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Elvira Cid: Ahora, o nunca

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Más allá de un `capricho´ personal, ganar las elecciones para la presidencia del comisariado de La Grullita representa para la maestra Elvira Cid una última oportunidad de vida para lograr un verdadero cambio en el que no sólo se abra la última gran brecha para la mujer en los temas del campo, sino que también se presenten resultados honestos y tangibles para los ejidatarios

Bibiana García Garza

SAN LUIS RIO COLORADO.- Nacida en el corazón del valle sanluisino y descendiente directa de uno de los pioneros del reparto agrario y la organización de las aguas del Río Colorado, la maestra Elvira Cid Lucero contiende por tercera vez por el comisariado del ejido La Grullita, proceso que se llevará a cabo el próximo domingo 07 de agosto.

Las elecciones de este significativo ejido del valle de San Luis Río Colorado tradicionalmente se llevan a cabo cada tres años, aunque al frente nunca ha estado una mujer, salvo la ocasión en la que Cid Lucero alcanzó la secretaría del comisariado hace 12 años, la primera vez que contendió.

Dicha elección con la que se sucederá al actual comisario, Gilberto Duarte Lazalde, quedará en manos de alrededor de 70 ejidatarios, quienes constantemente mantienen tratos con otros avecindados para trámites como las ventas de solares.

En la planilla de Elvira Cid se encuentra José Adolfo Muñoz para el cargo de Secretario y Verónica Castro para tesorera, quienes compiten contra el ingeniero Sabino Gobea Flores, quien ha acumulado al menos tres periodos en los que ya ha fungido como presidente del comisariado, siendo el más reciente el de 2010-2013.

De acuerdo con lo manifestado recientemente por voces dentro de la comunidad de ejidatarios, incluyendo a anteriores comisarios como Juan Lara Salinas, a diferencia de otras ocasiones esta vez la profesora tiene todas las de ganar frente a su adversario, aunque la última palabra no está dicha y mucho está en juego.

Con sus raíces ahí mismo en La Grullita, en donde descansa su señor padre, Ramón Cid Díaz, y en donde forjó su carrera como maestra normalista rural en la única escuela primaria que desde 1946 sigue en pie de entre todos los ejidos, hoy ella considera que ha llegado el momento de fincar un cambio para beneficio de los ejidatarios.

Eso a pesar de que, dice,  “… nadie es profeta en su propia tierra” por lo que no puede más que albergar una esperanza ante lo que asegura que será su último intento para alcanzar la presidencia del comisariado ejidal.

Un intento en el que ha luchado codo a codo con los ejidatarios para traerles apoyos y, sobre todo, con las mujeres, eternamente relegadas en los temas del campo y quienes, considera, merecen una oportunidad de igualdad y reconocimiento por su incansable labor equiparable e inclusive más difícil que la de cualquier hombre.

“Esto de la política me gusta porque pues, siempre eran los hombres los que participaban, por qué no también la mujer”, mencionó en relación a que años atrás, sin afán de promover feminismos, siempre se había observado un machismo muy marcado entre los ejidatarios.

Apenas hace cinco años, cuenta, consiguió apoyos federales para que el Gobierno Federal les rentara 44 hectáreas a mujeres del ejido en las que se sembraron 400 palmeras, y que hoy ya no tardan en dar sus primeros frutos, una primera cosecha que abarca 5 hectáreas y media.

Dicho logro fue posible a través de la Unidad Agrícola e Industrial para la Mujer Campesina, cuya mesa directiva preside.

Además, ese arraigo por el campo y su ejido, relató en entrevista para CONTRASEÑA, nació con ella y la estrecha relación que siempre tuvo con la realidad que viven día a día los productores y trabajadores agrícolas, ella misma siendo uno de ellos, así como maestra de al menos 30 generaciones entre las que se cuentan varios reconocidos profesionistas en la ciudad.

De ahí también surgió su deseo de ingresar a la política interna del ejido en donde, luego de años de dedicarle tiempo al trabajo social, está convencida de que todavía hace falta su persona como pieza fundamental para abonar a un mayor control y transparencia en el manejo de los recursos.

Sobre todo, afirmó, se requiere urgentemente de que se presenten resultados honestos y tangibles para los ejidatarios en un nivel muy superior al que se ha registrado desde hace décadas bajo el control siempre de las mismas personas e intereses.

Cero corrupción, transparencia y experiencia

“No es un capricho, es una necesidad romper con esta rotación de las mismas personas, porque todas las que estamos ahí tenemos un derecho y sembramos nuestras parcelas”, refirió la docente respecto a la oportunidad de participar y llegar a presidir el comisariado.

La misma oportunidad, agregó, al ser mujeres preparadas que al igual que el hombre son sujetos de crédito y tienen muchas capacidades, como la intención primordial que ahora se tiene de llevar una buena administración financiera, lo que está ligado al significado de su lema de campaña: “Cero corrupción, transparencia y experiencia”.

Y es que en el transcurso de su lucha luego de la sucesión de parcelas por parte de los pioneros, entre ellos su padre, surgieron temas como la venta de solares, señaló, en las que empezaron a saltar a la vista muchas irregularidades en perjuicio de los ejidatarios.

“Vimos muchas irregularidades y que ese proceso no estaba bien organizado, que no estaba bien administrado, y empezamos a señalarlas, antes de eso nadie pedía cuentas”, recordó.

En ese sentido, Elvira Cid reconoció que La Grullita tiene muchas entradas económicas, que “hay dinero” y, por ende, grandes posibilidades de desarrollo y mayores beneficios para los ejidatarios, pero esto sólo será posible, advierte, si se lleva una adecuada administración y control de ingresos y egresos.

Cabe mencionar que ese llamado ´buen manejo´ de los recursos es parte de un tema que siempre se ha reclamado y que dividió a los grupos antagonistas que se enfrentarán dentro de dos semanas, el de Sabino Gobea, y el de la profesora.

“Yo he tenido el valor de pararme ante la Asamblea y decir lo que está pasando”, comentó, aunque eso conlleve que contravenga ´intereses obscuros´ que prevalecen en el ejido.

Debido a que ese tipo de situaciones irregulares han sido poco a poco dejados en evidencia de un tiempo a la fecha, añadió, hoy es posible apostar a que ésta podría ser su mayor –y última- oportunidad de alcanzar la victoria por la presidencia del comisariado, tomando en cuenta que en años anteriores fue derrotada, en ambas ocasiones, sólo por dos votos.

Ante esa posibilidad de alcanzar el triunfo esta vez, externó la profesora, también será posible demostrar que las mujeres tienen honradez y saben administrar con transparencia, una razón más por la que se animó a contender por tercera vez.

“Yo ya había dicho que no iba a participar pero no me quise quedar, lo que me reste de vida, pensando en el ´¿y si hubiera…?´, además de que tengo que dejar abierto el camino para las otras mujeres que vengan detrás; es una necesidad que tengo que lograr”, subrayó.

De no lograrlo esta vez, anotó, a sus 74 muy difícilmente volvería a postularse más adelante, aunque a la vez dijo estar convencida de que “el que persevera, alcanza”, que goza de buena salud, y que tiene las capacidades y la aptitud para cumplir sus objetivos, así como ha logrado siempre trabajar así como formar una familia y ciudadanos de bien, tanto alumnos, como sus propios hijos.

Limpiar telarañas, el principal objetivo

En esa posibilidad de llegar a la presidencia del comisariado, la maestra Cid admitió que es muy posible que se encuentre “muchas telarañas” en la administración por lo que entre sus principales propósitos destaca el de hacer un inventario pues nunca antes se ha presentado uno.

Eso aunado a asegurar la vinculación con estudiantes de Cbtis y Cobach para que apoyen en los trabajos de llevar registros, bitácoras, un archivo organizado y rindan informes diarios así como seguimiento a cada uno de los trámites de compra-venta con recibos incluidos para así contar con relaciones completas que, aseveró, no existen hoy en día.

Para ello se requerirá de brindarles apoyos económicos a los voluntarios para lo que el ejido tiene suficiente solvencia, aunque eso, reiteró, sólo si se llevan cuentas claras para que, a su vez, todos los demás procedimientos sean igualmente más transparentes.

A diferencia de Sabino Gobea, ella no plantea la construcción de nuevas gasolineras u otros que luego resulten en jugosos negocios para unos cuantos, aclaró, sino sustentar y proponer mejores alternativas para beneficio de los ejidatarios con recursos propios.

Por otra parte, pese a que mucho se manejan las relaciones políticas de los principales actores en las riendas y movimientos de La Grullita, la profesora descartó que en ella influya la política pues a pesar de su obvia relación familiar tanto con el PRI como con el PAN, ella no toma partido de ninguno de los dos lados.

“Tienen pugna conmigo porque creen que soy panista y que le voy a entregar el ejido al PAN, pero yo no soy ni priísta, yo tengo un criterio muy bien fijado, y ahora tenemos que arrancar el problema de raíz y plantar la semilla”, puntualizó, eso sin negar que ha sido activista del PRI y que pertenece a ese partido, esto sin ser militante activa actualmente.

Su único proyecto, indicó, tiene que ver con la construcción de una Casa Club del Ejidatario, una estancia para adultos mayores que han dedicado su vida al campo y que hoy ya no son sujetos de crédito ni cuentan con un apoyo al cien por ciento de sus familiares.

No obstante, no se solicitarían créditos para ello, precisó, sino que sería algo que se edificaría con el apoyo de todos y solamente si se lo autorizan los ejidatarios con el fin de que se cuente como esa casa de retiro como la tienen otros gremios.

Principalmente, abundó, por las condiciones deplorables en las que muchos ejidatarios ancianos viven la última etapa de sus vidas, no sólo en el olvido, sino en algún lugar en donde no se les garantiza ni alimento ni cuidados, y mucho menos atención médica.

“Todo esto nos hace reflexionar y ver cuánto se nos ha ido de las manos y qué es lo que ha quedado al final para el ejidatario, porque no hay lugares acondicionados para nosotros”, expresó.

De ahí también surge la idea de buscar afiliarlos por medio del ejido al Seguro Social, pues hay quienes pueden alcanzar todavía alguna pensión, otra propuesta que ha presentado entre los ejidatarios en el transcurso de esta campaña, añadió, aunque se trata de una inquietud que ha propuesto desde hace años.

“Mi idea es que los que todavía estén a tiempo de lograr una pensión por medio del IMSS, se haga, y a los que ya no pueden, que se les contraten servicios médicos particulares de los que se están ofreciendo a precios bajos actualmente”, explicó.

En resumen, concluyó Cid Lucero, hay manera de hacer muchas cosas buenas por el ejido sin aprovecharse de la gente y sin recurrir a desviaciones fuertes de recursos como las que en años anteriores se han denunciado.

“… es para el progreso y el bienestar, un bienestar no nada más económico, también de tipo social e integral que abarque y proteja al ejidatario”, asentó. @

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