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El Infiltrado – Padrés y gavilla, ahora sí

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Por Tito Capotito

Lo que los sonorenses, al menos una parte, esperaban en contra de la corrupción del pasado gobierno estatal, se está dando por parte de la autoridad federal, lo que es aplaudible porque no es posible que ante el saqueo de las arcas los autores no tengan el castigo merecido.

Hay que ser claros, la gente quiere ver detrás de las rejas al ex gobernador Guillermo Padrés Elías, principal responsable del desmedido hurto de millonarios recursos que dejaron de aplicarse en beneficio de la sociedad, y es lo que está por verse.

Por lo pronto la fiscalía federal tiene cúmulo de trabajo en la elaboración de las consignaciones de ex funcionarios que participaron en el desvío de grandes partidas de dinero, mientras que al ex mandatario se le acaban los recursos legales para evitar ser llevado a juicio en una cárcel, el sitio que le corresponde como a otros ex gobernadores que por sus actos propiciaron ese destino, independientemente del partido que emanaron.

A un año de ejercicio del gobierno del “Otro Sonora ya” las aprehensiones de ex titulares de dependencias se dan un tanto oportunas cuando la jefa del Poder Ejecutivo Claudia Pavlovich Arellano va a rendir su primer informe de labores.

Era una cuenta pendiente la que tenía la priista que empeñó su palabra ante los sonorenses de combatir la corrupción, lo que incluso le ha merecido reconocimiento a nivel internacional.

Tuvo la señora gobernadora respuesta a su vehemente petición que hizo a otra dama, la procuradora General de la República Arely Gómez, para que el Gobierno Federal actuara ante el evidente enorme ilícito cometido en el que fue el primer gobierno de extracción panista.

Fue un llamado que hizo doña Claudia hace unas semanas cuando se daba cierta decepción por pasar los meses y no ver la comunidad resultados de lo que se prometió.

Son tantas las ratas de dos patas y par de manotas que la acción de la justicia difícilmente alcanzaría para todos los implicados y así hay ciudadanos que preguntan ¿y al ex secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano, el ex alcalde sanluisino José Inés Palafox Núñez qué? Quién sabe, pero dejemos siga el curso de las averiguaciones a ver en qué proporción se avanza del episodio de participación colectiva en la arrebatinga.

Nadie se asusta de que quien llega al gobierno se lleve algo indebido a su bolsillo, “pero no tanto” dice el pueblo, y es lo que ha causado molestia en la gente, el exceso de lo robado.

Sin embargo, todavía hay una enorme deuda por un agravio fuera de toda proporción y razonamiento, el incendio provocado de la guardería infantil “ABC” de Hermosillo en que murieron 49 inocentes niños.

Sea quien sea el responsable o más, caiga quien caiga como dijo Pavlovich, tiene que haber el castigo de lo más riguroso posible. No son los verdaderos responsables los que hasta ahora han sido procesados por el caso.

Y no hay que hacerse bolas, la autoría intelectual de este hecho sin precedente en México, la mayor tragedia en que fallecen infantes, no apunta hacia el antepasado gobierno que encabezó Eduardo Bours Castelo, todo indica suponer proviene del beneficiado electoralmente, es remoto tenga otro origen.

Bours no tuvo tiempo de esclarecer el doloroso multi-homicidio, el sexenio de Padrés lógicamente no hizo investigación alguna a pesar de los reclamos de los padres de las víctimas, familiares y sociedad dolida, entonces toca al actual gobierno hacer justicia llevando a juicio al que tenga que ver con la autoría intelectual y material, no basta procesar a presuntos responsables indirectos. Lo puede hacer el estatal o el federal, el que sea, pero que no quede impune.

En otros asuntos, ¿qué interés tiene el que las manda tocar en la Confederación de Trabajadores de México local para denostar a los tres regidores del Partido Revolucionario Institucional, Judith Bustamante Viramontes, Jesús Félix Parra y Enrique Carrasco Encinas? Nada de buena intención se puede esperar del zar del transporte.

Para empezar los ediles son autoridad y merecen respeto. La corriente forma de referirse a ellos en redes sociales debe tener algún fin, uno posible es quedar bien con el gobierno del alcalde Enrique Reina Lizárraga.

Se advierte de esta persona en su página particular que porta el membrete de la CTM (esto sí que es motivo de expulsión de la central obrera, no como la burda forma en que supuestamente por utilizar el logotipo fueron sacados de la organización personalidades que actúan a lo derecho como Javier Iribe, Ramberto Valencia y Neftalí Torres Loya) la falta de elementos para criticar y se va en contra del presidente Enrique Peña Nieto por la visita que le hizo junto con un grupo de jóvenes de diversos lugares del país el regidor Carrasco Encinas.

Enrique justo es decirlo ha sido una revelación, de la gente nueva que tiene el PRI, mostrando aptitud y oficio para esto que le llaman política, como para hacer carrera. La candidatura a diputado local se le aproxima.

Parece ser una constante que cuando alguien que tiene futuro aparece en el horizonte haciendo lo que se debe con buenas intenciones, no falta quien arremeta en su contra sin razón obedeciendo a intereses oscuros, por amargura o algo parecido.

Hasta eso que las cosas se toman de quien vienen y en este caso no hay seriedad, se lanza a criticar sin argumento a los regidores del tricolor.

No es desconocido ni nuevo que la CTM sanluisina con los indecentes que se ligaron entre sí para apoderarse del control de la federación mantengan tendencia panista, que no tendría nada de malo que así fuera, salvo que lo hacen bajo engaño, pasan como priistas y quedó claro trabajaron en contra.

Lo pueden hacer porque pareciera es mejor o se recibe más si se indisciplina o se alía con el enemigo. Es lo que se ha visto en respuesta del PRI y el gobierno estatal en turno. Hay premio en lugar de castigo, al menos hasta ahora.

Y tal política fuera de la regla no la han aplicado funcionarios de primer nivel del gobierno de la jefa Pavlovich solo en el caso de los cetemistas empanizados, se ha visto hasta en el trato a medios de comunicación y trabajadores del periodismo, atención primero a los que estuvieron en contra y menosprecio al que lo hizo a su favor.

Además los ven (a los informadores) chiquitos y orejones, autoridades que asumen esa actitud con aires de grandeza, como que todo lo merecen por ser ellos y no le deben nada a nadie, salvo a sus más allegados por los que sí metieron las manos y los tienen viviendo del presupuesto gubernamental.

Hacen válida la máxima esa de que “vivir fuera del presupuesto es un error” y no ven más allá ni a futuro, la miel y el limbo parece acortarles la vista. No se trata de generalizar, no todos son así y no queremos pensar sea la política oficial de la patrona. ¿O no lo ve usted así? Gracias.

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