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“Bien atendidos”, haitianos en Ensenada

Mientras un connacional los ubicó en un albergue que subsiste de donaciones sociales de mexicanos y norteamericanos, el gobernador Francisco Vega dice “debemos estar más preparados” y el dirigente de CANACO advierte una invasión extranjera

Redacción / Zeta – Juan Carlos Domínguez / Foto: Enrique Botello

ENSENADA, Baja California (25/Octubre).-El de la turba de haitianos y africanos apostados en la frontera de Tijuana a la espera de asilo en Estados Unidos ha sido visto, igual que muchos otros, como un tema ajeno para los ensenadenses. Incluso hoy, con la llegada de 42 de estos migrantes, el asunto para el grueso de los ciudadanos del puerto no tiene mayor importancia. Tampoco es preocupante para el gobierno ni las autoridades locales.

Casi a la medianoche del miércoles 12 de octubre llegaron a Maneadero 42 haitianos.  Varias familias que suman 16 hombres, 13 mujeres y 13 niños, incluyendo una bebé con 10 días de nacida, son albergadas en un refugio que se acondicionó en el “corazón” de Maneadero, en la entrada del camino que lleva a La Bufadora.

Un ingeniero haitiano, Luckson Jean Batiste, con 17 años de residencia legal en nuestro país, casado con una mexicana y quien representa a la fundación internacional “Helping Hands”, contactó a las autoridades migratorias a fin de solidarizarse con sus paisanos y ofrecerles albergue en el desayunador comunitario en el Cañón Buenavista.

Aunque autoridades y colonos ubican a los altruistas como una iglesia cristiana, Lariza Ríos, esposa de Luckson, afirma que son una asociación civil de 35 años haciendo trabajo asistencialista y como tal se pusieron en contacto con la Secretaría de Relaciones Exteriores para brindar refugio temporal a los errantes.

Con comedor, cocina, tendederos y dormitorios con muebles básicos como camastros y colchones, el ambiente del albergue no es tan dramático como las escenas que se ven en las calles de Tijuana. En un patio común conviven con un arsenal de juguetes donados, las mujeres como en día de compras revisan cajas y cajas de ropa usada pero en buen estado que no paran de llegar donadas por ciudadanos norteamericanos, y los hombres hablan por telefóno celular todo el tiempo.

“Son historias muy tristes, muy desalentadoras”, resume Ríos sobre los haitianos que salieron de Brasil cuando se acabó el trabajo para ellos. Afirma que estarán mientras les llega fecha de su cita en el Consulado norteamericano, allá por diciembre de 2016 o enero de 2017. Dice que aun tardado el trámite ya tienen su asilo político asegurado. Sobre la posibilidad que algunos decidan quedarse en la región, respondió: “No sé, la verdad”.

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Bien atendidos

Tanto el gobierno municipal de Ensenada como el estatal, como ha ocurrido en Tijuana y Mexicali, se han limitado al asistencialismo, jornadas médicas y entrega de víveres, dejando la “chamba” al único albergue existente, que con solo 42 haitianos no parece representar ninguna “alerta” para las autoridades, no hay plan ni prevén que sea necesario.

El Gobierno del Estado estableció un centro de acopio en su propio edificio y, a través de la Secretaría de Salud, llevar una jornada médica y dental, buscando la prevención, vigilancia y detección de epidemias. De más de 6 mil atenciones médicas que han brindado en Baja California, solamente 106 haitianos han sido atendidos por enfermedades diarreicas agudas o infecciones respiratorias.

“Ya los revisamos, están sanos, y aunque sabemos que hay un brote de cólera, no tienen problemas”, aseguró el jefe de la jurisdicción de Servicios de Salud (ISESALUD), José Antonio Rivera. Explicó que el período de incubación de algunas enfermedades es de 7 a 12 días, y los migrantes ya llevan más tiempo en su recorrido.

“No hay enfermedades que nos pongan en riesgo, lo importante es evitar que ellos tengan enfermedades, orientarlos hasta que ellos tengan que irse”, detalló el funcionario médico. Se les ha instruido en medidas higeniénicas, tratamientos de desparasitación y aplicación de vacunas contra el sarampión, rubeola e influenza.

En el gobierno municipal están en el mismo tenor: en coadyuvar en la labor que ya echaron a cuestas organizaciones y sociedad civil. El delegado Javier Calderón Marín dijo que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Ensenada ha apoyado con ropa, medicina y comidas, también el Club de Leones y otras agrupaciones.

“Les conseguimos la comida y ellos mismos la preparan porque ellos saben qué condimentos, cómo es su costumbre. Se les da seguridad, se les checa continuamente, sigue llegando ropa y alimentos, tambièn nos apoyaron con algunos productos del campo, y bueno, creo que están muy bien atendidos ahorita”, ilustró.

El delegado agregó que no representan ningún problema para la comunidad, ni tampoco ha habido animadversión por parte de los ensenadenses en Maneadero.

“Se dedican a lavar su ropa, a preparar su comida, hablar por teléfono a familiares, el lugar cuenta con dos mallas de seguridad, una para que no se pasen a otro terreno, y para que estén más seguros y no anden tarde en la calle. La atención a la gente que va a donar es de siete de la mañana a 7:30 de la tarde, y de ahí ya no abren las puertas porque consideran que deben estar protegidos”, detalló.

Corroboró que el albergue que sostiene “Helping Hands” solo tiene cupo para 40 personas, pero no descarta se vayan unos y entren otros conforme logren su entrevista y visa con las autoridades migratorias de Estados Unidos.

“Por lo pronto aquí las atendemos en nuestras posibilidades, pero solamente el Consulado y el Gobierno Federal serán los que conducirán la situación”.

Como han comentado el resto de funcionarios, se sabe que vienen miles de haitianos hacia nuestra frontera, y de ellos muchos podrían parar en Ensenada: “Y yo me pregunto, ¿si no les dan visa a todos? No creo que se regresen a Haiti. Es una pregunta que ni ellos saben contestar”. migranteshaitianosensenada-i

Esto es una invasión

Y sí, muchos haitianos podrían decidir quedarse en Baja Califonia. Es la opinión de Luckson Jean Baptiste, tal vez atendiendo su propia historia. Él llegó a nuestro país en 1998, se graduó de ingeniero industrial en la Universidad de Veracruz, es profesor de francés en Ensenada, y se hizo pastor y representante de la congregación “Helping Hands”, encabezada por Blake y Rena Cromwell.

Rodeado de los campos agrícolas de Maneadero, puntero en la cosecha de verduras berrys que se exportan a todo el mundo, con el “boom” de la gastronomía, con varias centros de enseñanza científica, y aunada la generosidad de los mexicanos, Ensenada no resulta poco atractiva para la situación de los haitianos, “sí, si hay un trabajo digno podrían quedarse, claro, siempre y cuando el gobierno les dé los permisos”.

El pastor anunció que vienen de 20 mil a 50 mil haitianos en camino, su refugio solo puede recibir un maximo 50, pero podrían ampliarse a 100 o 150 si es necesario, de haber patrocinadores y apoyo de instituciones públicas.

“Pero no es tan sencillo, el problema es mucho más serio de lo que parece”, expresó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), Rafael Chávez Castañeda, quien, contrario al resto de los organismos empresariales en la ciudad que han permanecido en el mutismo en este tema, ha fijado una postura.

“Fuimos los primeros que pusimos la ‘alerta’ cuando vi la problemática en Tijuana, cuando decían que eran somalíes porque éstos estaban pasando con visa humanitaria, pero descubrimos que eran haitianos, los primeros pasaron porque los de la ‘línea’ no hablan francés, y los confundiían con somalíes, pero ahora los están regresando a su país de origen, y ya los están trayendo a Ensenada para aligerar el problema”, explicó a ZETA el líder comercial.

Considera que lo primero que debe hacerse es informar y concientizar a los haitianos que una vez que crucen a Estados Unidos lo más probable es que a la mayoría los regresen a su país. No se fía de la versión de que México y Baja California no resultan atractivos para ellos como para quedarse.

“Haití es el país más pobre de Latinoamérica, México comparado con Haití es un sueño. Los haitianos no quieren estar en Haiti, cuando sepan realmente lo que está pasando, que los estan devolviendo de Estados Unidos para allá, entonces el problema será mucho más grave”.

El presidente de CANACO piensa que si hay intención de algunos ahitianos en quedarse, legalmene, las reglas migratorias mexicanas no son tan fáciles. Por obligación las empresas solo pueden contratar a un extranjero por cada diez empleados mexicanos, “porque no pueden venir a desplazar a los mexicanos, no es así de sencillo integrarlos a la ciudad”.

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Coincide que los gobiernos no han tomado el tema con seriedad, que todo se los han dejado a la sociedad civil y a intermediarios, como la CANACO, donde han solicitado al administrador de Aduanas, aumentar la cuota de víveres y artículos que se pueden importar en donación.

“Yo desde hace tres meses estoy hablando de los haitianos, que los brasileños se deshicieron de ellos pero nos endosaron el problema a nosotros. Cuarenta haitianos no significan nada, los puede absorber perfectamente la comunidad, el problema es que no van a ser cuarenta; el problema ya está en toda la franja divisoria, está llena de haitianos. Y finalmente no tenemos 40… ¡tenemos 15 mil!”.

Expuso Chávez que el secretario de Gobierno del Estado, Francisco Rueda, ya debería estar sentado hablando con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, así como las autoridades de Relaciones Exteriores: “Esta problemática no tiene otra solución que no sea federal, que no la chinguen, estamos jugando el papel de cedazo de Estados Unidos, nosotros somos el filtro, aquí te los detenemos para que te des tiempo de estar fletando un avión dirario a Haití y mandar a la chingada a los que están pasando, es lo que está haciendo, los gringos no están jugando, no los van a recibir como a los ‘marielitos’”.

Insistió en la incomprensible conducción que han tenido las autoridades con el problema:

“Son muchas cosas que todo lo dejan a la buena de Dios, y ahí sale un pendejo dándoles de comer, de dónde va a sacar, y ahí anda el otro pendejo, o sea, yo, consiguiendo que suban la cuota de importación de donativos. Pues de una vez que la canten derecha, saben que tenemos que lidiar con los negros y están dejando que crezca el problema”, siguió desplayándose el líder de CANACO.

Criticó que muchos nomás toman el tema de los migrantes para su protagonismo: “Todos se toman la foto, vino (el ex Presidente de Uruguay, José) Mujica y dijo ‘quiero ver a los haitianos’, viene el Padre Solalinde y dice ‘estoy con los haitianos’, pero dónde está el dinero, quién va a cooperar. Los migrantes comen y cagan todos los días, no sirve nomás tomarles la foto”.

Finalizó: “México no está preparado para una invasión, conmigo se enoja hasta el gobernador porque le digo las cosas como son, desde dónde tú la quieras ver, ¡esto es una invasión!”. 

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Se nos están acumulando”

“Creo que aquí en Ensenada ya hay un grupo pequeño, reducido, ya los están atendiendo, por lo que les doy las gracias”, atinó a responder el gobernador Francisco Vega de Lamadrid. Abundó: “Creímos que esto iba a ser parte de una migración pequeña y muy aislada, pero nos dimos cuenta que no. Es un tema bastante serio y delicado… con honestidad, realmente no sabemos cuántos son, tenemos que estar más que preparados”.

Aseguró que ya sostuvo entrevistas con la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y le sugirió pedir al gobierno estadounidense ampliar las citas. La segunda petición fue solicitar presupuesto para atender el problema, pues su administración ha gastado en promedio un millón 99 mil pesos al mes, “y no estoy coantando los alimentos, no estoy contando los cobertores, no estoy contando una serie de artículos que hemos entregado en los albergues”.

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