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JC Chávez, ahora de promotor de box, adopta a prospectos de Mexicali y SLRC

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Humberto Melgoza Vega

MEXICALI.-  El gran campeón del boxeo, Julio César Chávez, escogió la capital de Baja California para hacer la presentación oficial de la que será su nueva compañía promotora de nuevos valores y prospectos en el deporte de las orejas de coliflor, en donde hará mancuerna con los mexicalenses hermanos Joe y Sergio Hurtado, con los que tiene una añeja amistad y una relación de compadrazgo.

El hecho de que JC haya elegido Mexicali para anunciar este nuevo proyecto ha llenado de ilusión a los boxeadores de esta región del país, ya que serán firmados y adoptados por Chávez-Hurtado Promotions, quienes llevarán su carrera hasta convertirlos, quienes tengan cualidades, en campeones del mundo.

Una gran expectativa causó el anuncio de que Julio César estaría este pasado miércoles en el salón de la Canaco de Mexicali para dar a conocer tan importante noticia a los medios de comunicación y de ahí al mundo.

La llegada del gran campeón estaba programada para la 1:00 pm pero se realizó una hora más tarde, porque estaba afinando detalles con algunos de los boxeadores que serán los primeros en firmar el contrato de exclusividad, entre ellos se encuentra el campeón estatal en la categoría de Peso Crucero, el sanluisino Mario Aguilar López el “Ruzzo”, quien se sentó a la diestra de Julio César.

A su llegada al recinto de los comerciantes, Chávez González fue asediado por los fanáticos, quienes le pedían autógrafos y tomarse la foto del recuerdo, a lo cual accedía gustoso el ídolo del boxeo.

“La leyenda”, uno de los tantos adjetivos que le ponen sus compañeros de Tv Azteca, donde es comentarista, con quienes ha hecho célebre su frase “Hay Tiro”, reconoció a Mexicali como tierra de grandes campeones, desde el más técnico, Gilberto “El Gran Chaparral” Román, orgullo de la colonia Baja California; hasta el más famoso y estrafalario, el primer gran “show man” que le valió el primer contrato millonario con la cadena HBO, cuando iniciaba el pago por evento, Jorge “Maromero” Páez.

Presente en la rueda de prensa Elías “Maestrín” Romero fue anunciado por el Terry Leyva; el simpático octagenario fue quien descubrió al “Maromero” y lo sacó del circo para entrenarlo como amateur en San Luis Río Colorado y luego debutarlo en el terreno profesional, hasta que se lo “piratearon” primero Nicolás Rodríguez, de Mexicali, y luego se fue de mutuo acuerdo con Nacho Huízar, a Tijuana.

Chávez también recordó a otros peleadores mexicalenses que han destacado a nivel nacional y mundial como Juan “Kid” Meza, a la “Changa” Márquez y el “Pichón” Valdez.

Antes de anunciar a Julio César Chávez y su escalofriante récord de 89 peleas invicto, campeón del mundo en tres ocasiones en divisiones distintas, el primer latino considerado mejor peleador libra por libra, quien tiene el récord de haber metido 132 mil personas al Estadio Azteca en su pelea contra Greg Haugen, su compadre Joe Hurtado recordó cuando le presentó al aún prospecto José Luis Castillo, quien entrenaba en su establo.

El sonorense avecindado en Culiacán le echó el ojo y se lo llevó como sparring, para entrenarlo y luego Castillo se convertiría en campeón del mundo en la división de peso ligero, recordado no solo por sus dos épicas batallas contra Diego “Chico” Corrales, sino por ser el único que le ganó claramente a Floyd Mayweather Jr el 20 de abril de 2002, aunque los jueces en el MGM Grand de Las Vegas le dieron el triunfo al “Money”.

Retirado del boxeo, José Luis Castillo, nacido en Empalme, pero radicado desde su infancia en Mexicali, actualmente es diputado local en Sonora por la bancada del PRI.

A pregunta de CONTRASEÑA, Julio César Chávez confesó que desde hacía muchos años le habían sugerido que se dedicara a promover peleas de box, reconoció que “nunca me he interesado por entrenar a ningún peleador que no sean mis hijos, pero nunca me lo han pedido”, pero ahora que finalmente aceptó hará sociedad con Marco Antonio Barrera y con Erick “Terrible” Morales.

“Vamos a juntarnos todos para recolectar a los mejores talentos, esto es un negocio, para qué nos hacemos weyes, pero aquí todo va a depender de la disciplina y de las facultades que tenga el peleador”. Julio se pronunció en contra de los entrenadores abusivos que le quitan al peleador el 30 por ciento de sus ganancias, “eso me parece criminal, porque de impuestos les quitan otro 30 por ciento, entonces no les queda nada a los boxeadores que son quienes suben al ring y arriesgan la vida…más lo que les voy a quitar yo”, dijo.

“Estoy muy contento de estar aquí y muy ilusionado con este proyecto para impulsar a estos jóvenes boxeadores, que en un futuro no muy lejano, primeramente Dios, y también a ellos, a su esfuerzo, a su disciplina, a su trabajo, a su perseverancia, que lleguen a ser campeones del mundo.

“Yo desde muy joven tuve un sueño y decía ‘amá, cuando sea campeón del mundo la voy a sacar de lavar y planchar ajeno, y como yo estaba muy chiquillo mi mamá me decía ‘ay mijito, cuándo vas a ser campeón del mundo, está cabrón’”,  a la vez que le mesaba la cabeza a su compadre Joe Hurtado. “Y fueron diez, veinte, cuarenta, setenta, ochenta y noventa peleas como campeón del mundo, hasta que se me cansó el caballo”, expresó JC, arrancando las risotadas del público.

Antes de despedirse y de anunciar una pelea de exhibición en Mexicali “para noviembre, cuando no esté haciendo calor, pero con un peleador que no pegue y no aguante”, fiel a su peculiar estilo, Julio César Chávez pronunció la frase “I love you too much un chingo”, lo que desató las risas y aplausos del respetable. @

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