, lo educó, lo mandó a estudiar en EUA, luego en Francia y a la postre  se le nombró embajador de México en Europa, fue él como su embajador, quien le ofreció el trono de México a Maximiliano, luego el “emperador de México” se lo trajo de Europa como ministro de Economía, así el hijo ilegítimo de Morelos, se educó, se especializó, se convirtió en militar y escaló hasta general, luego nos trajo de regalo a un aristócrata europeo que no le gustó a don Benito Juárez y lo correteó hasta que se rindió y lo fusiló.

Otro detalle simpático del acelerado emperador mexicano fue que le pidió a la sociedad y gobierno mexicanos que le entregaran al hijo del general Agustín de Iturbide, primer emperador mexicano para tomarlo en adopción legal, para que a su muerte, como él no tenía hijos, fuera por derecho de herencia Agustín II Emperador de México y los hijos, perdón, las hijas serían las más lindas de américa y les aplaudiríamos más que a las Chivas rayadas (raspadas).

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