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[Diálogo] ¿Es posible llegar a la revocación de mandato en México?

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David Figueroa

Brasil y Venezuela han sido noticia desde hace meses por los procesos de revocación de mandato de sus gobernantes, distintos y en muy diferentes carriles pero la reflexión que nos deja es la misma: qué pasa cuando esto es posible?

Conocemos de sobra los diferentes contextos y motivos tanto en Venezuela como en Brasil que han suscitado esta polémica: mientras en el primero existe una fuerte lucha contra el autoritarismo, en Brasil el proceso inicia por supuestos actos de corrupción. Ambos procesos tienen a estos países en una fuerte crisis social.

En México no existe esta posibilidad jurídica aún, salvo algunos estados como Chihuahua y Oaxaca; sin embargo y a pesar de ser dos entidades con serios problemas de corrupción y pobreza, ninguno ha hecho uso de este instrumento.

Contar con un instrumento legal como la revocación de mandato en México suena tan utópico como posible en los momentos que vivimos; sobre todo porque no será tema en el círculo político de poder, pero sí en los diversos sectores de la sociedad.

Cada vez hay mayor interés en esta herramienta de las democracias modernas y por muy difícil o lejano que pareciera, no es para echarse en saco roto, con todo y que la clase política no piensa en esta posibilidad, pues se les puede convertir en una pesadilla.

La revocación de mandato significa hacer valer el poder ciudadano que la Constitución refiere cuando los gobernantes fueron incapaces para satisfacer sus necesidades o bien, no cumplieron sus promesas…es aquí donde ya no suena tan lejano ni imposible.

Una pregunta recurrente que cada día toma más importancia es ¿Qué hacer para cambiar a un mal gobernante?

Actualmente existe la alternativa de contrapesos tanto en las cámaras y congresos locales, como en los poderes Ejecutivos; tiene sentido y son indispensables estos contrapesos, sin embargo se han inclinado más hacia la violencia política, el desprestigio mutuo, la confrontación y el resquebrajamiento de las instituciones.

A ello hay que sumarle los pocos resultados en beneficios concretos para el ciudadano común: en transparencia, combate a la corrupción e impunidad; la percepción es que ahí sí se ponen de acuerdo la mayor parte del tiempo.

Se debe pensar en serio en esta inquietud creciente y hacerlo desde la fortaleza institucional, a través de instrumentos jurídicos como el referéndum, el plebiscito, la revocación de mandato o cualquier otro con la participación directa de la ciudadanía

La gente está cansada de las decisiones del gobierno y aunque hay casos muy graves como las desapariciones masivas, violaciones a los derechos humanos, corrupción e impunidad afortunadamente nuestro sistema de libertades también nos aleja de contextos similares al de Venezuela por ejemplo.

Pero es importante reflexionar, platicarlo, ventilar este tipo de necesidades como en todo sistema democrático aunque no sea perfecto.

Incorporar a la ley una opción de revocación de mandato en México de manera que pueda realmente aplicarse, sería después del voto libre y secreto, la mayor conquista en derechos políticos del ciudadano y vendría realmente a formar otra conciencia, hasta hoy inexistente en la clase gobernante.

¿Es posible o no? La historia reciente de los últimos 15 años en nuestro país nos dice que hoy todo es posible; pero sobre todo es importante seguir lo que sucede en otros países y aprender, evitar el debilitamiento de nuestras instituciones que son el cimiento de nuestra democracia y libertad.

El ciudadano hoy demanda hacer efectivo ese voto más allá de las urnas y aún no encuentra el camino.

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