Lila Downs conquistó el corazón de la frontera
Con una presencia apasionada por sus raíces y una intensa calidez humana emanada tanto dentro como fuera del escenario, la polifacética cantante oaxaqueña enamoró a los sanluisinos con un espectáculo sin precedentes al cierre de la segunda edición del Festival Tierra Sonora en esta ciudad fronteriza en donde destacó la importancia de recobrar nuestra identidad como mexicanos y fortalecer la educación a través del arte, la música y la cultura
Bibiana García Garza
SAN LUIS RIO COLORADO.- A la tierra de las tortillas sobaqueras, la carne asada, la frontera y los Cucapás llegó desde el sábado temprano haciendo alusión a ello en su cuenta de Facebook en la que publicó una fotografía donde posa en un campo de algodón con una mirada firme, alegre y orgullosa con la leyenda “Llegando a los campos de algodón en San Luis Río Colorado”.
Se trata de la cantante más emblemática de la música folklórica mexicana contemporánea tanto a nivel nacional como internacional y la exaltación de los sanluisinos no podía ser menos al sentirla cerca a través de la imagen que circulaba en las redes sociales desde el mediodía del sábado: Lila Downs ya en San Luis Río Colorado, así, sin avisar previamente.
Por la noche, mientras se desarrollaba el tercer día del Festival Tierra Sonora 2016, la artista oaxaqueña se mezcló entra la gente, platicó con los artistas locales y el staff, e incluso reclutó a los integrantes de Grupo de Danza Folklórica Sol Azteca, quienes compartieron escenario con ella a la noche siguiente.
Se tomó fotografías con los asistentes, repartió autógrafos, sonrisas y abrazos y la expectativa del público sanluisino creció aún más para presenciar el espectáculo de cierre el domingo por la noche.
Llegada la hora pactada y ante más de 5 mil asistentes que esperaban impacientes el espectáculo, -algunos desde las 2:00 de la tarde- Lila Downs apareció en el escenario frente a un micrófono cubierto de flores rojas que también llevaba sobre dos largas trenzas y uno de sus característicos trajes típicos modernos para interpretar “Humito de copal”, tema de su disco “Balas y chocolate”, lanzado el año pasado.
Lila dejó su impronta también con el ritmo jarocho a continuación con el clásico “La Iguana”, en donde la acompañó uno de los bailarines sanluisinos del Sol Azteca, y minutos más tarde interpretó apasionadamente “La Martiniana”, un clásico del pueblo Zapoteca y del poeta Don Andrés Henestrosa, momento en el que aprovechó para bajar a saludar al público, gesto que tuvo en al menos dos ocasiones con sus admiradores.
El concierto estuvo cargado de dinamismo, romanticismo, duetos de acordeón y trompeta, música norteña, música ranchera, y grandes clásicos como “Fallaste corazón” de Don Cuco Sánchez, y “Se me olvidó otra vez”, de la autoría del Divo de Juárez, lo que despertó aún más el furor de la audiencia que vibraba con cada entrega de la cantante sobre el andador de la calle Tercera.
Esto sin dejar de lado uno de los ´milagritos´ de la Virgen de los Remedios de donde, cuenta, salió la inspiración para componer “Mezcalito”, incluida en su álbum de 2011, “Pecados y milagros”, así como más tarde interpretó también “Patria Madrina”, canción que grabó a dueto con Juanes en su último disco.
Así le cantó al amor, a la frontera, a la vida, a la muerte, al mole, y al estado con otros ´rolones´ más recientes como el “Son de difuntos” y “Viene la muerte echando rasero” para cerrar con otra de sus más importantes composiciones “Zapata se queda”, grabada co-producida con Celso Duarte y Paul Cohen.
Con ésta, Lila Downs incluyó de nueva cuenta a los bailarines varones del Grupo de Danza Folklórica Sol Azteca, -luego de que previamente le acompañaron las mujeres con “La cumbia del mole”- todo el paquete en un espectáculo que mereció una fuerte ovación del público, del que se despidió con la emblemática “Cucurrucucú paloma”.
Sacar la cara por México y Latinoamérica ante triunfo de Trump
Unas horas antes del concierto, Lila Downs tuvo un acercamiento con los representantes de los medios de comunicación de la localidad con quienes compartió parte de su historia y su sentir respecto a los nuevos retos que se avecinan para los mexicanos y latinos tras el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.
Siendo parte del colectivo “Artistas por un Estados Unidos libre de Trump” y dura crítica hacia el ahora Presidente Electo de dicho país, la cantante consideró que se viven momentos difíciles actualmente, pero también de oportunidad para demostrar la dignidad y la grandeza de los mexicanos.
“Es un momento difícil porque pues ahora sí que no se nos olvidan las cosas que se han dicho, pero yo creo que es el momento también de demostrar nuestra dignidad y nuestra grandeza como mexicanos, los mexicanos tenemos una herencia a la que pertenecemos con mucha dignidad y por lo tanto vamos a mostrar con el ejemplo”, externó.
Esto principalmente mediante la promoción de la cultura, que representa un buen lugar del cual partir ante una realidad que se vive, dijo, no sólo en Estados Unidos sino en todas partes en donde reina la ignorancia y la falta de conocimiento de la historia de la humanidad.
“Este es el momento de ponderar en dónde estamos, creo que vienen buenos tiempos para nosotros porque vamos a ir educando a la gente acerca de quiénes somos los latinoamericanos, yo veo ya un cambio en la gente y eso también nos ha empujado a que no estemos ahí nomás viendo la telenovela”, asentó la también antropóloga social.
En este mismo orden de ideas, dijo sentirse identificada con la gente de aquí de la frontera porque le recuerdan a sí misma en su camino personal para encontrar su propia voz, su identidad y sentirse orgullosa de sus raíces, mixteca-escocés.
“Para mí la frontera es como llegar a casa porque aunque yo no crecí en estas zonas hay algo en ustedes que me recuerda a mí misma y me da fuerza y motivo pa´ seguir adelante y no quejarme de la vida, sino verla como una oportunidad y un regalo muy grande, una bendición de dónde partir y seguir con fuerza pa´lante”, expresó.
De ahí también la importancia, afirmó, de que la misma sociedad sea responsable en encontrar su propio camino, sus valores primordiales y, sobre todo, impulsar la educación a pesar de lo relegado que se encuentra el sistema educativo en México actualmente.
Es precisamente en ese rubro en el que urge un cambio drástico, indicó, pues el que Donald Trump haya resultado atractivo para el electorado en Estados Unidos es en sí un cambio drástico al sistema y a la política, temas que “debemos de mirar de frente”.
Cultura, orgullo e identidad
Ante todo, reiteró la cantante, lo primordial es sacar adelante la educación y la cultura aprovechando que vienen cambios muy positivos en el arte y en la música que no deja de desarrollarse a nivel nacional e internacional.
“Yo veo a nuestro país con cambios muy positivos, ahora llegar aquí y ver este Festival, y la manera como se encuentran con las comunidades locales haciendo intercambios culturales; creo que eso siempre es un juego y una importante relación de cultura, gobierno, presupuesto; debemos presionar como comunidades culturales esa importancia, es bien importante mantener nuestra cultura porque es nuestra alma, y si nos quitan el alma va a estar cañón, se va a levantar la montaña”, externó.
En lo personal, relató también cómo fue que ella misma se acercó al ámbito de la cultura y del arte a través de la música, en donde encontró la identidad que hoy le enorgullece por tener sangre tanto mexicana como europea, así como haber estado cercana a influencias anglo y comerciales a lo largo de su vida, lo mismo que a música de todas partes del mundo, lo que a su vez la ha llevado al éxito internacional como artista.
“Considero que el éxito para mí es otra cosa, es sentirse cómodo con uno mismo, y a mí me llevó muchísimo tiempo llegar hasta acá porque yo era como una pocha-norteamericana-indígena-bilingüe”, platicó.
Tras estudiar canto así como antropología social, confesó que atravesó por una crisis de identidad en la que logró encontrarse con su propia historia a pesar de haber sido señalada muchas veces dentro de su comunidad mestiza.
“En mi comunidad mestiza se discriminaba hacia lo indígena, se reían, me decían la hija del yanqui y la hija de la india, creo que esas experiencias te marcan y te vas dando cuenta de que tienes que mirarlo de frente y decir ´saben qué, no, yo voy a cantar una canción que a mí me parezca importante´”.
Fue así como empezó a componer canciones como su primer tema “Ofrenda”, que precisamente habla acerca de la migración, de un paisano que cruza la frontera, se va a trabajar, y después regresa el día del santo patrono de su pueblo con todo lo que ha ganado para ofrendarle al santito.
“Esto porque vi mucho esa historia y me parece una importante muestra de esa relación que tenemos entre los países, y de ahí parte mi necesidad de expresar la realidad mía”, puntualizó.
Incluso, Downs habló de cómo antes de lanzarse dudaba si sería tomada en cuenta para encajar en el mundo de la música que mostraba Televisa con artistas como Timbiriche, cuyo éxito en gran medida se debía a la imagen.
Fue más tarde que cayó en cuenta, luego de estudiar la carrera de Antropología Social que su madre con mucho sacrificio le ofreció, que el encontrar una identidad es parte de los procesos dolorosos de negación del ser humano.
Ahora en cambio, afirma, se siente hermosa y orgullosa de su piel morena, de sus raíces y de su identidad, “… si estás consciente de tu identidad es por gusto”.
Por otra parte, en cuanto a la discriminación en torno a las raíces mexicanas también consideró que siempre se está expuesto a enfrentarse con personas un poco cerradas que no conocen de las raíces mexicanas ni indígenas por lo que la música y el arte son las vías más importantes para recordar la identidad.
“La música y el arte nos hacen darnos cuenta de muchas cosas que a veces en la vida diaria y con el trabajo se van olvidando, la importancia de la identidad”, anotó.
Esto junto con la diversidad, la inclusión y la educación es posible lograr una mayor fortaleza, refrendó en sus declaraciones la artista, quien tras su concierto fuera despedida con bombo y platillo tanto por los organizadores del Tierra Sonora como por las autoridades municipales y, sobre todo, por el público que ya aclama una segunda vuelta de Lila Downs a San Luis Río Colorado.
Más de 40 mil asistieron al Tierra Sonora
A lo largo de los cuatro días que estuvo instalado por segunda vez consecutiva el Festival Tierra Sonora 2016, informó esta semana la Directora Municipal de Cultura y organizadora del evento, Larizza Figueroa Pompa, se registró una asistencia de más de 40 mil personas.
El evento, realizado en el andador de la calle Tercera contó con más de 80 presentaciones artísticas tanto por el día como por la tarde y la noche en tres escenarios distintos instalados en la Explanada Municipal, y por la Tercera a la altura de la avenida Hidalgo y del callejón Obregón.
Además, participaron pintores, escultores, escritores, actores de teatro, músicos, bailarines y cantantes de San Luis Río Colorado y de la región.
Aparte de Lila Downs el escenario principal recibió a otros artistas reconocidos a nivel nacional e internacional como Jenny and the Mexicats, la Orquesta Filarmónica de Sonora y la soprano Saraí Tirado, Big Band Jazz de México y Mustang Country Music.
Entre los visitantes se encontraban personas tanto de Hermosillo y Puerto Peñasco, Sonora, como de Mexicali y su valle, Tijuana y Ensenada, Baja California, y de ciudades del otro lado de la frontera como Yuma, San Luis, Somerton y Phoenix, Arizona, y El Centro, San Diego y Los Ángeles, California.
El evento, aprovechado también por comerciantes y artesanos de la localidad, fue posible gracias a la gestión realizada desde 2014 con Conaculta para la inversión, que tanto en 2015 como en el presente año fue de alrededor de 4 millones de pesos.