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El reto de Gustavo Sánchez

Luego de la desastrosa administración heredada por su antecesor Jaime Rafael Díaz Ochoa, desde el primer día, el alcalde Gustavo Sánchez Vázquez tendrá que aplicarse para enderezar el barco y sacarlo a flote, cargando un fardo de 2 mil millones de pesos.

 

Humberto Melgoza Vega

 

MEXICALI.- Con una deuda pública hereda por 2 mil millones de pesos, un conflicto en ciernes con transportistas por la entrega irregular de permisos y placas de taxi al final del trienio, más una nómina hiper inflada que se engulle el 96 por ciento del presupuesto, el flamante alcalde de Mexicali, Gustavo Sánchez Vázquez llega al gobierno con escaso margen de maniobra, aunque esto no parece quitarle el ánimo.

 

Al rendir protesta como alcalde de la capital de Baja California la noche del pasado miércoles 30, Gustavo Sánchez reconoció que el municipio se encuentra en una quiebra virtual, con un adeudo de más de 600 millones nomás con el Issstecali, las cuotas de los trabajadores que Francisco Pérez Tejada Jr desvió y que Jaime Díaz tan solo “pateó el bote”.

 

“La finanzas de nuestra ciudad, como es sabido, pasan por el momento más delicado de su historia, la deuda municipal acumulada al día de hoy asciende a más de 2 mil millones de pesos, soportando además un gasto corriente que absorbe el 96 por ciento del total del ingreso, situación que genera inmovilidad e incapacidad de proporcionar más y mejores servicios”, advirtió Sánchez Vázquez.

 

Luego de afirmar que “la ley está para honrarla”, sentando la legalidad como una base de su gobierno, el ahora alcalde mexicalense trazó siete ejes rectores, que si no los cumplen la sociedad y los medios de comunicación se los demandarán.

 

En primer lugar austeridad en el gasto, con un recorte anunciado de entrada al presupuesto del Cabildo; calidad y calidez en los servicios públicos, participación ciudadana, transparencia y combate frontal a la corrupción, redireccionamiento de la administración pública, saneamiento de las finanzas y seguimiento y evaluación de resultados.

“Estamos listos para enfrentar el reto que se nos presenta”, sostuvo el alcalde tras rendir protesta junto con el Cabildo en pleno, ceremonia realizada en la explanada del centro de gobierno, decretada como recinto oficial para la ceremonia de cambio de poderes.

 

Antes que ningún otro, al primer rubro al que se refirió fue el de seguridad pública, tarea fundamental para salvaguardar a los ciudadanos, que estará bajo la responsabilidad de Alonso Ulises Méndez. “Queremos agentes policiacos cercanos a la sociedad y respetados por ella, la designación de los mandos de policía se va a realizar con las normas de control y confianza…Respaldaremos pero seremos estrictos con aquellos elementos que traicionen el compromiso con la ciudadanía”, advirtió el recién estrenado presidente municipal.

 

El primer discurso de Gustavo Sánchez como alcalde fue optimista y lleno  de buenas intenciones, prometió mejorar los servicios públicos, nada de basura acumulada; más y mejores calles pavimentadas, alumbrado público y nuevas áreas verdes, todo esto hecho “con calidez y eficacia, para que ninguna comunidad de la ciudad, el valle o San Felipe carezcan de estos servicio”.

 

Gustavo se comprometió a lograr un Mexicali limpio, “que nos haga sentirnos muy orgullosos; vamos a exigirle a los propietarios que cuiden su lotes baldíos, abandonados y los basureros clandestinos que tanto denigran la imagen urbana de la ciudad”, además de un transporte de primer mundo.

 

Con los líderes sociales, aquí presentes, trabajaremos intensamente

“antes que los partidos están los ciudadanos, y así lo vamos a hacer”, aplausos.

 

Prometió un gobierno institucional, trabajar hombro con hombro con las cámaras, grupos y organizaciones civiles y ante el gobernador del estado, Kiko Vega, reafirmó: “La conducción política del estado que usted encabeza y la que hoy asumimos en este municipio está encaminada a un solo objetivo: lograr el bien común de los mexicalenses…desde hoy cuente con nuestra total colaboración para que a Mexicali le vaya bien”.

 

Obligado a recuperar la confianza de los ciudadanos en el gobierno, el alcalde cachanilla aseguró que los recursos provenientes de los impuestos y demás contribuciones se pondrán en una caja de cristal, garantizando la transparencia en el manejo y la rendición de cuentas de manera permanente.

 

 

Gustavo Sánchez llega en medio de una gran expectativa, inevitable será compararlo con su inmediato antecesor, un gobernante un tanto frívolo, señalado en diversas publicaciones periodísticas por actos de corrupción.

Acompañado de un gabinete donde predominan algunos funcionarios “reciclados”, como los ha llamado la prensa cibernética, por decir que ya participaron en otras administraciones, estatal y municipal, como Oscar Ortega Vélez, en la Oficialía Mayor, quien ya fue secretario de Educación; Alonso Ulises Méndez, ex jefe de la Policía Estatal de Seguridad Pública en Sonora (PESP) en la Dirección de Seguridad Pública y el experimentado comunicólogo, en el ámbito gubernamental y privado, Alfredo Vega Valencia en la Dirección de Comunicación Social y Relaciones Públicas.

Mientras que en el Cabildo tendrá un fuerte contrapeso con regidores de la experiencia del ex diputado Javier Cital y del ex alcalde priista Samuel Ramos.

Arropado por la plana mayor del panismo bajacaliforniano, encabezado por el gobernador Francisco Vega de la Madrid y la primera dama en el estado, la dinámica Brenda Roacho, y el dirigente estatal del PAN, José Luis Ovando, Gustavo se hizo acompañar de su familia, esposa e hijos y orgulloso de su hermano menor el profesor Luis Sánchez Vázquez, director del Instituto Salvatierra, quien aplaudía con entusiasmo a la menor provocación.

En la primera fila, acapararon flashazos el ex gobernador Eugenio Elorduy Walther, el senador Víctor Hermosillo Celada, el secretario General de Gobierno, Francisco Rueda Gómez, el diputado José Félix Arango y por supuesto el alcalde saliente Jaime Rafael Díaz Ochoa –quien se presentó solo, sin la que ahora es su esposa, Sonia Guadalupe Carrillo Pérez–, con el que Gustavo Sánchez se dio un abrazo cálido y prolongado, sin duda cargado de significado.

 

Al evento asistió una importante delegación de sonorenses, encabezada por el presidente municipal de San Luis Río Colorado, Enrique Reina Lizárraga y el ex candidato a la gubernatura, Javier Gándara; los padrecistas Gildardo Real y el Güero Nieves, el ex alcalde de San Luis y ex dirigente estatal del PAN, Leonardo Guillén Medina, el ex secretario del ayuntamiento Martín Ortega Vélez, hermano del Oficial Mayor mexicalense; el sanluisino radicado en Mexicali, José Martín Oliveros Ruiz, secretario general adjunto del PAN-BC y el empresario Luis Carlos Valencia Rosas, director general del Grupo Centra-VIP.@

 

 

 

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